La visita del Granada al feudo babazorro no es más que una nueva final anticipada en la áspera travesía del Glorioso hacia la permanencia. El Alavés se enfrenta este sábado (14.00 horas) al cuadro nazarí en un duelo absolutamente trascendental entre dos contendientes en plena lucha por la salvación y a los que tan solo un ligero margen de tres puntos les separa.

Llega una final ante un Granada que desde hace escasas semanas luce un nuevo inquilino en su banquillo. De hecho, tras sumar tres puntos en nueve jornadas, el club nazarí decidió prescindir del controvertido Robert Moreno. Fue Rubén Torrecilla quien dirigió al conjunto andaluz en la anterior jornada ante el Elche y hará lo propio hoy ante el Alavés. Es de tal magnitud la nefasta dinámica andaluza que la última victoria del Granada data del pasado 22 de diciembre cuando venció por 2-1 al Atlético.

Un factor que, precisamente, debería inclinar la balanza en favor del Alavés es el hecho de que este duelo titánico se disputará en Mendizorroza. Es evidente que, tras la llegada de Mendilibar, el equipo albiazul ha cuajado sus mejores actuaciones en casa y, por ello, los pupilos del técnico de Zaldibar han de continuar en esta dinámica en la finalísima de hoy al mediodía.

Mendilibar tendrá a todos los jugadores a su disposición para el duelo ante el Granada. La incógnita del planteamiento no está del todo despejada. Lo más previsible sería, una vez más, un centro del campo formado por tres futbolistas. En esa zona del campo los focos apuntan a Loum, Escalante y Pina, aunque cabe destacar que en la última jornada los titulares fueron Pons y Moya en detrimento del senegalés y del argentino. Sin embargo, hoy puede ser un día propicio para que Manu Vallejo se estrene por fin como titular desde su aterrizaje en el mercado invernal y el equipo eleve así su mordiente en ataque.

En definitiva, no es un tópico aseverar que hay más de tres puntos en juego. Si el Alavés logra vencer al Granada la lucha por la salvación se igualará a puntos pero, de lo contrario, si el Glorioso no logra la victoria, la triste realidad es que el cuadro nazarí mantendrá su renta o se escapará a una distancia cada vez más peligrosa, lo que complicaría la permanencia del cuadro babazorro. El consabido efecto intimidatorio de Mendizorroza, donde se registrará una excelente entrada, debe ser más vital que nunca.