Julio Velázquez alabó al término del partido que el Alavés "dio la cara y en todo momento estuvo en disposición de ganar después de una semana dura".

Sin embargo, el técnico salmantino dedicó la mayor parte de su intervención a valorar el conmovedor papel de la incansable afición albiazul. "Lo de esta gente es descomunal, una cosa de locos. Es increíble cómo han animado durante el partido y cómo se han enganchado a lo largo del mismo. Es brutal y quiero darles las gracias de manera tremendamente sincera. Es el mayor activo de este club, en un momento de gran dificultad han apoyado al equipo, reconoció Velázquez.

El de ayer fue, a su juicio, "un día doloroso" porque se baja el telón a una campaña muy triste para los intereses del Glorioso. "Nos hemos dejado lavida por conseguir la permanencia sabiendo que era muy difícil. Asumimos el reto con ilusión, en todo momento hemos creído. Hicimos todo lo que estaba en nuestras manos y tan solo quiero agradecer a la afición el comportamiento", analizó.

También repasó lo que ha sido su corto paso al frente del banquillo albiazul. "Cuando me llamaron no dudé ni medio segundo en venir sabiendo de la dificultad. Entrenar al Alavés me parece un privilegio, he creído en todo el momento y nos hemos dejado la vida viendo partidos y entrenamientos de la Academia con una dedicación plena las 24 horas de los siete días. Dentro de la máxima dificultad conseguimos que todo el mundo se volviera a reenganchar, pero en una situación así no teníamos margen de error", lamentó.

Velázquez es el primer consciente de que sus opciones de seguir en Vitoria son remotas. "Me he sentido muy cómodo en la ciudad. La gente es respetuosa y hay profesionales excepcionales dentro del club. Lo he disfrutado, pero me voy fastidiado porque no he conseguido el reto. Deseo que este club esté cuanto antes donde merece por ciudad y afición", concluyó.