El Alavés visitará esta tarde a partir de las 18.30 horas el estadio de Anoeta, un feudo en el que históricamente no ha cosechado resultados para un grato recuerdo. Bajo la premisa de recortar puntos con los puestos de la permanencia, los pupilos de Mendilibar tienen ante sí una oportunidad idílica para elevar la presión sobre el resto de competidores en la zona más delicada de la clasificación.

Será ante un conjunto txuri-urdin que después de las decepciones tanto en Copa como en Europa League se ha estabilizado en el campeonato doméstico. Las victorias ante Osasuna y Granada calmaron las aguas guipuzcoanas, aunque el cuadro de Alguacil sigue lastrando una falta de gol asombrosa. Si bien Oyarzabal es el máximo goleador del equipo con nueve dianas, la medalla de plata la comparten Elustondo e Isak -ambos con cuatro goles-, lo que saca a la luz el flojo estado de forma que atraviesan los arietes de la Real. Además de ello, el conjunto donostiarra es el equipo con menos gol de la zona noble. Son 28 los tantos anotados hasta la fecha, 21 menos que el Betis, su principal rival en la pugna europea.

Aun y todo, es evidente que la Real dispone de grandes virtudes e individualidades en sus filas. Además de ser un equipo compacto línea por línea y con una gran solidez en la zaga comandada por Le Normand, la sala de máquinas es lo más destacado del próximo rival del Glorioso. En el eje txuri-urdin se encuentran futbolistas de la talla de Silva, Rafinha, Merino y Zubimendi, quienes sostienen al equipo con gran solvencia y criterio a través del balón. Precisamente en el centro del campo también se encuentra el gasteiztarra Guevara, que pelea por asentarse en tal codiciada posición. Ya en la zona de tres cuartos, la Real cuenta con jugadores con nivel como Oyarzabal, Isak, Sorloth y Januzaj, aunque este último atraviese un momento delicado debido a la negociación por su continuidad.

La asignatura pendiente del Glorioso no es otra que obtener buenos resultados fuera de Mendizorroza. Tras la llegada de Mendilibar al siempre movedizo banquillo albiazul el Alavés tan solo ha obtenido un punto en su condición de visitante, un factor que lastra al equipo vitoriano a los puestos de descenso. Y es más, el cuadro babazorro es junto al Levante, el segundo peor visitante de la categoría -ambos con un punto más fuera de casa que el Rayo-, lo que se ha de remediar cuanto antes.

Con todo, Mendilibar tendrá a su disposición más recursos que en el anterior duelo frente al Sevilla. Loum vuelve a escena tras cumplir con su ciclo de amonestaciones y Pina, quien se lesionó ante el Getafe, regresó a la dinámica de entrenamientos en la semana previa al derbi. Por ello, la duda reside en los nombres encargados de comandar la sala de máquinas. Toni Moya cuajó una notable actuación hace una semana pero, bajo las órdenes del técnico de Zaldibar, Pina ha disputado más minutos que el canterano colchonero.

En definitiva, la Real será la encargada de calibrar el buen estado de forma que arrastra el Alavés en las últimas semanas. De todos modos, la visita del Glorioso al feudo guipuzcoano se convierte en una gesta más que necesaria para los intereses gasteiztarras ya que el Alavés no gana en el templo txuri-urdin desde la temporada 2018-19, cuando Calleri anotó un solitario tanto para amarrar los tres puntos. Por tanto, este domingo el conjunto dirigido por Mendilibar tiene la oportunidad no solo de dar un golpe sobre la mesa y meterse de lleno en la pelea por su objetivo, sino también de lograr una victoria ante un equipo que, evidentemente, tiene las aspiraciones más altas.