Vitoria - Los malos humos de los vecinos de Sansomendi a cuenta de los malos olores que desde 2015 provienen de una empresa localizada en el polígono de Ali-Gobeo se han ido disipando en el barrio gracias a las medidas correctoras que ha aplicado esta compañía dedicada a la fundación de machos. El punto de inflexión al respecto, como detalla Julio Baceiredo, representante de la asociación de vecinos y amigos Kaleartean a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA se dio el pasado mes de junio cuando, a raíz del clamor general en el barrio, en forma de una campaña de recogida de firmas por internet, la fábrica, que siempre ha demostrado que cumple con la legislación medioambiental al respecto, "incluso más allá de lo permitido"-puntualiza Baceiredo-, decidió ponerse manos a la obra para hacer algo al respecto. En concreto, incrementando la altura de su chimenea y limpiando la misma para minimizar en la medida de lo posible esta situación tan desagradable, tal y como esta empresa le comunicó a los vecinos el pasado 12 de diciembre durante la primera reunión en la que ambos se sentaron por primera vez a hablar.

Tras estas mejoras, el cambio ha sido más que notable en el barrio. "Ahora, en pleno invierno, se percibe un poquito un pequeño olorcillo, de vez en cuando, cuando el viento es favorable, pero ya no es una peste del copón y la gente ya no me manda quejas", resalta.

El otro revulsivo al respecto ha sido la buena voluntad que ha puesto el equipo de gobierno municipal de Gasteiz para intentar zanjar este conflicto, mejorando la interlocución entre todos los implicados, lo que ha logrado, "un avance durante esta legislatura para conseguir estos objetivos", subraya el portavoz de Kaleartean. Así, por ejemplo, el Consistorio, aparte de investigar la procedencia del olor, también ha hecho lo posible para saber de primera mano qué es lo que pasaba al respecto y comunicando los avances a los de Sansomendi.

Este caso fue el que se dio en el último auzogune del pasado 26 de octubre. Como recuerda Baceiredo, dada la "incertidumbre" que había en Sansomendi sobre las posibles mejoras al respecto, se presentó al Ayuntamiento un escrito para saber si había cambios. Su aclaración se la dieron en este foro en el que estuvieron presentes los concejales de Medio Ambiente, César Fernández de Landa, y de Participación ciudadana, Borja Rodríguez, entre otros, en el que se explicó lo que ocurría y los ácidos que intervienen en la misma. Aspecto este último importante si se tiene en cuenta que el proceso de producción de esta factoría emplea una mezcla de arena con resinas y un catalizador, el GH 3, y una de las características de este material químico es la emisión de compuestos derivados del amoniaco, cuyo potente olor recuerda al del pescado podrido.

De hecho, al poco de iniciar esta empresa su actividad, en diciembre de 2015, ya fue cuando comenzó a detectarse el hedor. La empresa fue sancionada entonces con 4.000 euros porque había iniciado la actividad sin licencia, pero tras este percance, toda la documentación estaba en regla.

A raíz de entonces se acordó que este proceso de olores tenía que quedar "en un mínimo" y el Consistorio decidió organizar también una reunión entre vecinos y fábrica, dado que se constató que entre estas partes el contacto era nulo. El gran día para esta primera cita llegó el pasado 12 de diciembre cuando las tres partes (Ayuntamiento, fábrica y residentes) se juntaron en las dependencias de San Martín. "Ese día nos explicaron las medidas correctoras. La relación ahora es directa con la empresa y tengo sus datos, por si se repite el problema", destaca.

Medidas correctoras. El pasado 12 de diciembre, la empresa causante de los malos olores informó a los vecinos de Sansomendi de que ha aplicado medidas correctoras para minimizar todas las molestias posibles. En concreto, detalló que desde el pasado mes de junio ha incrementando la altura de su chimenea y ha limpiado la misma.

Proceso de producción. La actividad de esta empresa incluye la fabricación de productos para fundición, como el catalizador GH 3. Una de las características de este material químico es la emisión de compuestos derivados del amoniaco, cuyo potente olor recuerda al pescado podrido. El barrio empezó a notar los malos olores al poco de que esta empresa empezara su actividad en diciembre de 2015.

Recogida de firmas. La asociación de vecinos Sansomendi Kaleartean abrió en junio de este año un proceso de recogida de firmas entre vecinos del barrio y alrededores para tratar de terminar con el retorno de los malos olores en el barrio.

Mejora de la interlocución. Desde el Ayuntamiento de Vitoria se ha hecho todo lo posible para investigar la procedencia de ese mal olor y analizar soluciones. Por ejemplo, personal técnico municipal comprobó en su día que este foco de emisión era tan potente que afectaba a zonas relativamente alejadas, fundamentalmente debido a los vientos dominantes en fechas estivales. Otra de las claves fue la mejora de la interlocución al hacer de mediador entre empresa y residentes. Y, aparte, ha facilitado una relación directa entre empresa y afectados.