VITORIA - Los maltratadores siempre responden a un mismo perfil. Personas inseguras y rígidas que intentan anular a las mujeres de una manera progresiva. Mujeres que sin darse cuenta y de una manera paulatina se convierten en víctimas de la violencia machista. Maialen Fernández, responsable de la clínica de psicología que ella misma fundó e instaló en la calle Prado 16, habla sobre este perfil y también explica que, en muchas ocasiones, la víctima maltratada no es consciente de su situación.

Cómo ha visto a la sociedad alavesa este año, ¿qué balance haría?

-Hago un buen balance aunque creo que lo que más ha habido este año es mucho miedo al futuro. Hay muchísimos problemas de vulnerabilidad la creencia de y si, y si me quedo sin trabajo, y si me entra una enfermedad, y si,...mucho estar dándole vueltas a lo mismo. Hay miedo al futuro.

¿Este miedo es el mayor problema que nos lleva a los psicólogos?

-No es el principal problema pero sí que ocurre mucho. Por lo que más viene la gente es por ansiedad.

¿La ansiedad entiende de edades?

-No, pero les afecta más a la gente mayor. La gente más joven viene mucho por autolesiones, no es por lo que más vienen, pero se ha observado un aumento de autolesiones entre la gente joven, agresiones a uno mismo por problemáticas de bulliyng, y también situaciones de mobbing y estrés laboral.

¿Muchos casos de autolesiones? ¿Eso es un intento de suicidio?

-No, no tiene por qué. Alguna de las lesiones que he visto van como mecanismo de gestionar la ansiedad. Por un lado, centrándome en algo que acapara toda mi atención dejo de centrarme en todo el dolor que tengo dentro. Muchas veces también es casual. Por ejemplo, una persona está en un centro comercial y se da cuenta de que le va a dar un ataque de ansiedad y se hace daño con algo, por ejemplo, quemándose la mano con la escalera mecánica. Le duele tanto ese dolor, que ya olvida el emocional. Y eso se reproduce cada vez que se tiene ansiedad.

Si se reproduce... ¿Es porque es una conducta adictiva?

-No es una conducta adictiva pero sí representa ciertas características en común con una conducta adictiva. No es una adicción, pero sí que obtienen su recompensa.

Casualmente, una de las primeras causas de muerte es el suicidio. ¿Qué está pasando en la sociedad, cómo podríamos cambiar esto?

-En mi opinión, se deberían de destinar mucho más recursos a los suicidios. Los suicidios no es algo que queramos normalizar, pero sí hacerlo una realidad y mucho más visibles. Cuando alguien llega a un hospital tras intentar suicidarse se le mantiene en psiquiatría un tiempo y se le da el alta, esa es la intervención que se hace. A nivel de salud mental los recursos son escasos.

¿Y cómo se podría evitar?

-Cuando es gente joven desde los colegios, evitando las conductas de bulliyng, dando información ante las primeras señales. Son los profesionales de la salud los que también tenemos que intervenir ahí. Hay gente que queda muy abandonada. y en estado de desesperanza es lo que les lleva al suicidio. ¿Qué más necesita una persona para suicidarse que la sensación de que haga lo que haga saldrá mal y que nada depende de ella? Lo que preocupa de estas personas no es lo que dicen, sino lo que no dicen.

¿Nos da vergüenza hablar de nuestros problemas o ansiedades?

-Muchísima. También la sensación de ridiculez, pero todos tenemos derecho a nuestros miedos y nuestras inseguridades.

Me ha hablado del bullying y de dar información ante las primeras señales. ¿Cuáles son esas primeras señales?

-Los cambios de conducta en el menor, por ejemplo. Aunque lo más importante es darle a un niño las herramientas necesarias para que un caso así sea capaz de contárselo a sus padres. Que sienta la seguridad en casa como para poder abordar un tema de esos en casa.

Pero aunque tengan seguridad, ¿tal vez les de vergüenza contarlo, no?

-Sí, también pasa. Por eso es importante detectar esos cambios de comportamiento en los niños y darles la confianza de que si nos cuentan algo así les ayudaremos, en ningún caso les juzgaremos, sino todo lo contrario. El bullying además tiene muchos formatos, no hace falta pegar, también vale con hacer el vacío a un niño. Es importante que los profesores también estén pendientes de esto.

¿Los niños que pegan en clase y haces bullying, suelen tener conductas agresivas en la calle?

-No siempre, no tiene por qué. Puede que en casa sea maravilloso y en la calle un ogro, o al revés. Hay qué detectar y estar encima de los niños, ver cómo se comporta en el parque, qué tipo de juegos les gusta y lo que ven en la tele, para saber si es violento lo que ve o no. Cualquier señal es importante.

¿Estos niños que pegan son los que en edad adulta contribuyen en la lacra machista pegando a sus mujeres?

-No, no tiene por qué.

¿Cuál es el perfil del maltratador?

- El hombre que pega a la mujer suele ser una persona insegura, obsesiva, rígida, aunque no lo parezca, y tiene ideas distorsionadas que todo lo que perciben en el día a día hacen que encaje en sus creencias. Pero suelen dar sensación de seguros y empáticos. Hay muchos hombres que maltratan a las mujeres psicológicamente, las anulan completamente como personas. Esas víctimas llegan al punto de no poder tomar una decisión, y con conductas súper auto destructivas.

