El Alavés afronta la recta final del campeonato liguero bajo la obligación de escapar de los puestos de descenso, un lugar que ocupa desde el pasado 9 de enero y del que, de momento, ha sido incapaz de salir tras haber totalizado una solitaria victoria en la era Mendilibar. No en vano, el Glorioso se situó hace más de tres meses en la zona roja tras empatar a cero ante el Athletic Club, un duelo que supuso el segundo partido del vizcaíno como capitán de la nave albiazul.

Mendilibar se hizo cargo del Alavés el pasado 28 de diciembre cuando el cuadro babazorro, en aquel entonces dirigido por Javi Calleja, no atravesaba una dinámica de resultados favorable y su juego también describía una línea descendente. Tras el cambio de entrenador se fraguó un mercado invernal interesante, donde llegaron a Vitoria futbolistas como Escalante, Tenaglia, Jason y Vallejo.

Sin embargo, poco o nada ha mejorado el equipo desde la decisión de cambiar el inquilino del banquillo. De hecho, cabe destacar que desde que el técnico de Zaldibar asumió las riendas del Alavés, el conjunto albiazul tan solo ha sumado siete puntos de treinta posibles.

Lejos de ser un revulsivo, los progresos han sido escasos, por no decir inexistentes. Y eso que Mendilibar ha dispuesto de más recursos que su predecesor en el banquillo. Las principales consignas que transmitió el de Zaldibar en sus primeros días en Vitoria no fueron otras que la presión en un bloque alto, que permitiría a sus pupilos situarse más cerca del área rival nada más robar el balón y, después, la fortaleza a través de los envíos laterales.

Sin embargo, estas premisas tan solo se han podido vislumbrar en ocasiones contadas. Es cierto que los dos partidos inaugurales, ante la Real y el Athletic, despertaron la ilusión del respetable ya que el cuadro babazorro fue, en algunas fases, reconocible en cuanto al célebre estilo de Mendilibar. No obstante, el paso de las jornadas está evaporando esa sensación.

El Alavés cayó estrepitosamente ante el Betis e hizo lo propio ante el Elche. Ambas derrotas fueron, además, a domicilio; algo que se ha convertido en una de las asignaturas pendientes del Glorioso. Y es más, el único aspecto positivo reside, precisamente, en las actuaciones del Alavés en Mendizorroza. Ahí es cuando los pupilos de Mendilibar son más fieles a su patrón de juego y rubrican actuaciones más solventes.

La primera victoria de Mendilibar llegó el 13 de febrero ante el Valencia, casi dos meses después del cambio de entrenador. Desde ese triunfo ante el conjunto ché el cuadro gasteiztarra no ha podido obtener otra satisfacción, lo que demuestra las dificultades para encadenar una racha positiva. El calendario no ha sido el más sencillo hasta la fecha ya que en los últimos cinco partidos el Alavés se ha enfrentado a tres equipos que lideran la tabla, pero ante el Getafe se escurrió una de las oportunidades de oro para acercarse a la permanencia cuando los de Quique Sánchez Flores se quedaron con un futbolista menos al filo de la media hora del encuentro.

Otra comparación significativa reside en la media de puntos que ha obtenido el Alavés con Mendilibar y Calleja. Bajo las órdenes del preparador madrileño, el Glorioso cosechó 15 puntos en 18 partidos, o sea una media de 0,83 por duelo. Sin embargo, tras el desembarco del entrenador nacido en Zaldibar la media de puntos ha bajado hasta el 0,70 ya que en 10 partidos tan solo se han rescatado 7 puntos.

Pese a que los primeros tres meses de Mendilibar en Vitoria no hayan resultado especialmente esperanzadores, la recta final a la que se enfrenta el Alavés sí invita al optimismo. Al menos, en lo concerniente a un calendario algo más benigno. El Glorioso recibirá en su feudo al Granada, Rayo Vallecano, Villarreal, Espanyol y Cádiz; rivales ante los que el Alavés ha de sacar su mejor versión para asegurar una permanencia que, a día de hoy, resulta compleja. Fuera de Mendizorroza esperan Atlético, Osasuna, Mallorca, Celta y Levante.

7/30

El porcentaje de puntos del Alavés con el vizcaíno (0,70 por partido) es inferior al que consiguió en la etapa de Calleja (0,83).