El Deportivo Alavés se despidió este domingo de la Primera División y lo hizo con una nueva derrota. Esta vez, frente al Cádiz, quien, aunque no ofreció una de sus mejores actuaciones de la temporada, fue capaz de vencer (0-1) al conjunto vitoriano y, como consecuencia del pinchazo del Granada en el RCDE Stadium, también pudo celebrar sobre el césped de Mendizorroza su permanencia en la máxima categoría. Un lugar al que tratarán de regresar los albiazules el próximo curso.

Se preveían novedades en el once babazorro y eso es lo que se vio sobre el césped del Paseo de Cervantes. En concreto, Julio Velázquez introdujo hasta cinco cambios respecto a la derrota en el Ciutat de Valencia, donde los gasteiztarras se despidieron de la máxima categoría; y, en esa misma línea, las ausencias más protagonistas, además del sancionado Escalante, en la convocatoria fueron las de Edgar Méndez, Luis Rioja y Joselu, quienes se conformaron con ver la contienda desde la grada.

Respecto a la primera mitad, lo cierto es que el Cádiz ofreció una imagen idéntica a la que, sin ir más lejos, se le vio al Glorioso en Orriols. Pese a que los gaditanos se jugaban su continuidad en la máxima categoría, la batuta la llevó en todo momento el conjunto babazorro, muy cómodo con el balón en su dominio gracias a la tranquilidad de Manu García, la inquietud de Miguel De la Fuente, como única punta de lanza, en el ataque, y la valentía de Jason en la banda izquierda.

Este último, por ejemplo, fue el encargado de provocar, a través de un remate a la media vuelta, el primer '¡huy!' de la noche en Mendizorroza, pero esta ocasión no fue tan peligrosa como la que tuvo poco después, sobre el minuto 24, Mamadou Loum. El centrocampista senegalés recibió la pelota cerca de la frontal amarilla y, sin pensárselo demasiado, buscó la escuadra con un potente disparo que, si no llega a despejar Ledesma in extremis, hubiera abierto la lata y complicado aún más las cosas a los visitantes.

Sobre todo, teniendo en cuenta que la única vía de acercamiento del Cádiz a la portería de Sivera, excesivamente tranquilo, fue una acción a balón parado ejecutada por el exalbiazul Lucas Pérez y cabeceada en el área pequeña -muy débilmente, eso sí- por otro atacante con pasado en el Paseo de Cervantes como Rubén Sobrino. Una oportunidad a la que, además, respondió el Glorioso, también en estrategia, por medio de un testarazo del argentino Nahuel Tenaglia al borde del descanso.

Ya en la segunda mitad, cuando los gaditanos se enteraron del gol bermellón en El Sadar, la narrativa cambió por completo. Conscientes de que ya no podía especular más con el resultado, el cuadro andaluz dio un paso al frente y se hizo con el control de la pelota, lo cual, eso sí, tampoco fue una gran noticia para el entrenador Sergio González, pues sus pupilos, acostumbrados más a castigar los errores del rival que a provocarlos, pocas veces habían necesitado plantear un partido de esta manera a lo largo de toda la temporada.

Sin embargo, que los cadistas no estuvieran acostumbrados a tal guión no quiere decir que no tuvieran sus ocasiones. La mera obligación de llevarse el triunfo les impulsó y, ante esa reacción, el Alavés se vino abajo y quedó completamente a su merced. Primero avisó Idrissi con un remate al palo, tras error del recién incorporado Tenas en el despeje; y luego no perdonó Lozano, quien, gracias a un buen centro raso de Iza Carcelén, pudo batir a Sivera para que los seguidores amarillos estallaran de júbilo.

Ahora bien, el 0-1 no evitó que los gaditanos pasaran por un momento de mucho miedo e incertidumbre, porque, en una acción ofensiva aislada del Glorioso, el colegiado Sánchez Martínez señaló penalti por una mano de Espino. Una decisión completamente inesperada y que, por fortuna para los visitantes, terminó desestimando el propio árbitro murciano después de revisar la jugada en el VAR.

A partir de ahí, los albiazules recuperaron la batuta del encuentro e intentaron buscar el empate, pero no tuvieron éxito; y lo único llamativo fue el debut oficial con el primer equipo del canterano gasteiztarra Unai Ropero, que sustituyó a Manu García en el minuto 79.