ay una máxima que circula en el mundo de los entrenadores que dice: “No te puedes considerar entrenador hasta que no te hayan cesado, al menos una vez, en un equipo”. Todos sabemos o entendemos que la profesión de entrenador es de alto riesgo. Suya es la culpa de todos los males que acechan a un equipo en las derrotas. Nos encontramos ya pasado el ecuador de la temporada 1996-97. El Deportivo Alavés milita por segunda temporada consecutiva en Segunda A, tras el ascenso logrado en Jaén el 21 de junio de 1995 con nuestro protagonista de hoy, el portugalujo Jesús Aranguren Merino en el banquillo. El ex defensa lateral del Athletic Club volvió de nuevo al banquillo de Mendizorroza a comienzos de la temporada 1994-95, para llevar al equipo albiazul a la categoría de plata de nuestro fútbol, tras una larga travesía por el desierto de la Segunda B durante 5 campañas. Llegar y besar el santo o el ascenso, como se quiera.

En la temporada 1995-96 Aranguren, con un equipo recién ascendido, estuvo a punto de meter al Glorioso en el play off de ascenso a Primera División, éxito poco reconocido y realizado con un conjunto competitivo, pero cerrado muy a última hora del inicio del campeonato y en su transcurso. Equipo de retales lo llamaría alguno, pero nada de eso. De la mano del portugalujo la escuadra albiazul estuvo hasta el último minuto de la última jornada, peleando por un puesto promocional. Lástima del partido que cerraba la Liga en Las Llanas contra el Sestao, con el que sólo se puedo empatar (0-0) y de paso dejar de soñar con un inesperado ascenso de categoría, que sí logró el Extremadura, ya desaparecido, que le quitó la plaza al Deportivo Alavés al no sumar este los tres puntos.

Para la temporada 1996-97, el Deportivo Alavés se refuerza con Karmona, Bastida y Azkoitia (Sestao), Juli (Barcelona B), Pedro (Sevilla), Méndez (Écija), Pedro Riesco (Albacete), el llorado Pedro Alberto (Oviedo), José María (Mallorca), Macanás (Espanyol B) y cuatro jugadores no nacionales que no van a cumplir las grandes expectativas creadas con sus fichajes: el croata Mestrovic (Hajduk Split), el serbio Ozegovic (Vojvodina de Novi Sad), el francés Bruno Alicarte (Bastia) y la gran esperanza goleadora el brasileño Marcelo Dos Santos (Benfica), que no se estrena en la faceta de gol. A comienzos de temporada el Consejo de Administración, para reactivar la campaña de abonados, solicita a Txutxi Aranguren, error que luego reconoció el técnico, que mande un mensaje optimista a la afición y el entrenador, siguiendo esas directrices, habla claramente de la palabra ascenso. Nada más lejos de la realidad cuando la pelota comienza a rodar, pese al buen inicio del campeonato, con tres victorias en los tres primeros encuentros. El equipo no funciona y está lejos, excepto en esas tres primeras jornadas, de los puestos que dan el ascenso directo o la pedrea de la promoción. El 16 de febrero visita Mendizorroza el potente Mallorca, que al final de campaña ascenderá a Primera en la promoción, y que al contraataque martillea la zaga albiazul por medio de su delantero Carlitos. La suerte está echada y el 2-3 va a significar el adiós de Txutxi Aranguren. Acaba el partido y la grada de General, la más bulliciosa y albiazul, intuyendo lo que va a ocurrir, grita al unísono “Txutxi, Txutxi, Txutxi”, en el paseo del técnico desde su banquillo a los vestuarios. Aranguren, serio y pensativo, gira el cuerpo, mira a la grada, esboza una sonrisa y con la mirada dice adiós. Pero será un hasta luego, porque en la temporada 2002-03 sustituye a Mané e intenta evitar un descenso inapelable del Deportivo Alavés a Segunda A con siete jornadas por delante.

Son los dos únicos entrenadores del Deportivo Alavés que han entrenado al conjunto albiazul en Primera, Segunda A y Segunda B. Los dos son vizcaínos (Aranguren falleció en 2011) y los dos fueron cesados siendo entrenadores albiazules.

Txutxi Aranguren dirigió al Deportivo Alavés durante 6 campañas:

1978-79 y 79-80 (Segunda División A); 1994-95 (Segunda División B);

1995-96 y 96-97 (Segunda División A); 2002-03 (Primera División).

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16 de febrero de 1933.

Mendizorroza, propiedad del Alavés, pasa a ser de la Caja de Ahorros Municipal de Vitoria.

16 de febrero de 1976.

Fallece Manolo Olivares a los 66 años en Madrid. Chipirón y El Negro fue internacional como albiazul.

16 de febrero de 2003.

Minuto de silencio por la muerte del ex presidente José Antonio Orbea, frente al Villarreal (1-0).