Vitoria - Salvo en unos pocos colegios de la red concertada, la posibilidad de elegir un menú 100% vegano en los comedores escolares de la CAV, sean o no públicos, no existe a día de hoy. Tras una larga lucha por parte de las familias, iniciada precisamente por una domiciliada en Gasteiz, la red pública vasca fue pionera en todo el Estado al incluir la opción vegetariana en los jantokis a partir del curso 2012/13, una medida de la que todavía hoy siguen beneficiándose muchos alumnos alaveses. Sin embargo, para decenas de madres y padres del territorio la alternativa ya se ha quedado corta, porque junto a los alimentos de origen vegetal esta dieta incluye también los huevos y los lácteos.

Es el caso de la gasteiztarra Naroa Zabaleta, que no puede dejar en el jantoki de la ikastola a su hija de dos años porque sigue, como ella misma y su aita, una dieta estrictamente vegana. “No entendemos por qué se está discriminando a nuestros hijos en los comedores cuando sí se ofrecen otros menús adaptados. Pero no vamos a tirar la toalla”, advierte esta vecina en conversación con este periódico. La familia de Zabaleta, junto con varias alavesas más, han unido fuerzas bajo el paraguas de una nueva asociación, Feumve, que pide que los menús veganos, pero también vegetarianos, se extiendan a todos los jantokis, tanto públicos como concertados, por cuanto estos últimos también viven de la financiación pública.

El impulso a este colectivo ha tenido esta vez el sello de una familia guipuzcoana, aunque Feumve ha extendido ya su lucha a todo el ámbito nacional y aglutina, por tanto, a padres y madres de todos los rincones del Estado. Al menos otra plataforma diferente más ha hecho también suya la misma reivindicación. Feumve, que se constituyó hace alrededor de un mes, ha llevado a cabo hasta ahora diferentes acciones en los ámbitos de la visibilización y la sensibilización, como la celebración de charlas, su salto a las redes sociales o la elaboración de un corto que fue premiado en un festival vegano celebrado recientemente en Almería.

La entidad también ha participado en el último Encuentro estatal en contra del acoso escolar, una realidad que es tristemente habitual entre los niños veganos. “Al no estar normalizado en el comedor, tampoco lo está en las aulas, y por eso a muchos pequeños se les machaca”, lamenta Zabaleta.

Pero además, como ya hiciesen en su día las familias que lograron incluir la opción ovolácteovegetariana en los jantokis públicos, Feumve ha comenzado a recopilar apoyos ciudadanos a través de distintas vías para llevar su reivindicación ante las instituciones. La semana pasada, de hecho, la asociación entregó 3.700 firmas ante el Ararteko y el departamento vasco de Educación. Por otra parte, la entidad ha impulsado varias recogidas de firmas virtuales a través de la popular plataforma change.org para localizar su petición no sólo a nivel estatal, sino en el ámbito concreto de distintas comunidades del Estado, entre ellas la CAV. Al cierre de esta edición, 3.764 personas se habían adherido a la campaña virtual que Feumve ha abierto en Euskadi. “Que una persona sea vegana o vegetariana no tiene nada que ver con una cuestión de moda, sino de un posicionamiento ético ante la vida. Lo único que se está pidiendo es que la opción vegana/ vegetariana esté presente en todos los comedores de todos los centros educativos que hay en el País Vasco, como lo está en algunos de los países europeos. Sin que se tenga que subir el coste por alumno, y que de esta manera se vaya normalizando este tipo de dieta en la sociedad. También (...) que sea equilibrada y de calidad, pues el menú vegetariano que se está ofertando hasta ahora se compone básicamente de huevo y soja. Hay muchísimos más alimentos de los cuales podemos obtener proteína vegetal”, apunta la asociación en la presentación de su iniciativa.

“iguales ante la ley” El colectivo recuerda en su petición que el artículo 14 de la Constitución establece que todos los ciudadanos “son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social”, y alude también al artículo 27.3 de la propia norma estatal, que determina que “los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones”.

Zabaleta y su pareja, que se hicieron veganos justo en el momento en que nació su hija, venían “dándole vueltas” a esta posibilidad desde hace varios años, pero por una u otra circunstancia, como la falta de información, no dieron el paso hasta que ella completó el embarazo. Posteriormente, como muchas otras familias, decidieron hacer extensible también la elección tomada a su pequeña.

El camino no ha sido fácil hasta ahora para esta vecina de Gasteiz, que el curso pasado tuvo que cambiar de haurreskola una vez superada la adaptación de la niña ante la negativa del centro a ofrecer una alternativa vegana que en un principio no objetó. La familia “resolvió la papeleta” en el segundo centro, integrado en el consorcio haurreskolak, llevando las comidas ya preparadas en un termo. Ahora, pese a tratarse de un centro público, su decisión ha tenido que ser no recurrir al comedor. “Esto es un movimiento que está en auge, ya sea por luchar contra el maltrato animal o por la conservación del planeta, y no va a parar”, avisa Zabaleta.

Familias unidas. Cientos de familias de todo el Estado, entre ellas varias alavesas, han unido fuerzas bajo el paraguas de una nueva asociación, Feumve, que pide que los menús veganos se extiendan a todos los comedores escolares, tanto públicos como concertados, por cuanto estos últimos también viven de la financiación pública.

Iniciativas. El colectivo ha llevado a cabo hasta ahora diferentes acciones en los ámbitos de la visibilización y la sensibilización, como la celebración de charlas, su salto a las redes sociales o la elaboración de un corto, ha entregado 3.700 firmas en el Ararteko y Educación y recoge apoyos en ‘change.org’.

Esta madre gasteiztarra ha sido una de las primeras en sumarse al colectivo Feumve.

2012

Año desde el que los comedores de la red pública vasca ofrecen a los niños una opción de menú ovolácteovegetariano, que además de los alimentos de origen vegetal incluye también los lácteos y los huevos.