vitoria - El uno de enero suele estar marcado -además de por la entrada en el nuevo año que empieza- por la subida de los precios en las bebidas que, diariamente, se sirven en bares y cafeterías de todos los puntos de la ciudad, así como de otros productos de uso habitual. Este año, sin embargo, parece que aún no va a llegar ese aumento, aunque los comerciantes no descartan que en algún momento del presente año se lleguen a producir.

Los clientes suelen ver con preocupación estos incrementos en las tarifas, y respiran aliviados cuando estos, por una razón o por otra, no llegan a producirse. "Parece que en esta ocasión nos han querido dar una pequeña tregua", comenta Carmen mientras ojea el periódico que tiene entre las manos y apura un con leche. Sin embargo, y aunque no ha notado el café más caro, sí asegura que "ha subido el pan, al menos el que yo compro. Diez céntimos más me cuesta ahora". Cinco o diez céntimos, al fin y al cabo, parece no suponer una gran diferencia, pero al final del año, y si se hace un consumo diario, puede llegar a ocasionar un desembolso de 18,25 euros si se habla de cinco céntimos más al día y de 36,5 si son diez.

Al tratarse de bebidas que se consumen diariamente, como el café o la cerveza, algunos consumidores agradecen que este año se hayan mantenido los precios, al menos, por ahora. Es el caso de Isabel, que cuenta que "siempre tomo lo mismo, un zurito tostado, en diferentes sitios. Llevo ya varios meses tomándolo aquí y siempre me han cobrado lo mismo".

En el centro de la ciudad, Rocío, una de las trabajadoras de O'Connor's Irish Pub relata que "aunque no siempre, los cambios se suelen hacer tras el verano, como la vuelta al cole", y que se suelen producir por dos razones; o por la oferta que encuentran o porque llevan ya muchos años con los mismos precios. Por eso, no sabe decir si este año van a subir algún precio, pero si lo hacen, explica que probablemente no será ahora, sino más entrado el año, cerca de septiembre.

Por su parte, Natalie, del Café La Plaza -también situado en pleno centro- se suma a explicar que no ha habido ningún cambio con la entrada del año, y que tampoco sabe si se van a producir a medida que avancen los meses. En otro barrio, en la cafetería Golden Gate, Gregorio -el jefe del establecimiento- reconoce que en algún momento igual sí que suben los precios, pero que "de momento no".

diferencias en los precios Otro tema que suele preocupar a la clientela que frecuenta las cafeterías y los bares es la diferencia de precio existente entre el centro y los barrios de las afueras. Dos cafés con leche y un café solo, por ejemplo, puede llegar a costar hasta treinta céntimos más en el centro que en los bares de otras zonas. "Hay mucha diferencia de un barrio a otro en cafés, kalimotxos, cervezas, etc. Aquí, cerca del centro, el café cuesta 1,30 euros, y en otros sitios es 10 céntimos más caro, o más barato. Depende del lugar al que vayas, aunque si sabes que son más caros tiendes a evitarlos", relata Irati mientras disfruta de su cortado en una terraza al sol, y añade: "Lo que más varía, sin duda, es el kalimotxo. En unos sitios te cuesta 2,80 y en otros 3,30. Vamos, cincuenta céntimos de diferencia".

Sin embargo, consumidores como Carmen explican que los precios no solo varían entre el centro y las afueras, sino que en el propio centro las diferencias de tarifas también se dan: "En el centro, puede haber una variación de 10 e incluso de 20 céntimos dependiendo del establecimiento al que vayas".

Otro cliente, Txema, que también disfruta de los rayos del sol y de su caña en una terraza en plena Plaza España resalta que "en algunos bares del barrio Lakua-Arriaga el café ha subido hasta 5 céntimos, de 1,10 a 1,15. Los zuritos he visto que se mantienen, pero algunas copas, aunque yo no las tomo, sí he escuchado que han subido".

Por su parte, Javier, que trabaja en el Café Victoria cuenta que "todos los años suele subir. Lo hace más tarde o más temprano. Pero nunca se sabe". Según él, todo depende de si los proveedores suben o no sus precios. Mientras habla, un hombre se acerca y reconoce que "es que la cosa está muy mal".

En el caso de la cafetería Lovaina, una de sus socias -Carmen- adelanta al otro lado de la barra que en su comercio los precios del café no han subido y que oscilan entre el euro con veinte y el euro con treinta. "Si los proveedores suben el precio, tendremos que hacer el ajuste", aventura. También en la cafetería La Galería, Pablo cuenta cómo de momento él no ha subido nada, pero que "nunca se sabe". En su caso, que lo que más dan son desayunos, sí que le han subido algo el pan, "un pelín", pero él mantiene sus precios como estaban, sin variaciones.

Todos ellos, tanto los trabajadores como los clientes que cada mañana despiertan con un café o disfrutan de un vino o una cerveza, esperan que los precios se mantengan, al menos, durante los próximos meses. Mientras tanto, todos destacan que la entrada del año está siendo bastante tranquila en este aspecto, con ligeras subidas en algunos productos como el pan pero sin grandes cambios en bares y cafeterías con respecto a años anteriores.

Entre barrios. Las diferencias de precios en el caso de los cafés entre distintos barrios puede llegar a ser de unos diez o veinte céntimos.

En el centro. Algunos encuestados reconocen que en el propio centro también se dan diferencias y que un café puede tener también 10 ó 20 céntimos de diferencia.

El jefe de la cafetería Golden Gate no descarta que las subidas se lleguen a producir en algún momento, pero recuerda que ese día todavía no va a llegar.

Esta clienta asegura que, entre un barrio y otro, la diferencia de precio puede llegar a ser de hasta cincuenta céntimos.

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Según las personas entrevistadas, la diferencia de precio en el caso de los cafés suele ser de unos 10 ó 20 céntimos, a la alta o a la baja, y que oscilan entre 1,10 y 1,30 en función de dónde se pidan.