on el Valencia, en el último y dramático partido de Liga de la temporada 1932-33, el Deportivo Alavés había descendido, por primera vez en su historia, a Segunda División. Era la jornada decimoctava de una Primera formada por diez equipos y en la que descendía el último clasificado. Se llegaba a esa postrera etapa con tres equipos tratando de huir del descenso: Valencia y Arenas de Guecho (12 puntos) y Deportivo Alavés (11).

En la última jornada el Arenas, solamente una derrota suya y una victoria albiazul le relegaba a Segunda, se enfrentaba al Donostia en Ibaiondo, mientras que en Mendizorroza albiazules y valencianos se jugaban el todo por el todo. Una victoria del Deportivo Alavés le permitía seguir, por cuarta temporada consecutiva, jugando en Primera, mientras que un empate o victoria salvaba a los de Mestalla. El gol average, en casi todos los casos castigaba a los albiazules, excepto con su victoria y la derrota del Arenas. ¡Victoria y salvación!, era el lema de los seguidores alavesistas.

El 26 de marzo de 1933, casi 22 años antes de nuestra historia de hoy, el Deportivo Alavés no pudo pasar del empate (1-1) frente al Valencia y descendía a Segunda. A los 22 minutos se adelantaba el valencianista Costa en el marcador y dos minutos más tarde empataba, de penalti, el fornido defensa albiazul Euskalduna. En la segunda parte no se movió el marcador y se ponía fin, con este partido, a un lustro de éxitos continuados y a una de las mejores épocas deportivas del conjunto de Mendizorroza en su historia.

El 20 de marzo de 1955 regresaba de nuevo a Mendizorroza el conjunto valenciano, que no lo había hecho desde aquella desdichada tarde, desde el punto de vista albiazul, de la temporada 1932-33. El Alavés, que había regresado a la máxima categoría futbolística estatal en la campaña 1954-55, estaba luchando por salvarse del descenso directo, primero, y de la promoción, después.

El Valencia marchaba clasificado en una cómoda cuarta posición, detrás de Real Madrid, Athletic y Barcelona, sin aspiraciones de ningún tipo. Quedaban cuatro jornadas para el final y el vitoriano Juan Carlos Quincoces, defensa central del Valencia y sobrino de Jacinto Quincoces, explicaba el 7-0 recibido por parte albiazul: “El domingo a la mañana (20 de marzo) nos acercamos a Mendizorroza y observamos que todas las mangueras del mundo estaban regando el terreno de juego. A la hora del almuerzo comenzó a llover torrencialmente. Cuando volvimos de nuevo al campo aquello era un lodazal, un barrizal, con 20 centímetros de barro. Nos metieron siete, pero nos pudieron meter una docena”.

El Valencia contaba con un gran equipo, en el que formaban jugadores que habían sido o iban a ser internacionales absolutos con España: Quincoces, Puchades, Pasieguito, Fuertes y Mañó y dos que fueron llamados a la selección como Sócrates y Badenes. Pero aquel 20 de marzo de 1955, en una tarde lluviosa y de mucho barro, nada pudieron realizar ante el vendaval de furia, garra, lucha, remate y facilidad goleadora de la escuadra albiazul. ¡Un tornado asoló la escuadra ché!. Primi (9’) abría el marcador y Etxeandia (24’) lo cerraba en la primera parte. En la segunda mitad el portero valencianista Quique encajó cinco goles más: Erdocia (49’), Wilson (53’), Primi (63’), Wilson (68’) y Erdocia (85’).

Este contundente triunfo, ante un cualificado rival que había vencido en Mestalla (6-1) en la primera vuelta, dio alas al Alavés en su sprint final liguero. En las tres últimas jornadas los albiazules lograron dos victorias y un empate, que les permitieron mantener la categoría. Una temporada más, el Glorioso iba a seguir en Primera.

COPA FEDERACIÓN

El 20 de junio de 1946 el Deportivo Alavés conquistó la Copa Federación, al imponerse en el Estadio Metropolitano al conjunto valenciano de la SD Sueca (3-2), en la prórroga. Antonio Puchades “Tonico”, presente en el 7-0, defendía entonces los colores del equipo de su pueblo: SD Sueca.

GOLEADAS

El mayor número de goles marcados en Primera por el Deportivo Alavés fue en la temporada 1932-33, frente al Racing de Santander (8-2). La mayor diferencia de goles en Primera, en el partido frente al Valencia (7-0).

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