La mayor goleada a favor en Segunda, frente al Logroñés (10-1) en Mendizorroza

os temporadas consecutivas en Primera y tras la segunda, 1955-56, el Deportivo Alavés ha dado con sus huesos en la categoría de plata de nuestro fútbol. La división ‘reina’ se perdió en una Fase de Permanencia-Ascenso, de infausto recuerdo. Solamente se logró una victoria -Murcia (1-0)- y dos empates -Zaragoza (1-1) en Torrero y Betis (1-1) en Mendizorroza-, los otros siete encuentros se saldaron con derrotas. Alguna de ellas muy dolorosa, como el 6-0 de los béticos en su Estadio de Heliópolis.

Tras la debacle sufrida toca levantarse. ¡Nadie se imaginaba entonces, que volver a Primera costaría cuarenta y dos años! El sillón presidencial cambia de dueño y Salvador García del Diestro -magistrado de trabajo- sustituye al militar de profesión Luis Molina. El único directivo de la anterior junta que sigue es Juan Arregui, como vicepresidente primero. En el apartado técnico también hay relevo. Etxezarreta dice adiós -volverá en marzo de 1959- y llega como entrenador una antigua gloria del equipo: Luis Uquiri.

El equipo comienza su preparación el 9 de agosto y la plantilla conserva gran parte de los grandes nombres de su ‘bienio primer divisionista’. El 9 de septiembre de 1956 comienza la Liga y los albiazules se enfrentan al Eibar en Ipurua. Los goles de Iborra y Etxeandia, certifican la primera victoria alavesista (0-2) de la campaña 1956-57.

En la octava jornada visita Mendizorroza un viejo conocido, el CD Logroñés. Los riojanos ocupan el farolillo rojo de la tabla con solo un punto y el Deportivo Alavés -con un partido aplazado- se encuentra a cinco del líder Sabadell. Urquiri presenta un once de plenas garantías, pese a las ausencias por diferentes motivos de ‘Kaiku’, Etxaniz, ‘Primi’, Arbaizar o Erdozia. ¡La plantilla albiazul es amplia y tiene buenos futbolistas! Carlos; Sanz, Erezuma, Gorospe; Aitor, Ibarra; Contrasta, Aguirre, Ucelay, Etxeandia e Iborra, son los elegidos por el técnico de Deba para hacer frente al Logroñés.

La entrada que registra Mendizorroza es pobre, media entrada, en una tarde de mucho frío y lluvia constante en la segunda parte. Los momentos previos al encuentro son de mucha tensión en el vestuario arbitral, ya que el colegiado Manuel Garijo prohíbe la alineación del rojiblanco Andrés Garro, al estimar que su ficha no estaba debidamente diligenciada. ¡Los directivos riojanos montan en cólera, pero Garro no juega!

El primer gol de los de casa tarda en llegar y al filo de los veinte minutos de partido, el gasteiztarra Contrasta bate a Carlos Guinea, cancerbero visitante. El gol es largamente protestado por los jugadores visitantes, al estimar -toda la prensa alavesa corrobora la ilegalidad del gol- que Alfredo Contrasta ha arrebatado el balón de las manos del guardameta de manera antirreglamentaria. El árbitro consulta con uno de sus jueces de línea, pero acaba dando validez al primer gol local ¡Los directivos visitantes echan humo! Cinco minutos más tarde empata el Logroñés. ¡Es un espejismo! Al descanso se llega con un contundente 4-1 a favor de los albiazules. Al comienzo de la segunda parte -en cuatro minutos- el Deportivo Alavés se va al 6-1 y a partir de ese momento comienza la debacle riojana. Con 6-1 es expulsado su medio izquierdo ‘Titín’ de manera exagerada y con 8-1 se retira lesionado el lateral derecho Irazoqui. ¡Quedan veinte minutos y juegan con nueve futbolistas! Los de Urquiri rematan la tarde y consiguen dos goles más. ¡10-1, la mayor goleada a favor en Segunda División! ¡Los directivos del Logroñés claman indignados!

Fernando Iborra y José Antonio Ucelay marcaron tres goles cada uno. Dos hizo Bixente Etxeandia y los otros dos fueron logrados por Alfredo Contrasta y Miguel Ibarra. José Antonio Ucelay en el mes de diciembre fue traspasado a la Real Sociedad.

‘Luisín’ (Entrenador del Logroñés)

“La desgracia se ha cebado en nosotros. El resultado me parece exagerado. No pudimos hacer más. Del árbitro prefiero no hablar. El primer gol, la expulsión de ‘Titín’, el no dejar jugar a Garro. Prefiero callarme.”

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