¿Por qué no salen de ahí?

-A veces no se dan ni cuenta. Los hombres las critican, tergiversan todo lo que hacen, y las van anulando poco a poco. ¿Quién te va a querer como yo? Esto te lo dije ayer, ¿cómo no te puedes acordar? ¿Cómo vas a cuidar de los niños si no eres capaz de hacerte cargo de ti misma? Económicamente dependes de mi, porque no has trabajado nunca,... son solo uno de los comentarios que se les dice cuando se quiere anular a la persona.

Cualquier mujer puede ser maltratada pero, ¿responden a algún perfil?

-Yo he visto de todo tipo, perfiles muy distintos que no tienen nada que ver. Aunque sí es verdad que suelen ser mujeres que quieren demasiado, cuidan más a sus parejas que a veces a ellas mismas.. Personas que piensan que van a ayudar a sus hombres. Hay mujeres que sufren tanta ansiedad que sólo quieren arreglar la situación con sus parejas, no quieren romper ni que él les dejé solo quieren arreglar la situación. Aunque no hay un perfil aparente cualquiera puede ser maltratada.

Si alguna de esas mujeres está leyendo esta entrevista, ¿qué les diría?

-Que son más valientes de lo que creen, que pueden salir y deben salir de eso. Que no permitan que las humillen, que no se dejen anular. Que no están solas y que pidan ayuda que la sociedad va a responder. En una relación de pareja nunca tiene que haber faltas de respeto. Ese es el primer ingrediente, si un día te dice que no vales para nada es progresivo. Sal de ahí.

¿Alguna de sus pacientes es una mujer que maltrata a su pareja?

-No. Sí que tengo pacientes mujeres que son obsesivas o muy controladores. Pero muchas veces incluso el hombre que pega a la mujer utiliza esa cualidad y a veces la víctima se justifica en eso, cómo no se va a poner como un loco si yo soy así. Tenemos que luchar contra estas cosas.

¿Existe dependencia emocional en estos casos?

-Dependencia emocional y codependencia emocional.

¿Qué significa la codependencia?

-Es la dependencia del dependiente. Por ejemplo, si un chico es dependiente la mujer puede convertirse en dependiente de esa dependencia. A eso llamamos codependencia emocional y se da en muchas más ocasiones de las que pensamos. Es lo que arraiga la relación y lo que la hace funcionar, mal pero la hace funcionar.

Otra de las grandes lacras de este 2019 han sido las violaciones. Se podría decir incluso que se ha puesto de moda violar en repetidas ocasiones por un grupo de chicos y mientras uno de ellos comete la violación los otros faltan a la omisión del deber de socorro de la víctima.

-Es horrible. Supongo que esto responde a la normalización de la conducta, a pensar que lo que hago no es tan grave, y minimizar esa conducta. Cosas que están prohibidas y nos unen como grupo y en el que la responsabilidad, además, se diluye en todos los juegos. También es por ignorancia.

Maltratadores, violadores, ladrones... ¿Somos malos por naturaleza?

-Yo creo que al revés, somos buenos por naturaleza. Aquí ves muchísima gente buena, la parte buena y más vulnerable de cada uno. Llegas a entender qué motiva a alguien a hacer un comportamiento malo.

¿Estás personas que son capaces de matar a sus propias mujeres, tienen cura? ¿Realmente se puede reinsertar a un asesino en la sociedad?

-No se pueden generalizar los casos. Te puedes encontrar a alguien que hace algo en un estado psicótico, o por un trastorno de personalidad grave hasta personas con distorsiones cognitivas. Es difícil contestar a eso, no hay un patrón concreto.

¿Cuáles son los problemas psicológicos más frecuentes de la sociedad?

-Los problemas de ansiedad. Vienen y me dicen quiero que me quites la crisis de pánico, pero es que esa crisis viene por todo lo que uno tiene detrás. También es por esa necesidad de tener todo controlado. Nos gusta tener todo atado y en cuanto hay algo que no puedo controlar de repente veo que me desborda.

¿Por qué?

-Porque estamos acostumbrados a ganar. Y porque además se nos inculca eso desde pequeños.

¿Se pueden cambiar las conductas más arraigadas de una persona?

-Se puede mejorar. Si tú tienes un carácter obsesivo siempre vas a ser tener tendencias de que te gusta tener todo un poco controlado y además tienes unos beneficios por serlo como por ejemplo que lo tienes todo controlado, te superas a ti mismo, pero te va a acarrear muchísimos problemas también.

¿Queremos respuestas rápidas?

-Generalmente sí, pero si queremos conseguir un cambio a largo plazo hay que profundizar un poco más no se puede arreglar únicamente con la parte más superficial.

¿Se puede llegar a ser feliz?

-Se puede llegar a tener momentos de gran felicidad y vivir tranquila.

¿De qué depende esa felicidad?

-De conocernos a nosotros mismos y de respetarnos y de ser igual de tolerantes con nosotros mismos con los demás.

¿Qué es lo que más le gusta de su profesión?

-Uff... Todo (con rotundidad).