Apoyarse en una vertiente solidaria. Este ha sido uno de los pilares fundamentales que han llevado a la cuadrilla gasteiztarra Siberiarrak a colaborar con Retinosis Araba Begisare, una asociación constituida en 2017 con el fin de "mejorar la calidad de vida de las personas afectadas por la retinosis pigmentaria", una enfermedad "rara" que afecta, aproximadamente, a una de cada 3.000 o 4.000 personas.

Ibon López Viguri, de Siberiarrak, explica que basaron su decisión de colaborar con esta asociación en dos ejes. El primero era que querían que se tratara de una asociación local, y el segundo era que la incidencia de la enfermedad fuese notoria en Araba. "Vimos que cumplía los dos requisitos. Es una de las enfermedades que menos se conocen pero de la que, probablemente, más casos hay, y vimos que podía ser una buena oportunidad de ayudar a una asociación pequeñita que está empezando y que igual no tiene tanta difusión como otras", argumenta.

Tras haber estado colaborando con los miembros de la asociación durante todo este año en las tareas de difusión de la enfermedad y "apoyándoles en su trabajo de sensibilización social sobre la retinosis pigmentaria y la baja visión", su próxima acción compete ahora a algunos establecimientos de la ciudad. Aprovechando el tirón de las navidades, varios locales albergarán unas huchas solidarias en las que realizar aportaciones para ayudar a la asociación. The Garage, el restaurante Urizar, la taberna Atzarre, el bar El Abuelo, Quesos Sasamon, Gnomos y el bar Óxido se han sumado ya a esta iniciativa, aunque anuncian que "igual se anima algún local más". Estas huchas estarán disponibles durante todo el año, para que todas aquellas personas que lo deseen puedan aportar su granito de arena. Los objetivos de esta actividad -cuentan desde Siberiarrak- son, "principalmente, promover y difundir la asociación Begisare, tengo baja visión, y como secundarios recaudar dinero para donar de manera íntegra a la asociación para la investigación sobre esta enfermedad genética".

Esta no ha sido, sin embargo, la única actividad que han realizado en esta materia. Este mes han celebrado ya dos conciertos solidarios en los bares El Abuelo y Óxido para recaudar fondos. "Otra iniciativa fue que, durante estas fiestas, en 2019, llevábamos todos los integrantes de la cuadrilla una pulsera en la que ponía Yo lo tengo en cuenta. Con ella, queríamos hacer ver que no todas las personas que tienen problemas de visión son fáciles de identificar", cuenta López. Además, explica que las personas que tienen retinosis pigmentaria van perdiendo la visión periférica y "las ves como personas normales, pero puede que se choquen contigo en el autobús o o con una farola". Todos estos actos, sumados a los de difusión a través de redes sociales y el reparto de panfletos y pegatinas, esperan que sean de ayuda para dar a conocer esta enfermedad que, según el blusa, y teniendo en cuenta la población que tiene Vitoria, "afecta, paradójicamente, a más casos de los que igual tocaría estadísticamente en la ciudad".

planes de futuro Siberiarrak tiene claro que seguirán trabajando para "intentar mejorar la ciudad de Vitoria". Su intención es que cada año, quizá, puedan colaborar con alguna asociación que cumpla las características, "que sea de Araba y que la incidencia de la enfermedad sea notoria en la provincia". Por eso, su próximo objetivo para el año que viene es, siguiendo el mismo proceso y terminando con la colocación de huchas, colaborar con la asociación de Esclerosis Múltiple de Araba (Aemar). Adelantan que tienen pendiente hablar con ellos, pero que es donde tienen puesta la mirada en estos momentos.

Las ideas de esta cuadrilla están, al fin y al cabo, muy claras. "No solo estamos para vivir de lo que Vitoria nos puede ofrecer, sino que tenemos también una responsabilidad con la ciudad. Creo que para poder disfrutar de esta ciudad tan increíble, tenemos que concienciarnos y sensibilizarnos de que en la misma también puede haber problemas", argumenta López. Por eso, quienes forman parte de Siberiarrak, una cuadrilla que en los días fuertes puede llegar casi a las doscientas personas, tienen siempre tres pilares en cuenta: "Ganas de pasarlo bien, pero con respeto a la ciudad y a los conciudadanos, y una visión de intentar ayudar para, en la medida de lo posible, intentar mejorar la ciudad".