Un nuevo tren hacia la permanencia pasa este viernes por Mendizorroza. El Alavés tiene ante sí la oportunidad de recortar puntos hacia los puestos de la permanencia a costa de un Sevilla implacable en liga. Si bien el cuadro babazorro es prácticamente incapaz de asentar sus bases en una dinámica positiva, el conjunto de Lopetegui no conoce la derrota en el campeonato doméstico desde el pasado 28 de noviembre cuando cayó ante el Real Madrid por un ajustado 2-1.

Desde entonces, el Sevilla ha cosechado cinco empates y siete victorias, lo que le permite seguir soñando con el campeonato de liga. No en vano, el Sevilla mostró su mejor versión ante el Betis en el último derbi, en el que impuso un ritmo arrollador en la primera mitad del duelo. La intensidad fue determinante en la victoria hispalense, un factor al que, en teoría, se deben aferrar los pupilos de Mendilibar para igualar el abrumador ritmo blanquirrojo.

A pesar de los buenos registros del Sevilla, cabe destacar que el cuadro hispalense no exhibe su mismo despliegue en los duelos lejos del Pizjuán. De hecho, el equipo de Lopetegui acumula tres empates consecutivos como visitante, ante el Espanyol, Osasuna y Valencia. Y es más, su última victoria como visitante data de hace dos meses, en su visita al Nuevo Mirandilla allá por la 19ª jornada.

Otro de los registros que puede atemorizar al Glorioso es el hecho de que el Sevilla sea muy complicado de batir. Es el equipo de toda la Primera con menos goles encajados, un total de 18, contra los 21 que ha anotado el Alavés en lo que va de temporada. Aun así, la estadística puede verse relegada a un segundo plano teniendo en cuenta que el conjunto gasteiztarra contará con el inagotable apoyo de la afición, que al igual que su equipo necesita recibir noticias positivas cuanto antes.

El principal éxito del cuadro hispalense reside en el potencial del banquillo. Diseñado a imagen y semejanza de Monchi, el Sevilla dispone de futbolistas diferenciales en cada posición. Además, los sustitutos también son de garantías. Sin ir más lejos, Munir el Haddadi, quien ha tenido un protagonismo más bien escaso desde su llegada a la capital andaluza, cuajó una actuación notable en el derbi ante el Betis.

Es de tal nivel el equilibrio de la plantilla que destacar a un futbolista por encima del resto es una tarea compleja. Sin embargo, un jugador que se ha consagrado es Marcos Acuña, quien guarda al mejor recaudo el carril izquierdo.

Y es más, a pesar del generoso listado de futbolistas del Sevilla, el equipo de Julen Lopetegui se ha reforzado en el último mercado invernal con dos jugadores como Martial y Corona. Este último, además, rubricó una actuación soberbia ante el Betis, donde generó una superioridad aplastante desde el carril derecho.

Con todo, es evidente que el Sevilla es un equipo de autor. Desde su llegada al Sánchez-Pizjuán, Lopetegui estuvo cuestionado por alguna controvertida decisión desde el banquillo. Pero la realidad es que el trabajo del técnico guipuzcoano en tierras andaluzas está siendo excelente. Ha estado al frente del Sevilla en casi 150 partidos y, además, acumula una media de 1.98 puntos por encuentro en el Sevilla.

Un registro que tan solo supera Juande Ramos entre los técnicos centenarios del club hispalense. Más allá de los resultados y de la fidelidad a un modelo de juego, Lopetegui ha aportado un gen ultracompetitivo a un equipo al que su afición suele llevar en volandas pero que en sus salidas lejos del Pizjuán no exhibe el mismo puño de hierro.