El fútbol es una industria que mueve millones de euros. Contratos televisivos, taquillas, merchandising, derechos de imagen... Sin embargo, el deporte rey es mucho más que todo el dinero que se pueda generar alrededor suyo. Un informe del prestigioso semanario The Economist destacaba que la trascendencia de este deporte no se justifica tanto por el dinero que se mueve en torno a él como por cuestiones de índole bien distinta y que tienen que ver con valores menos materiales como pueden ser las emociones, la pasión o el orgullo.

El fútbol es sentimiento. Corazón. Y un pulmón económico también. Y es que hoy en día parece complicado imaginar una sociedad actual sin la industria del deporte, siendo el fútbol el deporte más popular y con mayores repercusiones en el ámbito socioeconómico. El Deportivo Alavés lo conoce bien.

El camino que ha llevado la entidad albiazul en estos últimos siete años en los que ha dado el salto desde el fútbol de barro a la élite confirma al inquilino de Mendizorroza como un auténtico valor en alza para la economía del territorio. El ascenso meteórico del Alavés desde Segunda B a Primera ha multiplicado exponencialmente el valor económico del club. El hecho de estar en un escaparate internacional y formar parte de un espectáculo de masas han provocado un aumento más que notable del valor del conjunto gasteiztarra.

El impacto económico que tuvo en su momento el salto del Alavés a Primera División desde las categorías inferiores ha sido brutal. Guillermo Oraa, director financiero del club, así lo confirma. “El salto se produce en dos ámbitos fundamentales y que afectan al ámbito económico. Uno es el presupuesto y el otro el empleo. El presupuesto en 2ª B era de 3,3 millones, en Segunda rondaba los 11 millones y ahora es de más de 70 millones el recién aprobado en la Junta. A nivel de empleo, hace solo diez años, en 2ªB, la plantilla no deportiva era de unas 60 personas. Hoy, el Deportivo Alavés suma cerca de 300 empleados directos”.

La estructura del club ganó en recursos humanos de manera muy considerable para adaptarse a las exigencias de Primera. Técnicos de todos los niveles, comerciales, especialistas en diversas parcelas médicas, periodistas...

Las diferencias son abismales. Tan solo hay que ver los ingresos televisivos que recibe el club. Prácticamente inexistentes cuando militaba en la División de bronce, mientras que para este curso 2021-22, hay presupuestados casi 52 millones de euros por ingresos de retransmisión.

Sin embargo, uno de los datos más relevantes, tal y como desvelan desde el Alavés, es el cambio drástico en cuanto al patrimonio de la entidad del Paseo de Cervantes. “En estos diez años, con una gestión económica que sorprende fuera del territorio alavés, el patrimonio del club ha pasado de -15 millones de euros a casi 12 millones en positivo. Un crecimiento de 27 millones en patrimonio en solo una década es el mejor ejemplo de lo que supone acompañar el éxito deportivo con una gestión profesionalizada”, puntualiza Oraa.

Sin lugar a dudas, buena parte de culpa en estos excelentes resultados económicos lo ha tenido el éxito deportivo, con seis temporadas consecutivas en Primera División. El regreso del Deportivo Alavés a la élite multiplicó los ingresos de forma notable y permitió al club asear su economía en un tiempo récord.

No solo eso. Además, el Deportivo Alavés se ha convertido durante este tiempo en un elemento vital para la economía del territorio. La importancia del conjunto albiazul “es mucha”, tal y como confirma Guillermo Oraa.

Eso sí, el director financiero del Alavés quiere dejar claro que la trascendencia del club va más allá del mero valor económico y destaca por encima de todo “el sentimiento de pertenencia y arraigo”. “No olvidemos que la base del fútbol es esa: la piel más allá de las cifras. Y el Alavés es un sentimiento que une a toda la ciudadanía sea del origen que sea, de orgullo para un territorio que es pequeño en población pero grande en emprendimiento, en valores deportivos, sociales, de economía sostenible. Ese es con diferencia el gran valor del Deportivo Alavés: generar ilusión”.

Sin embargo, para que todo esto sea posible, el proyecto debe estar bien asentado, tal y como explica el responsable económico babazorro. “Obviamente, sin un club saneado, que genere patrimonio, que tenga la cabeza en el hoy pero sobre todo en el futuro es imposible mantener todos esos valores. Y eso sí se mide en cifras y las que aporta el Alavés son una forma más de devolver a la sociedad alavesa lo que esta nos traslada en forma de apoyo y cariño constantes”.

Todo gracias a que el Deportivo Alavés ha conseguido estabilizar el proyecto económicamente. Atrás han quedado esos bandazos que dejaron al club a la deriva y muy malherido financieramente. Ahora es un proyecto sólido y estable con cierto peso en el territorio, tal y como desvela el propio Oraa. “El efecto sobre el PIB de Álava es del 1,8%. En contratación, cerca de 300 empleos directos más todos los inducidos en proveedores del club y en el sector turístico, tan necesitado de eventos tractores en estos tiempos de pandemia”.

Lo dicho. Un pulmón económico. Los números así lo confirman. Y es que la actividad del Alavés genera en las arcas públicas unos ingresos de 25 millones de euros anuales entre IRPF, IVA y Seguridad Social.

Por eso, desde el club entienden que el Alavés podría ser considerado como un auténtico motor de la economía alavesa “en el sentido en que genera impuestos a las arcas públicas que permiten mantener el estado de bienestar, en que es uno de los mayores empleadores del territorio, en la actividad que provoca en proveedores, y en la actividad inducida que mueve en el sector turístico”.

