tal y como se puede palpar en el ambiente, la Navidad se acerca, y tras un largo y duro año de trabajo, Olentzero está preparando ya su macuto para bajar de su txabola en el monte y repartir después regalos para todos y carbón para algunos.

Por tercer año consecutivo, el concejo alavés de Albéniz, perteneciente al municipio de Asparrena, acoge la visita de un nutrido grupo de niños y niñas que llegan en tren desde Iruña, ilusionados por entregar su carta a Olentzero, que desciende por el camino del monte y llega hasta la pequeña localidad para recoger las peticiones de los más pequeños del barrio de Errotxapea y pertenecientes a la federación Batean de Iruña. Esta agrupación de ocio juvenil de la capital navarra y una treintena de vecinos y vecinas voluntarios de Albéniz organizan la llegada de Olentzero y Mari Domingi, que harán acto de presencia este próximo sábado 21 bajo la luz de 300 velas y acompañados por el sonido de la txalaparta. Anteriormente, este acto se llevaba a cabo en la cercana localidad de Egino, pero la falta de medidas de seguridad en el apeadero de esta localidad impidió que el tren dejara allí a la comitiva. Desde hace tres años la fiesta se trasladó hasta Albéniz, lugar donde se ubica la estación de Araia.

"Sabemos que este año van a bajar a Albéniz el día 21 y no nos lo queremos perder", explican desde la federación Batean. "Como venimos haciendo varios años, y como él bien se merece, nos reunimos en el pueblo de Albéniz, para darle la bienvenida y nuestras cartas, con las que demostramos que hemos sido buenos desde la última vez que lo vimos, y confesando nuestras pequeñas trastadas".

a las 17.30 horas "Queremos aprovechar para desearles lo mejor para el año nuevo y compartir con ellos todos nuestros deseos", señalan. Para ello, las familias del barrio -padres, madres, amamas, aitites y por su puesto los txikis de la casa- cogerán el tren que parte desde la estación de tren de Pamplona a las 16.42 horas y llegarán a la estación de Araia, ubicada en la localidad de Albéniz, poco menos de una hora después, sobre las 17.30, donde les estará esperando la txalaparta para darles la bienvenida.

"Aprovechamos también para agradecer al pueblo de Albéniz por su acogida, hospitalidad, y por compartir un año más un momento tan especial como este con nosotros", destacan desde Batean.

Para quitarse los nervios del cuerpo, los integrantes de la comitiva navarra -alrededor de 150 personas entre mayores y txikis-, llevarán a cabo distintos bailes. "Mientras Olentzero comienza su camino de descenso de la montaña cantaremos la canción que bien sabemos", anuncian desde la federación, que agrupa a niños y niñas de entre los tres y los 16 años de edad.

Los txikis podrán seguir el descenso del mítico carbonero a través de la luz del farol que acompañará a Olentzero durante todo su trayecto por la zona de Isasia. La algarabía será la protagonista en el recorrido hasta el pórtico de la iglesia, donde se recibirá a todos los asistentes con un rico y caliente chocolate acompañado de dulces y vino caliente. Los ojos de niños y mayores brillarán de fascinación.

De manera ordenada los y las txikis tendrán la oportunidad de acercarse hasta Olentzero para entregarle sus misivas cargadas de peticiones para la jornada de Nochebuena que se celebrará apenas tres días después. Balones, aparatos eléctricos, muñecas, disfraces, libros, ropa, bicicletas y todo tipo de gadgets, entre otros, coparán las peticiones de este año.

"Es un acto entrañable y muy bonito el ver a los niños con velas dirigiéndose al encuentro de quien les recogerá en una carta la ilusión y felicidad que ellos tanto esperan", señalan desde la organización.

Tras una tarde mágica, los visitantes navarros regresarán a su barrio en el tren de vuelta, sobre las 19.30 horas, tras una tarde festiva diferente "que para nosotros siempre es muy especial y muy mágica". En ella, tanto niños como jóvenes y también mayores se "implican mucho y de manera muy intensa". La cita es también una muy buena oportunidad para unir lazos entre los vecinos del barrio pamplonés, muy cercano a la estación de tren de la capital navarra, y la pequeña localidad de la Lautada en torno a Olentzero.