Suele decirse que los equipos de fútbol se construyen desde atrás. La defensa, junto a la portería, ha de ser el primer ladrillo -y el fundamental-que se ha de colocar para construir un proyecto, una idea a la que ceñirse. De hecho, la sólida retaguardia fue la seña de identidad que marcó al Glorioso desde su regreso a la élite del fútbol, pero en las últimas fechas, ya desde la temporada pasada, la zaga parecía haberse convertido en el eslabón más débil del conjunto babazorro.

Y es que Javi Calleja, desde que llegó a Vitoria para comandar al Alavés, ha intentado todo tipo de combinaciones con tal de dotar al equipo de la solvencia, seguridad y salida de balón características de su idea futbolística. Los encargados de amurallar la retaguardia parecen haberse consolidado por fin en el once inicial del preparador madrileño.

Es tal la confianza que Duarte, Laguardia, Miazga y Ximo ofrecen al cuerpo técnico que los cuatro han repetido titularidad en las últimas cuatro jornadas, en las que se han encajado únicamente dos tantos. Contra el Athletic y el Atlético de Madrid se dobló el carril derecho con Martín Aguirregabiria, pero los anteriores cuatro se han mantenido firmes en la zaga.

Una de las notas más positivas que ha ofrecido la escuadra babazorra en las fechas más recientes ha sido el notable momento de forma que ha recuperado el káiser Laguardia. Sin lugar a dudas, el central aragonés constituye ese pilar en la defensa que mejora al resto de compañeros. Su liderazgo, los galones y el papel que ejerce como capitán son claves para Calleja y, además, son dos goles del rival los que Laguardia ha detenido sobre la línea de cal.

Junto a él, ha repetido titularidad en los últimos enfrentamientos el norteamericano Miazga, que parece haberse hecho con el puesto que en un principio lo tenía asignado Florian Lejeune antes de quedarse en el dique seco. Las actuaciones del central cedido por el Chelsea han sido notables ya que se ha mostrado solvente por arriba -su mayor virtud- y también ha exhibido madurez para saber cuándo frenar las internadas de los rivales.

Respecto a los laterales, Duarte sigue siendo el amo y señor del carril izquierdo, mientras que Ximo Navarro también es un fijo del derecho, que en función de las virtudes del rival puede ser acompañado por el vitoriano Martín. A todo ello, hay que sumarle también la presencia del rocoso Loum, que además de dejar unas notables sensaciones en el pivote, también ayuda, y con creces, cuando le toca incrustarse junto a los centrales.

Ximo, Laguardia, Miazga y Duarte han dotado de consistencia a un Alavés cuya primera premisa debe ser la de no encajar