El asalto a Balaídos no será sencillo. Los futbolistas albiazules son conscientes de que el único resultado viable para seguir soñando con la permanencia no es otro que un triunfo pero, frente a los pupilos de Velázquez estará un Celta de Vigo que, a pesar de que mantenga una distancia de nueve puntos respecto al descenso, necesita puntuar para certificar su continuidad al más alto nivel por un curso más.

Uno de los motivos por los que el cuadro vigués afronta cada temporada como un posible candidato a lograr una plaza europea es Iago Aspas pero, el Celta de Coudet no se podría comprender sin la presencia de Denis Suárez, quien se convirtió en centenario bajo la zamarra celeste en el último compromiso liguero.

El de Salceda de Caselas regresó a Vigo hace tres temporadas después de un periplo sin gran fortuna tanto en el Arsenal como en el Barcelona. Desde muy joven todo apuntaba a que Denis se convertiría en el futuro de la selección y, también, en un mediapunta destacado capaz de brillar en los clubes con más caché. Sin embargo, las lesiones y la falta de regularidad le privaron a la hora de confirmarse como un futbolista diferencial. Ahora, a los 28 años de edad, Suárez ha recuperado su mejor versión de la mano de Coudet.

CLAVE EN EL ESQUEMA

Denis Suárez es el quinto jugador más utilizado por el técnico argentino, solamente por detrás de Dituro, Galán, Iago Aspas y Brais Méndez; lo que mantiene a estos cinco futbolistas como la columna vertebral del cuadro vigués. En la presente temporada ha firmado tres asistencias y tres goles y, aunque sea prácticamente imposible alcanzar los nueve pases de gol que dio en el pasado curso, Denis se encuentra en su mejor temporada goleadora desde que regresó al Celta a pesar de que la finalización nunca ha sido su fuerte.

La gran capacidad que tiene Denis de aguantar el balón para después enviar pases filtrados entre las líneas rivales es una de las amenazas a las que se enfrentará el Alavés en Balaídos. Además, el gallego acostumbra a ejecutar las jugadas a balón parado y junto a Iago Aspas y Brais Méndez conforma una zona de ataque de lujo dentro de la zona media de la clasificación.

Pese a que Denis Suárez esté rubricando una de sus temporadas más completas, la continuidad del gallego en el Celta no está certificada. Las relaciones entre él y Carlos Mouriño, el Presidente, están rotas desde el pasado verano a raíz de unas fuertes acusaciones a la agencia de representación del futbolista. Y entre todo ese cúmulo de reproches y amenazas la afición celeste es la que, ahora, reclama algo de cordura entre ambos. La postura de Mouriño es taxativa y se mantiene firme en su idea de que el futbolista deberá buscar acomodo en otro equipo si no quiere ser apartado. Y eso que el mediapunta, con contrato en vigor hasta julio del 2024, se ha convertido en un pilar fundamental sobre el césped.