Cuando asumió las riendas del Deportivo Alavés, Julio Velázquez explicó que, al contrario que otros entrenadores, él no necesitaba de un tiempo prudencial para integrarse en el equipo, transmitirle su idea y hacerlo competitivo. Una declaración valiente, la cual no estuvo sustentada por hechos en El Sadar, pero que, tras ese varapalo ante Osasuna, ha conseguido apoyar el técnico salmantino, quien, en apenas un mes al frente del conjunto babazorro, ya ha encontrado su once tipo -algo que no logró Javi Calleja en varios meses- y, además, ha hecho que este gane partidos, lo que parecía imposible con Mendilibar.

Para ello, eso sí, no ha valido solo con trabajar el aspecto emocional. Como el propio Velázquez comentó en su presentación, la escuadra albiazul también ha necesitado dar un paso adelante en lo futbolístico y, pese a que no es ni mucho menos el Brasil de los años 70, su imagen en las distintas facetas del juego ya no brilla por su pobreza gracias, entre otras cosas, a dos irrupciones inesperadas. La de Ximo Navarro en defensa, donde, aunque se sigue concediendo, los rivales no encuentran tantas facilidades; y la de Manu García en una zona de ataque que ahora, como mínimo, tiene hambre y siempre genera peligro.

Por desgracia, ese once que mereció más ante el Mallorca en Son Moix y superó al Villarreal el sábado en Mendizorroza no podrá repetirse contra el Celta en Balaídos. Allí, en tierras gallegas, Velázquez deberá hacer frente, ambas por sanción, a una baja importante -como es la de Rubén Duarte, que había recuperado su puesto- y otra extremadamente sensible. Se trata, esta última, de Gonzalo Escalante; titán absoluto del centro del campo gasteiztarra, en el que la garra nunca falta mientras él esté sobre el césped, y, asimismo, segundo máximo goleador del Glorioso con cuatro tantos.

Para ocupar el lugar del argentino, el preparador salmantino deberá decidir -siempre que, como se espera, mantenga el dibujo- entre Tomás Pina y Toni Moya. En este sentido, el que más papeletas acumula es el futbolista manchego, pues, a pesar de que ninguno de los dos ha sido titular hasta ahora, este sí que ha disfrutado de bastantes más minutos como revulsivo. Y eso sin olvidar, además, que la apuesta por la experiencia y la jerarquía, salvo por Manu García que juega gracias a su talento diferencial, está siendo muy clara desde el banquillo alavesista.

Un enfoque que, por cierto, parece haber detenido por completo la adaptación de Nahuel Tenaglia, quien ha pasado de albergar un papel protagonista durante nueve jornadas consecutivas a ser, de la noche a la mañana, uno más en la caseta tras la recuperación de Ximo. Ahora bien, a raíz de la ausencia del lateral almeriense, lo lógico es que el albiceleste vuelva al once en Balaídos y, de esta manera, desplace al jugador granadino a la banda izquierda, donde ya actuó en los encuentros frente a Osasuna y el Rayo. Aunque, cabe recordar, Velázquez también tiene a su disposición a Martín Aguirregabiria para esa tarea.

Afortunadamente, los ciclos de tarjetas no deberían ser mucho problema en esta recta final del curso, a la que le restan solo cuatro partidos. Porque, una vez Escalante y Duarte cumplan su sanción, los únicos titulares apercibidos son el propio carrilero nazarí y Edgar Méndez, además del mencionado canterano gasteiztarra. Luego, por detrás, están todavía con tres amarillas Víctor Laguardia y Mamadou Loum -del segundo ciclo, en ambos casos-; y Manu García, Luis Rioja y Pina.

LA BANDA DERECHA

Por otro lado, pese a que al principio se haya comentado que, por fin, el Alavés ya ha encontrado su once tipo, lo cierto es que este no ha logrado tapar una laguna que se lleva arrastrando durante toda la temporada. Esta se encuentra en la banda derecha y, más concretamente, en la posición de extremo; allí, desde que regresó ante el Getafe, está jugando de inicio Edgar y, aunque pelea no le falta, su rendimiento está lejos de ser suficiente -y eso que a las órdenes de Mendilibar completó varias actuaciones interesantes-.

Sin embargo, que el tinerfeño no esté sacando provecho de la confianza que ha depositado Velázquez en él no significa que vaya a perder la titularidad, puesto que, hasta ahora, ninguna de las dos alternativas, Facundo Pellistri o Jason Remeseiro, ha demostrado ser capaz de ofrecer algo mejor que lo que ya hay.