VITORIA. las mejoras en el abordaje del cáncer, entre las que se incluyen un diagnóstico más temprano y unos tratamientos cada vez más eficaces, han derivado en un progresivo aumento de la esperanza de vida frente a la enfermedad en los años recientes. El informe Supervivencia de cáncer en España (2002-2013), presentado hace poco más de una semana, ha puesto sobre la mesa varios datos esperanzadores, tras analizar los registros poblacionales del cáncer correspondientes a 13 provincias del Estado, entre ellas Álava, y tres islas. La supervivencia media a los cinco años del diagnóstico entre las personas que sufren esta patología aumentó un 3% en el periodo 2008-2013, frente a los mismos datos de 2002 a 2007. Se situó, en concreto, en un 55,3% entre los pacientes hombres y en el 61,7% entre las mujeres. En números absolutos, el análisis incluyó un total de 601.250 casos de diagnosticados entre personas mayores de 14 años, 20.615 de ellos en el territorio alavés.

A las puertas del Día mundial contra la enfermedad, que se celebra pasado mañana, la Red española de registros de cáncer (Redecan) también ha querido enfatizar que esta batalla todavía se presenta larga. Sobre todo en lo que se refiere a algunos cánceres relacionados con el tabaco y el alcohol, entre los que aún se observa un pronóstico “pobre” -ahí están, por ejemplo, los de pulmón o hígado-, y a la menor esperanza de vida de los pacientes de mayor edad. Para el cáncer de colon, por ejemplo, la supervivencia a los cinco años es de alrededor del 71% entre los pacientes de 15 a 44 años, mientras que se reduce al 50% en los mayores de 75.

La entidad encargada de realizar el informe resalta “la necesidad” de hacer “mayores esfuerzos en prevención, diagnóstico y tratamiento”, aunque pone también en el lado positivo de la balanza el significativo incremento en la supervivencia en 15 de los 27 tipos de cáncer analizados en los hombres, y en 16 de los 29 estudiados en las mujeres. Además, ningún tipo tumoral presenta un descenso significativo de la supervivencia.

Patxi Ormazabal, presidente de la Asociación española contra el cáncer (AECC), mira al futuro con un moderado optimismo, porque a pesar del incremento de casos de cáncer que se aprecia año tras año, sobre todo debido al envejecimiento poblacional, se estima que para el año 2030 el 75% de las personas diagnosticadas logrará superar la enfermedad. “Nos vamos a tener que acostumbrar a vivir con el cáncer” recuerda Ormazabal. La generalización de programas de detección precoz como el del cáncer de colon y recto y el desarrollo de nuevas armas contra el cáncer, como la inmunoterapia, han traído en los últimos años esperanzas renovadas a la lucha contra la enfermedad.

Más allá de las cifras El cáncer, más allá de las cifras, se encuentra repleto de historias de supervivencia, como las que encarnan Blanca Nieves Carreño o Lourdes Vilches, que están logrando ganar la batalla al cáncer de mama, el más común entre las mujeres. A la primera, que tiene 54 años de edad, se lo detectaron hace ahora dos años y medio, en la habitual mamografía a la que las mujeres son sometidas cada dos años a partir de los 50. “Tuve suerte porque tenía uno muy pequeñito”, rememora. Carreño fue intervenida con éxito y, afortunadamente, logró librarse de la quimioterapia, aunque sí tuvo que ser tratada con radioterapia y comenzar con la llamada pastilla de los cinco años, que todavía hoy tiene que tomar. “El primer año fue muy cansado y duro psicológicamente, y ahora mismo la pastilla me está haciendo mucho daño a los músculos. Tengo que ir al fisio, estoy con infiltraciones... Pero es un mal menor. Psicológicamente estoy mejor, hago cosas, voy a andar, en casa me muevo más. Poco a poco voy haciendo vida normal. Lo peor ya se ha pasado”, resume esta mujer.

Vilches también ha logrado mantener a raya al cáncer que le fue detectado en octubre de 2017, en este caso un tipo “muy agresivo y que crece muy rápido”, el HER2, pero que también “responde bien a los tratamientos”. Recién cumplidos los 50 años, fue citada para realizar su primera mamografía, que dio negativo, pero apenas unos meses después Vilches notó “un bultillo” en el pecho que la llevó de nuevo a la consulta del especialista. Confirmó el diagnóstico y, a partir de ahí, llegó un tratamiento que ha incluido la quimio, la inmunoterapia, una intervención quirúrgica para eliminar el tumor cuando redujo su tamaño y la radioterapia. “Un proceso durillo”, pero que Vilches ha llevado con entereza. “Estoy bien, aunque sigo con revisiones continuas y no me han dado el alta. Es un tiempo duro, pero se sale. Y sales muy reforzado. La visión de la vida cambia totalmente. Es como si te dieran otra oportunidad”, relata esta afectada, que como Carreño es socia de la Asociación alavesas de mujeres afectadas con cáncer de mama y ginecológico de Álava (Asamma). Como dato a tener en cuenta, el colectivo va a celebrar este 2020 un aniversario redondo, 30 años al servicio de las mujeres del territorio con este tipo de cáncer.

A mejorar La AECC, mientras tanto, tiene tres líneas principales de trabajo; la atención a los pacientes y sus familias, la prevención y el apoyo a la investigación. Y aunque Ormazabal considera que las tres “son igual de importantes”, reconoce que el colectivo tiene todavía un gran camino por delante en lo que respecta a la segunda. Lo corrobora Naikare Díaz, que desempeña su labor en el área de prevención y promoción de la salud de la entidad. “Estamos trabajando en cómo informar mejor para transformar, que quizá es donde más cojeamos”, asume esta profesional. La promoción de unos hábitos de vida saludables va a tener un peso importante en la campaña que la AECC desplegará esta próxima semana en el territorio con motivo del Día mundial, bautizada como Llámalo cáncer. La realidad detrás de la palabra.

De vuelta a las cifras, la delegación alavesa de la AECC destinó un total de 203.835 euros a la investigación durante el pasado año 2019, 41.236 de los cuales han servido para nutrir financieramente al proyecto de investigación sobre cáncer de hígado que desarrollan María Arechederra y Carmen Berasain en el CIAM de la Universidad de Navarra. Blanca Nieves Carreño también incide en la “importancia” de apoyar la investigación y, como propuesta, anima a las autoridades sanitarias y a los ginecólogos a “plantearse reducir” la edad con la que las mujeres sin antecedentes familiares son citadas para realizar la primera mamografía, esos 50 años.

Pese a que los casos de cáncer siguen en aumento, el presidente de la AECC en Álava mira al futuro con un moderado optimismo: Se estima que para el año 2030 el 75% de los pacientes superarán la enfermedad.

Socia de Asamma y superviviente a un cáncer de mama, esta socia de Asamma lanza un mensaje de esperanza a las afectadas.

Lucha también contra un cáncer de mama y, a la hora de pedir mejoras, sugiere que el ‘screening’ se amplíe a las mujeres menores de 50 años.

15

De los 27 tipos de cáncer analizados (hombres) mejoran su supervivencia.

728

De los nuevos casos de 2019 fueron en pacientes de más de 75 años.