os encontramos mediada la temporada 2006-07, última del trienio negro de un dueño del Deportivo Alavés que nunca debería haber aterrizado en Vitoria. El equipo se encuentra disputando la Liga de Segunda, merced a una negativa carambola ocurrida en la última jornada liguera de la anterior campaña. Sí, aquella en la que el equipo albiazul tenía que ganar y ganó, frente al Deportivo coruñés (1-0), y la Real Sociedad no tenía que perder y perdió con el Espanyol (1-0) en el último suspiro. La crispación en la masa albiazul es mucho mayor que en las dos precedentes temporadas con Piterman al mando, como no podía ser de otra manera, ya que esta campaña está siendo convulsa en todos los sentidos. A estas alturas se llevan disputadas 20 jornadas ligueras, el Deportivo Alavés ocupa la 12ª posición, a 14 puntos del líder Valladolid y a cinco puntos de la primera plaza de descenso directo. La única alegría, por llamarla de alguna manera, que llega a la afición es la trayectoria copera. Exento de jugar la primera ronda de Copa, en la segunda el Alavés elimina al Tenerife (1-2) a partido único, en tercera al Poli Ejido (1-1) tras prórroga y penaltis (4-5) también a partido único, en dieciseisavos al Celta, equipo de Primera, por un global de 1-0 a doble partido y decidiéndose la eliminatoria en Balaídos, para alcanzar los octavos de final.

La convulsión, presente en todos los estamentos, ha llegado al banquillo, aunque falta la traca final de la segunda vuelta liguera en la que seguirán llegando más inquilinos al mismo. Han pasado por allí 3 técnicos: Julio Bañuelos, que tras el segundo partido frente al Málaga dimite o es dimitido; Chuchi Cos, que es cesado por Piterman tras la 20ª jornada, con derrota en Valladolid, y después de aguantar la afición antes de este cese el esperpento de Las Palmas (6-1); y Fabriciano González, Fabri, que es el responsable técnico de la historia de hoy y que más adelante sufrirá en sus carnes el escarnio del ucraniano.

El sorteo de octavos ha deparado en suerte al Barcelona de Fran Rijkaard, que está sufriendo la resaca de su triunfal temporada anterior 2005-06: Liga, Champions League y Supercopa de España. El conjunto culé es el claro favorito de la eliminatoria. El partido de ida, jugado en Mendizorroza siete días antes, está marcado por los incidentes acaecidos en las gradas: lanzamiento de pelotas de tenis al terreno de juego, un extintor sobre la Ertzaintza, traslado de aficionados de gradas, protesta frente al palco y gritos en contra de Piterman, que disfruta del ambiente desde el palco presidencial acompañado, del actual presidente de la LFP Javier Tebas. Hay un hartazgo generalizado en el ambiente, acrecentado con el conocimiento, el día anterior, de la sanción por parte del club a Lluìs Carreras de 44 días de suspensión de empleo y sueldo. A todo esto, el Barcelona vence por 0-2, ambos goles logrados por el conejo Saviola, con solo 6.000 espectadores en las gradas del viejo Mendizorroza. Con estas credenciales se presenta el Deportivo Alavés en el Camp Nou en el partido de vuelta y cuando a los 22 minutos el argentino Saviola ya ha hecho dos goles, todos tememos una goleada de escándalo. De repente el conjunto albiazul comienza a realizar un gran fútbol y en ocho minutos, Wellington Paulista y Arthuro, igualan el marcador antes del descanso. Tras el mismo, Puyol saca un balón debajo de su portería a Wellington Paulista y después de otra ocasión del brasileño, parte de los 39.723 espectadores del Camp Nou comienzan a silbar. Solamente un gol tranquilizador de, otra vez, Saviola, llevará la calma a las gradas, que vuelve a inquietar un remate del albiazul Ogbeche a la madera. El Deportivo Alavés cae eliminado, pero no le han roto la cara.

16 de enero de 1938

Durante la Guerra Civil, Alavés y CD Logroño (7-0) se miden en Mendizorroza. Olivares 4 goles.

16 de enero de 1955

El Alavés viste de rojiblanco, en un Real Valladolid- Deportivo Alavés (1-0) en Primera.

16 de enero de 1957

Para entrenar, los jugadores albiazules limpian la nieve de los pasillos de las tribunas de Mendizorroza.

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conejo saviola

El delantero argentino fue el héroe de la eliminatoria, ya que fue el autor de los cinco goles que marcó su equipo y que encajó el guardameta francés del Alavés, Nicolas Ardouin. En España jugó también en el Sevilla, Real Madrid y Málaga.

"Inquietante, tras el 2-2, fue el comienzo del segundo tiempo, fase en la que el Alavés dispuso de dos buenas ocasiones, una

clara de Paulista. Un tercer gol vasco hubiera resultado angustioso, pero el Alavés no supo concretar y Saviola logró otro gol".