ediada la temporada 1984-85, segunda del mandato del presidente Julián Ortiz Gil, fallecido el 4 de enero de 2020, los jugadores van a protagonizar un encierro de 12 horas, hartos de promesas incumplidas, del vuelva usted mañana, de cobros no abonados y otras tantas cosas que los han llevado a una situación de hartazgo. En la presentación de la campaña de abonados para la 1984-85, el presidente indica que con la masa social que tiene el club (2.500 abonados) es muy difícil subsistir.

Solamente en los últimos seis meses el club albiazul ha acumulado un déficit de 15 millones de pesetas (90.000€, una auténtica barbaridad en Segunda B en aquella época). También Julián Ortiz Gil indica que a los jugadores se les debe una importante cantidad de dinero. ¿Cómo se ha llegado a esta situación? Se vive por encima de las posibilidades reales, fichando futbolistas con un caché impropio de Segunda B y originando unos gastos difíciles de gestionar. En la semana de la llegada de Ortiz Gil a la presidencia, diciembre de 1983, y tras la contratación de Naya, se reciben más de 50 proposiciones de futbolistas, algunos de ellos con un historial importante.

El asunto de las primas también tiene importancia: se llegan a pagar 25.000 pesetas (150€) por ganar en Mendizorroza o empatar fuera y 30.000 (180€) por ganar fuera. Solo en primas se abonan más de un millón de pesetas (6.000€) al mes en la anterior temporada. La temporada 1984-85 el banquillo al-biazul ya ha conocido tres técnicos: Mané, cesado en noviembre, Coque, interino, y el ex internacional como futbolista Neme. Además, se ha vivido el esperpento del intento de contratación, de nuevo, de Naya, que, tras entrenar dos días al equipo, decide coger las maletas y largarse.

El 23 de diciembre de 1984, ya con Neme como entrenador, los jugadores no han cobrado 9 millones de pesetas (54.000€) de la ficha de la temporada anterior, la parte proporcional de la ficha de esta temporada, cinco primas, la paga extra de diciembre y 15.000 pesetas (90€) que les han sido retenidas del mes de noviembre para poder pagar a otros empleados del club.Así, llegan a un pacto con la Directiva para quedarse con la taquilla frente al Sporting Atlético y repartirse con ella 35.000 pesetas (210€) por cabeza.

Tras eliminar al Celta, conjunto de Segunda A, a principios del mes de enero, la directiva confía en las taquillas frente al Athletic, nuevo rival copero, y Sestao, entrenado por Irureta, para recaudar una importante cantidad de dinero y poder hacer frente a los pagos de la plantilla, a la que tampoco se les abona la paga del mes de diciembre. Ambos partidos se tienen que aplazar, debido a dos grandes nevadas que caen sobre Vitoria. El sábado 19 de enero hay una reunión con la directiva por parte de una comisión de jugadores. La forman Larrañaga, Idigoras y Villanueva, que no llegan a un acuerdo con la directiva.

El día siguiente los jugadores se encierran y Ortiz Gil aumenta la oferta del día anterior, ofreciendo 9 millones de pesetas (54.000€): 3 (18.000€) se pagarían el martes 22 en mano; 4 (24.000€) el 1 de febrero; y dos (12.000€) el 16 de febrero. Los jugadores aceptan esta propuesta, pero no aceptan que el acuerdo no quede reflejado en un documento oficial por lo que se encierran en los vestuarios de Mendizorroza con sacos de dormir, mantas y ropa de abrigo. Tras nueva promesa de Ortiz Gil, abandonan su encierro a la medianoche. El lunes hay una nueva reunión y tras seis largas horas, en la frontera del martes, se llega a un acuerdo que se plasma en un documento aceptado por los jugadores.

plantilla 1984-85

Barandika, Iñaki Bergara, Juanjo, López Rekarte, Fernando Núñez, Galarraga, Sabin Bilbao, Ocenda, Ernesto Valverde, Idigoras, Larrañaga, Gregory, Manolo Peña, Kortajarena, Madriñán, Gacho, Juani, y Cuenca.

Larrañaga: "Solamente es un conflicto laboral. Los socios deben entendernos, ellos obrarían igual si les ocurriese esto en su trabajo".

Julián Ortiz Gil: "Quieren un documento firmado por un notario o un abogado, como si no les valiese la firma del presidente".

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