Ximo Navarro ha revivido con el último cambio de técnico en el Alavés, donde se ha convertido en un fijo para Velázquez y encadena ya tres titularidades consecutivas. El defensor granadino, que vale para un roto y un descosido, expresa el ansia de redención de un vestuario que aún sigue creyendo en la salvación a falta de cinco jornadas. La búsqueda de un nuevo milagro pasa ineludiblemente por sumar los tres puntos mañana ante el Villarreal.

Han pasado nueve días desde la derrota en Palma de Mallorca. ¿Es positivo un parón tan largo en este instante con el equipo colista?

-Quizás se nos hecho un poco más pesado porque el partido del Mallorca fue entre semana y el fin de semana no hubo liga, pero lo hemos llevado bien. Ha servido para seguir trabajando con el nuevo entrenador e intentar mejorar las cosas en las que fallamos. Queda poco para el partido ante el Villarreal y hay que ganar sí o sí.

La consigna desde dentro del vestuario es que nadie se rinde, ¿verdad?

-Es evidente que nadie puede hacerlo. Tenemos el mejor ejemplo de nuestra afición, que a pese a una temporada tan mala en cuanto a resultados jamás se ha rendido y nos anima tanto en casa como fuera cuando pueden viajar. Dentro del vestuario nadie bajará los brazos y seguiremos peleando hasta que las matemáticas digan lo contrario. Tenemos otro partido a vida o muerte delante de nuestra gente y estamos convencidos de que podemos sacar los tres puntos.

Quizá los seis puntos de desventaja respecto a la salvación no sean tantos si se gana mañana en ‘Mendi’ y teniendo en cuenta que hay duelos directos ante los rivales de ahí abajo. ¿Ven el vaso medio lleno?

-Ahora puede parecer una montaña, pero esto no está perdido. Primero tenemos que centrarnos en nosotros mismos. Ahora somos colistas y hay equipos que están fuera del descenso de los que hay que estar pendientes, pero lo primero es intentar sacar otra vez los tres puntos en casa como el día del Rayo Vallecano. Nos viene un rival complicado, pero el Alavés está capacitado para ganar. Lo hemos hecho otras temporadas. Es difícil no fijarse en los resultados de nuestros rivales directos, algunos de los cuales afrontan encuentros complicados, pero hay una posibilidad de que nos acerquemos si alguno pincha. Mientras haya vida, hay que pensar en positivo y estar convencidos de que se puede lograr.

Usted es uno de los veteranos del vestuario. ¿Qué está fallando para que el Alavés se encuentre ahora en una situación crítica?

-Bueno, al final tampoco es algo de esta temporada. Quitando mi primer año en Vitoria, que en cuanto a resultados no se sufrió y conseguimos la permanencia con bastante comodidad, las dos últimas campañas también se ha sufrido muchísimo, sobre todo la anterior. Esta ha sido una continuidad más del sufrimiento de años atrás, no hemos sido capaces de mejorar la situación e incluso ahora atravesamos un momento más delicado. No sabría decir una razón. Lo primero de todo es que los jugadores no hemos estado al mejor nivel al que podíamos haber estado, pero esto es fútbol. La Primera División no es nada sencilla y no hemos estado a la altura. Sin embargo, aún hay vida, quedan puntos por disputarse y no queda otra que seguir peleando para sacar esos tres puntos ante el Villarreal que nos devolverían la esperanza. A partir de entonces, sacar el mayor número posible de puntos y tratar de salir de ahí.

¿El problema del Alavés es ahora más futbolístico o mental de falta de confianza?

-Es un poco de todo. Sí es cierto que cuando estás en dinámicas como la nuestra, cualquier error acaba en gol, cuando tienes una situación buena ante la portería, el balón toca el palo y no entra... Cuando estás así, la moneda al aire casi siempre cae a favor del rival. Es obvio que no es nada sencillo estar bien a nivel mental en nuestra situación. El día del Rayo queríamos salir fuertes en el primer tiempo, pero nos costó muchísimo sobreponernos cuando ellos nos apretaron arriba y empezaron a crear peligro. Por fortuna, fuimos sólidos de cabeza para no encajar y tras el descanso subimos nuestro nivel. En Mallorca fue más de lo mismo, no nos crearon excesivo peligro pero nos hicieron dos goles muy evitables. Ellos se metieron atrás al estar en una situación también muy complicada, nos dejaron el balón, algo que normalmente no suele suceder con nuestros rivales, y conseguimos hacer un gol y meterles el miedo en el cuerpo, aunque al final no nos dio. Remontar todos los partidos en Primera es muy difícil. Es un conjunto de todo por lo que estamos ahí abajo. Cuando llegas a las últimas jornadas sabiendo que hay muy poco margen de error, se hace realmente complicado.

Julio Velázquez irradia un gran optimismo en todas sus apariciones públicas. ¿Les contagia también ese positivismo en el día a día?

-Sí, es un entrenador que busca el lado positivo de las cosas y con mucha energía. Nos la transmite en cada entrenamiento, en cada sesión de vídeo. Él va a creer hasta el final en que se puede sacar adelante y nosotros debemos seguir el camino que nos marca. Aquí no se puede rendir nadie porque no podíamos tener una afición mejor que la nuestra en cuanto a darnos su ánimo en cada partido. Tan solo por eso nadie puede rendirse y seguiremos peleando. Este sábado debemos demostrarlo en el campo para intentar darles una victoria que nos siga haciendo soñar.

Con su desembarco, ¿ha cambiado mucho el libreto respecto a Calleja y Mendilibar?

-Cada entrenador es muy diferente. Julio trabaja mucho el apartado táctico y el hecho de cómo quiere que salgamos a disputar cada partido, dónde quiere presionar, cómo quiere jugar... Tenemos bastantes sesiones de vídeo para mejorar, para ver cómo se hace daño al rival y contrarrestar su peligro. Diría que son bastante diferentes.

La primera final es mañana ante el Villarreal. Siendo realistas, ¿es la última oportunidad para reengancharse a la pelea?

-Matemáticamente no lo es, pero sí es cierto que en casa hay que intentar ganar por todos los medios los tres encuentros que restan. Por razones obvias, si perdemos este sábado y algunos rivales que están fuera de puestos de descenso consiguen sacar los tres puntos, la cosa se pondría realmente complicada y sería un milagro que nos mantuviéramos en Primera. Estamos mentalizados para sacar los tres puntos e ir a por el Villarreal desde el inicio, sobre todo porque jugamos en casa y ya lo hemos hecho otras veces. Creo al cien por cien que es un partido que podemos ganar.

El Villarreal es un equipazo y sus suplentes no desmerecen a nadie, pero tendrá la cabeza en la ‘Champions League’ y el de Vitoria es un partido que puede sobrarle

-No sé lo que harán. El desgaste que sufrieron ante el Liverpool fue, desde luego, tremendo. Viéndoles el miércoles, los ingleses pueden ser el equipo más fuerte de Europa en cuanto al ritmo que imponen y el Villarreal acabó muy desgastado. Incluso con gente lesionada y otros tocados. Pese a que perdieron en la ida, creerán que aún pueden pelear la eliminatoria la próxima semana en su estadio y puede ser que introduzcan cambios en el equipo. Tienen una oportunidad increíble de meterse en la final de la Liga de Campeones y quizás eso pese en el subconsciente. Al fin y al cabo, los jugadores que últimamente están siendo suplentes son de un grandísimo nivel y no hace falta descubrirlos porque les conocemos perfectamente. Los grandes equipos están acostumbrados al trajín de tres competiciones y pese a que vayan a hacer cambios que nos puedan venir bien no debemos subestimar a nadie.