El Deportivo Alavés ha recuperado para la causa a un futbolista diferencial en la categoría de plata. Luis Rioja, que ha vivido un comienzo de temporada complicado en el aspecto anímico y que, además, se perdió los dos últimos compromisos ligueros por su infantil expulsión ante el Lugo, se volvió a enfundar ayer la elástica albiazul, esa con la que ha regalado tantas alegrías a la afición desde que recaló en las filas babazorras hace tres años.

Rioja, que durante el mercado estival se pudo ver más lejos que cerca de continuar su periplo futbolístico en Mendizorroza, demostró en la visita de la Ponferradina su compromiso absoluto con el Glorioso. Si Luis García recalcó en la rueda de prensa previa a la visita de la Ponferradina que el atacante de Las Cabezas de San Juan “tiene que dar cosas y está llamado a ser un jugador importante”, su pupilo arrimó el hombro desde el pitido inicial y la actitud que mostró sobre el campo fue la de un Rioja completamente sumado al proyecto babazorro. De hecho, el carril izquierdo fue el sector en el que más se volcó en ataque el Glorioso y el capitán babazorro estuvo involucrado tanto en las tareas ofensivas como a la hora de colaborar en defensa.

Y es que a los diez minutos del partido Rioja dio su primer zarpazo del choque. El sevillano envió desde el borde del área un disparo potente y medido ante la cepa del palo de Makaridze, quien no pudo repeler el zurdazo del babazorro. Un grito de rabia de un jugador que necesitaba reencontrarse con su mejor versión y disipar cualquier duda respecto a su compromiso. Y es más, a la media hora de partido y con un Alavés que fue un puñal ante la Ponfe, el andaluz volvió a sumar en ataque gracias a otro pase mágico de gol hacia De la Fuente, quien no perdonó en el área del guardameta georgiano para establecer así una doble ventaja sobre el casillero del feudo babazorro.

ALZADO POR SUS COMPAÑEROS

Una de las claves del estelar comienzo de temporada de los pupilos de Luis García se encuentra en la fortaleza del vestuario. Una unión que el técnico albiazul ha ensalzado en numerosas ruedas de prensa y que ayer, tras el tercer gol del Alavés, se volvió a demostrar sobre el tapete gasteiztarra. Y es que tras el tanto en propia puerta de Yuri, una jugada que salió de las botas de Rioja, todos los jugadores celebraron el tanto junto al futbolista andaluz e incluso lo alzaron al aire, dejando clara la importancia de contar con un jugador de sus características.

Luis Rioja, que ha disputado cinco partidos en lo que va de temporada, ya ha proporcionado registros más que ilusionantes para los intereses babazorros. Y es que el veloz extremo ha anotado dos goles y sumado una asistencia, cifras que se complementan a la perfección con un equipo en el que, al no contar con un ariete especialmente voraz de cara a la portería rival, todas las piezas del engranaje aportan su granito de arena en el aspecto realizador.

Con el regreso definitivo de Rioja, el Glorioso puede presumir ya de una delantera voraz en la categoría de plata. Una línea, la vanguardia, que dispone de futbolistas polivalentes, hambrientos de gloria y que ahora, por fin, añade a una pieza como Rioja que después de superar su complicado episodio del verano desea escribir páginas de oro en la historia del Alavés, el club que le abrió las puertas del fútbol de máximo nivel.