Encadenar cinco partidos sin conocer la derrota no es tarea sencilla para ningún equipo, pero lo es menos aún para todos aquellos que, a lo largo de la temporada, merodean la zona baja de la tabla. Este último es, por ejemplo, el caso del Deportivo Alavés, quien, pese a iniciar la presente campaña de la peor forma posible, ahora se encuentra en un claro momento dulce en el que, además de cosechar puntos para su casillero particular -y, de esta manera, sufrir menos más adelante-, también está aprovechando su notable dinámica para evolucionar futbolísticamente.

En concreto, el conjunto dirigido por Javi Calleja ha sumado tres victorias (Cádiz, Elche y Levante) y dos empates (Barça y Sevilla) en los últimos cinco encuentros o, lo que es lo mismo, 11 puntos de los 15 disputados. Una racha que le ha permitido al cuadro babazorro salir de los puestos de descenso y que, sin duda, observan con recelo el resto rivales por la permanencia. Sin embargo, más allá de lo estrictamente numérico, también ha sido muy meritorio contra qué contrincantes se ha seguido esa tendencia ascendente, pues, contra todo pronóstico, el Glorioso ha logrado dar la sorpresa en dos escenarios tan exigentes como el Camp Nou y, sobre todo, el Sánchez Pizjuán, donde nadie en LaLiga había conseguido un resultado positivo.

Asimismo, para dimensionar el buen trabajo que están haciendo la plantilla y el técnico madrileño, no hay mejor método que analizar los registros de temporadas anteriores, pues rachas así, al menos para el Alavés, no son tan habituales. En particular, la última vez que los vitorianos mantuvieron una dinámica igual o más favorable que la actual fue hace un año, cuando, con Pablo Machín en el banquillo, se estuvo seis jornadas consecutivas sin perder. Ahora bien, en aquella ocasión se sumaron menos puntos, ya que los pupilos del preparador soriano encadenaron dos triunfos y cuatro empates (10).

Previamente, en el curso 2019-20, no hubo ningún periodo tan eficiente bajo el liderazgo de Asier Garitano, pero en la campaña anterior, con Abelardo Fernández al frente del equipo, sí que se logró una consecución de resultados idéntica a la actual al comienzo de la competición. No obstante, el protagonismo del Pitu no termina ahí, porque en ese mismo ejercicio, aunque meses después, también consiguió estar seis partidos invicto en los que se cosecharon tres victorias (Levante, Villarreal y Huesca) y otras tres tablas -esto es, 12 de 18 puntos-. Algo que sucedió en el mes de febrero de 2019.

Ahora bien, para descubrir la mejor racha desde que se regresó a Primera División hay que echar un vistazo a la primera temporada, en la que, además de alcanzar una salvación holgada, Mauricio Pellegrino llevó al Alavés a la final de la Copa. Aquel año, en la recta final del campeonato, el entrenador argentino estuvo siete jornadas seguidas sin conocer la derrota y su Glorioso sumó cuatro triunfos (Villarreal, Betis, Athletic y Celta) y tres empates (Las Palmas, Eibar y Leganés). Una gran dinámica que hizo que los babazorros terminaran en la novena posición.

OCASIÓN PARA CALLEJA Por tanto -y tras la igualada frente al Sevilla en el Sánchez Pizjuán-, el técnico madrileño, que ya ha superado su mejor racha desde que aterrizó en el Paseo de Cervantes, sigue teniendo en su mano alzarse hasta el escalón más alto de este podio tan particular.

Para ello, su Alavés tendrá que mantenerse invicto, como mínimo, dos encuentros más y, por si esto no fuera ya un reto exigente, ambos deberán decantarse del lado albiazul para poder superar a Mauricio Pellegrino. Aunque, claro está, siempre se podría ampliar aún más el número de jornadas sin perder y, de esta manera, beneficiarse de posibles empates. De momento, el conjunto gasteiztarra piensa en el Celta, quien visitará Mendizorroza el próximo sábado (14.00 horas); y, próximamente, se enfrentará al Granada y el Getafe, otros dos rivales directos por la salvación -después, eso sí, de visitar al Unami en la Copa-.

Finalmente, si se quiere encontrar la mejor racha histórica del Glorioso en la máxima categoría, únicamente hay que remontarse hasta la temporada 2000-01, pues, durante aquel curso, los pupilos de Mané estuvieron nueve partidos consecutivos sin sufrir derrotas y, además, sumaron 19 puntos.