iempre hay un principio para todas las cosas y para los Deportivo Alavés-Athletic también. Atrás ha dejado el conjunto albiazul, con su ascenso, los difíciles terrenos de juego de la Serie B de Vizcaya: San Fausto (Cultural de Durango), Santa Bárbara (Elexalde de Galdácano), Basoselay (Basconia) o Santo Cristo (Padura de Arrigorriaga), que jugar allí, pese a los nombres de los campos, era pasar algo más de 90 minutos en la silla de un dentista. Eran partidos como los de Mendizorroza, duros, fuertes, viriles, de pierna recia, con un público chillón y áspero con el rival, que a la más mínima oportunidad trataba de saltar al terreno de juego, no para entremezclarse con los futbolistas y disputar lo que quedaba de encuentro, ni tan siquiera para saludar afectuosamente al colegiado. Fueron dos las temporadas, 1925-26 y 26-27, las disfrutadas por el Deportivo Alavés en la segunda categoría del fútbol vizcaíno y en la presente, 1927-28, los albiazules ya se habían enfrentado a la nobleza balompédica de Vizcaya. Aunque acudir a los terrenos de juego de Lasesarre (Barakaldo), Las Llanas (Sestao) o Chimbo Ibarra (Acero de Olabeaga), no era precisamente degustar un coctel de bienvenida.

En la campaña, 1927-28, arrancan los duelos con el histórico conjunto de Bilbao, el Athletic Club. Duelos que abarcan diferentes competiciones oficiales y que las indicamos por orden de antigüedad en enfrentamientos: Serie A, Campeonato de España, Campeonato de Reservas de la Serie A, Primera División y Copa Vasca. Los guarismos en estas hostilidades caen del lado rojiblanco, aunque se han ido igualando en las últimas temporadas, ya que el Athletic no vence en Mendizorroza desde el 18 de mayo de 2003. La primera visita vizcaína al campo del Paseo de Cervantes en competición oficial, liguilla de la Serie A de Vizcaya, fue el 11 de diciembre de 1927 y el Deportivo Alavés, que iba camino del subcampeonato de Vizcaya y pese a la ausencia de sus defensas titulares, Ciriaco y Quincoces, plantó cara a los bilbaínos obteniendo un meritorio empate a cero goles. Empate que le permitía seguir la estela del Athletic a un punto de distancia y conservar el segundo puesto de la serie en solitario. El Athletic campeón de Vizcaya y el Deportivo Alavés como subcampeón, se clasifican para octavos del Campeonato de España y la Federación ha decidido que esta fase se dispute por el sistema de liguillas en grupos de seis. Athletic y Deportivo Alavés vuelven a compartir grupo y enfrentamientos.

Dos meses más tarde de la primera visita, los rojiblancos pisan de nuevo, el 19 de febrero, el terreno de juego vitoriano. Es la tercera jornada de la liguilla y los albiazules hacen su presentación en el Campeonato de España ante su público, ya que los dos primeros encuentros los han disputado frente al Racing de Santander (2-2) y Athletic de Madrid (1-3) fuera de Mendizorroza. Es un comienzo de torneo, casi, inmejorable para un debutante. Por su parte el Athletic, que ha jugado sus dos encuentros en San Mamés, ha logrado dos victorias: Athletic de Madrid (3-1) y Gimnástica de Torrelavega (8-0).

La expectación para el partido es grande y desde Bilbao y Vizcaya llegan más de 5.000 seguidores rojiblancos, en todos los medios disponibles. La entrada que registra Mendizorroza es espectacular y el lleno tremendo. Y el Deportivo Alavés que tenía en sus filas cuatro futuros internacionales se impone de manera clara y justa por 2-0, goles logrados por el vitoriano Crespo y el bergarés Unamuno, posterior jugador del Athletic, uno en cada tiempo. La de-portividad es la nota predominante del encuentro, admitiendo los seguidores rojiblancos, que han llenado las calles de Vitoria, la justicia del marcador.

Beristain; Ciriaco, Quincoces; Camio, Antero, Roberto Echevarría; Crespo, García Kantoi, Unamuno, Albéniz y Patxi Errasti, son los once albiazules que vencieron por primera vez a un equipo del Athletic en competición oficial.

637 automóviles entran el domingo 19 de febrero en Vitoria, llegando 503 de ellos desde las carreteras vizcaínas. Se vendieron 10.500 localidades y la recaudación del encuentro ascendió a 28.882 pesetas (174 €). El lleno fue total en todas las localidades de Mendizorroza.

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