Además, Oraa también quiere destacar que el Deportivo Alavés “es un generador de imagen de la ciudad y la provincia y un excelente vehículo cohesionador de la ciudadanía”. Un embajador de lujo. Paseando el nombre y las bondades del territorio por todo el estado.

Además de un generador de recursos para otros sectores como la hostelería y los hoteles, como se pudo comprobar el domingo pasado en el derbi ante la Real Sociedad o este ante el Athletic, en el que los aficionados de ambos clubes se dejaron ver por los diferentes bares y restaurantes del casco viejo de la ciudad. Es lo que tienen los partidos de rivalidad directa. Ambiente, mucho ambiente, y como efectos secundarios un mayor gasto en hostelería. De hecho, informes ejecutivos de fútbol profesional en España concluyen que este tipo de partidos generan un gasto de 100 euros de media por aficionado, que al fin de cuentas redundan en los negocios de la ciudad.

Así lo entienden desde el departamento financiero del Deportivo Alavés. Guillermo Oraa considera que “es obvia la relación tractora del deporte, como de todos los eventos, con el sector turístico y todo lo que mueve”. Sin embargo, el responsable económico no quiere quedarse en este mero aspecto económico y propone mirar más allá, ya que en su opinión “no solo eso, están los proveedores de manera directa. Hay otros como los medios de comunicación, el efecto de posicionamiento de nuestra ciudad a nivel nacional e internacional, el efecto de imitación y práctica deportiva entre la población y los más jóvenes... Un club de élite genera un elemento multiplicador en varios aspectos relacionados con el turismo, el deporte, la salud...”, explica.

Y por último, además del valor económico que pueda generar el club, también hay que destacar que aporta un enorme valor sentimental, en ocasiones, algo muy difícil de cuantificar. “El deporte es sentimiento, es emoción. Ahora todo lo cuantificamos, y eso está bien porque hay que trabajar con datos. Pero hay cosas que están por encima de las cifras... ¿Cuánto vale el apoyo de un niño a su equipo? Habrá cifras, pero el valor es incalculable”, precisa Oraa.

En este sentido, el Deportivo Alavés ha ido dando en estos últimos años un buen número de pasos para calar más hondo en el corazón de Gasteiz y Álava. Las iniciativas sociales, muchas de ellas en la sombra, son uno de los pilares del arraigo que está consiguiendo el club en diferentes sectores de la sociedad, según recalca el director financiero. “Nuestro alma más social, que es a la vez un deber, lo canalizamos a través de la Fundación. Es un trabajo muchas veces desconocido, pero que acompaña a los colectivos más vulnerables con acciones como Genuine, Itxaropena... todo ello dentro del programa Alaves4Life. A ello se suman las visitas a centros hospitalarios, escolares, las actividades formativas, de tecnificación... Es la suma de muchas acciones que nos mantienen unidos a nuestra tierra y nuestra gente. No son las acciones que más se ven, pero sí de las que más orgullosos nos sentimos”.

Y es que en el Alavés tienen claro que uno de sus grandes activos son sus aficionados. Seguidores que sienten los colores, que se identifican con el club, su historia y sus valores, como refrenda el propio Oraa. “Eso es el Alavés, es la transmisión de valores, el factor transversal del orgullo de pertenencia a un equipo que siempre lucha, que no se ha rendido nunca en sus cien años de historia. El Alavés es orgullo, supervivencia, es el éxito del trabajo y la humildad. Y el club, con estas acciones, trata de compartir con la sociedad alavesa lo que esta nos da continuamente con su apoyo”.

¿Cuánto supone ese apoyo? ¡Cómo saberlo! Hay ciertas cosas que son complicadas de calcular y cuantificar. Se le atribuye a Oscar Wilde la frase de que los necios conocen el precio pero desconocen el valor de las cosas. Es más que probable que el conocido escritor irlandés no pensara en el fútbol cuando acuñó esta célebre frase. Sin embargo, no está demás recordarla en estos momentos cuando se habla del deporte rey y todo lo que genera a su alrededor, ya sea sentimental o económico. Si no se realiza un análisis coste-beneficio riguroso, con el Deportivo Alavés se corre el riesgo de que, tal y como suele suceder en casi todos los órdenes de la vida, el verdadero valor de algo únicamente se conoce cuando se pierde.

72

En Segunda B, el Alavés manejaba una partida de 3,3 millones, mientras que en Segunda ascendió a 11 y para este ejercicio están previstos 72.

300

En diez años el conjunto babazorro ha pasado de tener una plantilla no deportiva de 60 personas a sumar hoy cerca de 300 empleados directos.

52

Olvidado por las televisiones en la categoría de bronce, los ingresos por retransmisiones ascienden este año a 52 millones de euros.

27

El club ha pasado de -15 millones a 12 millones en positivo. Un crecimiento de 27 millones en patrimonio en tan solo una década.

25

La actividad del Alavés genera en las arcas públicas unos ingresos de 25 millones de euros anuales entre IRPF, IVA y Seguridad Social.

“La base del fútbol es esa: la piel más allá de las cifras. Y el Alavés es un sentimiento que une”

“En estos diez años, la gestión económica del club ha sorprendido fuera del territorio”

“Un club de élite genera un efecto multiplicador en aspectos relacionados con el turismo, salud, deporte...”

“Nuestra alma más social, que es a la vez un deber, lo canalizamos a través de la Fundación”

Director Financiero del Deportivo Alavés