La principal consecuencia del merecido triunfo ante el Espanyol gracias a los goles de Miguel de la Fuente y Gonzalo Escalante es que el Alavés sigue vivo en la pelea por la permanencia y todavía no ha dicho su última palabra. Eso sí, la situación del cuadro babazorro sigue siendo sumamente delicada ya que si el Cádiz se impone este jueves a la Real Sociedad en Anoeta a partir de las 19.00 horas consumará su descenso.

El equipo de Julio Velázquez tiene 31 puntos tras encadenar su tercera victoria consecutiva en Mendizorroza y si los gaditanos no se llevan la victoria mantendrán las esperanzas de cara a la penúltima jornada, en la que el Glorioso visita al Levante y el Cádiz recibe al Real Madrid en el Nuevo Mirandilla.

Es decir, nada está perdido aún para un Alavés que tiene en los donostiarras a su gran aliado para prolongar su fino halo de vida, al menos, hasta el domingo. El conjunto babazorro mostró, al menos, este miércoles buenas dosis de orgullo para mejorar su imagen respecto a la fatídica jornada en Balaídos.

El objetivo es llegar con opciones al último partido ante el Cádiz en Mendizorroza, donde una victoria permitiría obrar el milagro de la salvación.