"Joselu y yo llevamos tres años juntos y nos entendemos bastante bien, tanto en juego directo como en jugadas combinativas", confesó el bueno de Luis Rioja una vez concluido el choque del pasado sábado en el Camp Nou, en el que su primer tanto en el presente curso sirvió para obtener un valioso punto de la Ciudad Condal. Y es que la declaración realizada por el extremo de Las Cabezas de San Juan expuso una de las evidencias que ha permitido al Glorioso tomarle el pulso a la competición liguera en apenas una semana, donde acumula un bagaje de siete puntos de nueve posibles.

Es ostensible, además, que Joselu y Rioja son quienes generan el mayor peligro de una delantera que comenzó la temporada con los peores registros a nivel europeo -dos tantos en ocho jornadas-, pero que tras la cruel derrota ante el Betis y en Mendizorroza, ha dado un paso al frente en pos de adquirir galones en la vanguardia albiazul. Y es más, en estos tres últimos duelos, el Alavés acumula cuatro dianas a favor frente a un único tanto encajado; señal de la mejoría colectiva que ha liberado a los pupilos de Javier Calleja de la zona de descenso.

Tanto Joselu como Rioja, ambos artífices de la heroica salvación de la temporada 2020-21, fueron los protagonistas de la inmediata reacción ante el Barça. Un gol catalogado por Sergi Barjuan, el entrenador interino de los culés, como "una jugada aislada de muchos rebotes", pero que, a fin de cuentas, fue una maravilla de principio a fin; desde el eslalon de Rioja a través de una maradoniana conducción con la pelota, pasando por el sutil taconazo de Joselu en la asistencia, hasta la frialdad en la definición del extremo zurdo en el mano a mano con el guardameta Ter Stegen.

Luis Rioja, tan incansable como pujante en el carril zurdo, ha ofrecido un clínic de cómo ha de ser la evolución de un futbolista cuando llega a la élite del deporte rey. El ex del Almería, que en sus primeros partidos defendiendo la elástica del Glorioso mostró cierta timidez y que, por ende, tuvo mayor presencia en labores defensivas que en zona de tres cuartos, ha disfrutado de un crecimiento exponencial en Vitoria y, a día de hoy, es el jugador que en mayor número de ocasiones encara a la defensa rival, señal del desparpajo que atesora en su pie izquierdo.

De este modo, el hecho de que Javi Calleja haya recuperado para la causa a un atacante de la talla de Joselu Mato supone, asimismo, un plus para un ataque albiazul falto de efectivos que marquen la diferencia. Su capacidad para pelear balones por aire y oxigenar la posesión hacia los costados ofrece la posibilidad para que el Alavés disponga de otro registro futbolístico en esos casos en los que la salida de balón desde atrás se complica. Es cierto que el ex del Newcastle no comenzó el curso como venía acostumbrando a la parroquia alavesista, pero su doblete en Cádiz y, más aún, el significativo abrazo con el técnico madrileño en el Nuevo Mirandilla supuso un halo de esperanza para una afición que necesitaba estímulos sobre el tapete.

45

Las imágenes del "puntazo" en el Camp Nou

Dependencia en la sociedad Sin embargo, el Glorioso ha acusado, quizá, la necesidad sobre los dos atacantes previamente mencionados. Y es que el carril derecho, a pesar de que disponga de un mayor número de efectivos como pueden ser Edgar Méndez, Facundo Pellistri e incluso Iván Martín -prácticamente inédito hasta la fecha-, no genera la misma sensación de peligro como así lo hace el izquierdo. Al joven Pellistri, quien técnicamente puede ser el más depurado entre los extremos albiazules, tal vez le falta la madurez a la hora de definir que demuestra Méndez, que, aunque con la pelota en los pies no goce de la misma finura que el charrúa, la mayor virtud que atesora es la de ver la portería rival.El Glorioso le ha tomado el pulso a la competición tras una excelente racha en las que ha cosechado siete puntos de nueve posibles

Luis Rioja está inmerso en un crecimiento exponencial y es el jugador que en mayor número de ocasiones encara a la defensa rival

El abrazo entre Joselu y Calleja en Cádiz supuso un halo de esperanza para una afición que necesitaba estímulos sobre el tapete