La plaza de la Virgen Blanca acogió ayer por la mañana un curioso mercado con 65 inventos escolares que han ideado estudiantes de cinco centros de FP alaveses: la escuela de hostelería de Gamarra, Mendizabala, Egibide-Arriaga, Egibide-Nieves Cano y Egibide-Jesús Obrero. La feria, que suponía el despegue de las actividades del certamen de Álava Emprende 2020, tiene por objetivo servir de escaparate a las ideas que han desarrollado alumnos de grado medio y superior dentro del programa Ikasenpresa, impulsado por Tknika, y que les ha dado la oportunidad de sacar su lado más proactivo a la hora de crear un negocio, para que fueran ellos los que propusieran cuál querían lanzar, mientras que el profesorado les ha acompañado solo para resolver sus dudas.

Por esta razón, ayer pocos eran los que querían perderse ese momento de entrar en este recinto y comprobar in situ hasta dónde puede llegar la creatividad y el talento juvenil: desde los ciudadanos, que no perdieron detalle de todo lo que allí vieron, a las autoridades y políticos invitados a esta inauguración, como Maider Etxebarria, edil de Promoción económica, Pilar García de Salazar, teniente de diputado general, David Montero, director de BIC Araba, y Axier Urresti, director ejecutivo de la Fundación Vital, quienes durante su recorrido por los stands se asombraron con todo lo que allí descubrieron. Y, para muestra, uno de los puestos más cercanos a la entrada de esta carpa, el de Find, un rastreador, ideal para las personas que tienden a no saber dónde han dejado las llaves de casa o el teléfono móvil, y que también se podría colgar en el collar del perro. Lo han creado siete alumnos de segundo de Diseño y Producción mecánica de Nieves Cano-Egibide y las 100 unidades que han encargado han volado como churros, "porque solo nos quedan estas dos que ves aquí", explicaba con orgullo, César Cano, de 20 años. Y, como añadía su compañero Mateo, estas dos últimas piezas las iban a sortear entre todos los que les compraran un boleto, por un euro "y también les daremos un alfajor, un dulce tradicional argentino".

Habían pensado en todo. Lo mismo que Iratxe y Nerea, dos de las cinco estudiantes de Deportes de Mendizabala que han dado vida a Tacondrea, "un tacón de quitan y pon", un invento superpráctico, como mostraban, que con tan solo hacer un pequeño click para despegarlo de su imán evita el temido dolor en el pie, "porque tras quitarlo, se convierte en un zapato plano cómodo", detallaba Iratxe, "y, además, evita el tener que llevarte otro par de recambio", precisaba Nerea, algo habitual entre las invitadas a bodas, pero nada práctico, al tener que cargar con su bolsa. Nada que ver con sus tacones de quita y pon que, por si fuera poco, escondían una pequeña sorpresa. "También se podría guardar en el tacón una pequeña navaja o un spray con gas pimienta porque nuestro invento aúna movilidad y seguridad", resumían, con una sonrisa.

A escasos metros de este puesto, Ainhize, Sara y Araitz exhibían las fundas para el móvil, las llaves inglesas o los ceniceros que han obtenido tras el reciclaje de tapones, el proyecto en el que han estado inmersas junto a cinco compañeras más del segundo curso de Imagen y sonido de Mendizabala. "Hemos puesto cubos de basura en clase, luego los trituramos y fundido para convertirlos en estas bobinas de las que más tarde hemos conseguido sacar estos objetos. Teníamos claro que queríamos hacer algo de reciclaje, pero haciéndolo algo más visible, con un producto final", aclaraban.

No menos llamativas eran las pócimas artesanales de Alkimium, que han ingeniado Soraya, Jon, Iker, Zoe y June, de Imagen y sonido de Mendizabala. "Somos muy frikis de los videojuegos y del anime, así que inspirándonos en el World o Warcraft o Eve of legends hemos creado Maná y Vida, dos zumos. El primero, el azul, es para lograr hechizos para alimentar la magia, y el rojo es para ganar vitalidad aunque la idea es hacer otras versiones en alcohol, aunque su sabor así, de momento gusta", destacaban. E igual de interesante era Clock lock, de sus compañeros de clase Andoni, Aiora, Unai y Aitor. "Queríamos hacer un producto que facilitara la vida de las personas y decidimos hacer un reloj inteligente para abrir puertas con cerraduras compatibles, tanto de casa como de coche, mediante la huella dactilar, pero de momento, solo tenemos la idea", detallaban.