La derrota y, por consiguiente, eliminación de la Copa del Rey que sufrió el Deportivo Alavés este martes en Linarejos dejó un regusto muy amargo entre los aficionados babazorros, que tuvieron que ver cómo su equipo era superado con claridad por un rival de inferior categoría. Sin embargo, pese a lo sonrojante que pudo llegar a ser el propio encuentro o la sensación de preocupación que este generó, los seguidores albiazules no fueron los únicos que recibieron un duro golpe a sus esperanzas.

La plantilla y, más concretamente, los futbolistas menos habituales en la competición liguera regresaron a tierras vitorianas con la sensación de no haber sido capaces de aprovechar su oportunidad y, además, conscientes de que, a partir de ese momento, no volverían a tener otra igual. Porque, si hasta ahora Javi Calleja únicamente ha confiado en ellos para el torneo del KO, se antoja cuanto menos inverosímil que el técnico madrileño reste protagonismo a su núcleo duro tras semejante descalabro.

En este sentido, el único integrante del primer equipo que aprovechó la ocasión fue Antonio Sivera. El portero alicantino siguió en su línea positiva de la presente temporada, en la que ha participado varias veces debido a las lesiones de Fernando Pacheco, y sus intervenciones, sobre todo las de la segunda mitad del duelo, evitaron que el cuadro jienense ampliara aún más su ventaja en el marcador.

Entonces, a raíz de lo comentado anteriormente, los jugadores que han pasado a estar en el limbo son los defensores Tachi y Javi López; los extremos Pellistri e Iván Martín; y los delanteros Sylla, Guidetti y Miguel De la Fuente, lo cual, eso sí, no significa que no vayan a tener minutos próximamente -en especial si hay lesiones o sanciones-. Simplemente, están en una situación incómoda después de no haber demostrado estar capacitados para ser una alternativa a la altura y esto, como consecuencia, podría significar la salida de alguno de ellos en este mercado invernal.

Ahora bien, esto es particularmente sorprendente en cuatro de esos casos, pues tanto el atacante uruguayo, como el vizcaíno, el senegalés y el vallisoletano llegaron a la entidad del Paseo de Cervantes siendo claras apuestas de la secretaría técnica para dar un salto de calidad a la plantilla. Sobre todo Pellistri, quien, tras dejar varios detalles interesantes el curso pasado, en el actual apenas ha tenido trascendencia para el equipo y tiene bastantes posibilidades de regresar al Manchester United.

Ante esa situación, Sergio Fernández y el club deben decidir si seguir confiando en el trabajo que realizaron en verano, que, salvo en casos muy particulares, de momento ha demostrado ser insuficiente; o, por el contrario, facilitar a Calleja nuevos tripulantes para un barco que, en las últimas semanas, parece haber vuelto a navegar hacia las aguas revueltas en las que se vio inmerso al principio de la temporada.

Para ello, eso sí, el secretario técnico leonés deberá lograr algo que se le ha resistido en anteriores ventanas de traspaso. Esto es, dar salida a todos esos futbolistas que no están preparados para competir en la máxima categoría. En este aspecto, el mayor ejemplo es Guidetti, que, a pesar de su nula aportación desde que fichó por el Glorioso, continúa siendo parte de la escuadra babazorra.

Luego, un caso aparte es el de Saúl García, quien, al contrario que frente al Unami, ni siquiera fue elegido por el entrenador albiazul para la visita a Linarejos -el canterano Alexandru Tirlea ocupó el lateral derecho- y, por ende, podría ser el primero en abandonar el Paseo de Cervantes el próximo mes. Especialmente, si se tiene en cuenta que se trata de un jugador con mercado en Segunda División y en la Primera RFEF.