Llodio - La asociación Nomeolvides de Llodio despide el año con el reparto de trece estufas y combustible entre sendas familias desfavorecidas del municipio. "Nos habían planteado los problemas que tienen para hacer frente a los recibos de electricidad, sobre todo en invierno. A menudo viven de alquiler, en casas que no tienen calefacción o no la encienden porque no pueden pagar la factura energética. Por eso, en colaboración con los afectados, pensamos en las fórmulas que podrían aliviar el problema, y planeamos la adquisición de estufas de combustible líquido porque es económico y tienen un gran poder calorífico", explica el presidente de la asociación, Javier Landaluce.

La compra de estas estufas forma parte de una nueva estrategia emprendida por Nomeolvides desde el pasado mes de septiembre, cuando dejaron de disponer de un local adecuado para almacenar alimentos. "Desde hace cinco años, en Nomeolvides hemos contado con el respaldo de personas que han cedido gratuitamente sus locales industriales. Por eso, siempre hemos mostrado un enorme agradecimiento, pero la asociación tomó la decisión de emprender un nuevo rumbo, fruto de un proceso de reflexión interna", matizan.

Nuevo escenario En este nuevo escenario, Nomeolvides ha optado por organizar eventos puntuales como forma de recaudar fondos para destinarlos a la formación del colectivo, adquirir alimentos o enseres con los que ayudar a las familias necesitadas de Llodio. Una de estas actividades fue la fiesta celebrada el 21 de septiembre en Zubiko Kurajo, aunque "también hemos recibido donaciones, como las del colegio La Milagrosa que ha organizado varias actividades para recaudar fondos con destino a la asociación", apuntan.

Parte de estos recursos se han destinado a la compra de alimentos, que se han repartido este mes de diciembre entre las familias necesitadas de Llodio; así como a la adquisición de trece estufas. "Una compra en la que la empresa Bricomart de Sestao colaboró donando una unidad que se ha incluido en el lote", añaden. Para completar la campaña de Navidad, han colocado cinco huchas en varios bares -Tolo, Lauri, Azoka, cervecera Araba- y en la panadería Zuentzat del mismo Llodio.

En su nueva línea de trabajo, se plantean actividades dirigidas a formar profesionalmente al colectivo beneficiario. "Nuestra intención es ofrecer formación a algunas personas con el perfil adecuado para facilitar su salida de la situación en la que se encuentran y favorecer su inclusión laboral", explica Landaluce. Así, en los próximos meses se pondrán en marcha cursos de formación en manejo de carretillas elevadoras, manipulación de alimentos, limpieza de edificios y elaboración de currículum y entrevistas laborales.