Mendizorroza volverá a vestirse de gala este lunes en la visita del Real Betis Balompié de Manuel Pellegrini y el feudo babazorro será quien dicte sentencia por quinta vez en esta temporada. Sin embargo, el balance de resultados del conjunto vitoriano es ampliamente negativo ya que la afición alavesista tan solo ha podido celebrar una victoria del Glorioso; la que conquistó de una manera soberbia frente al Atlético de Madrid a finales de septiembre.

En el mundo del fútbol a menudo se suele tirar de tópicos respecto a infinidad de aspectos futbolísticos y, también, de aquellos más alejados del propio terreno de juego. Se discute sobre las condiciones del estado del césped, de las dinámicas que pudiera atravesar uno y otro equipo antes de verse las caras y, de este modo, también se realizan juicios de valor sobre el papel que la afición acomete en el rendimiento de los futbolistas.

Y es que en el caso del Alavés se evidencia la necesidad que el equipo dispone sobre el aliento de la grada. A pesar de que en esta temporada los resultados -a nivel general- aún no hayan llegado, la afición alavesista ha sido, indudablemente, uno de los baluartes fundamentales en la presente travesía del Glorioso en LaLiga, donde acumula seis temporadas seguidas a pesar de que las sensaciones entre unas y otras hayan sido de todos los colores y, de que en más de una ocasión, el temor a caer en el abismo se apoderase del runrún de la parroquia albiazul.

La pasada temporada, que se disputó de principio a fin a puerta cerrada, sin la presencia de aficionados y que concluyó con una agónica salvación bajo la batuta de Javier Calleja, fue la misma en la que el Alavés cosechó el mínimo número de puntos en casa desde que se regresó a la élite del fútbol; un total de 24. Este mismo dato colocó al conjunto vasco como el sexto equipo de LaLiga, junto al Getafe y Levante, en conseguir menos puntos en sus choques en la condición de local.

De hecho, era previsible que el equipo acusaría la falta de la afición en 'Mendi' porque los precedentes así lo auguraban. En la 2019-20, cuando todas las competición se frenaron a causa de la pandemia, el Alavés tan solo obtuvo 4 puntos de 15 posibles tras la reanudación de LaLiga -a través de una victoria y un empate- lo que resultó ser una cifra muy pobre que a punto estuvo de relegar al equipo a la categoría de plata.

Asimismo, cada curso que la escuadra del Paseo de Cervantes ha disputado en Primera ha patentado que la salvación siempre pasa por Mendizorroza. Es decir, que ante la teórica dificultad de obtener el mayor botín en los viajes lejos de Vitoria, el templo babazorro ha de ser "la olla a presión" en la que el Alavés saque adelante los partidos más complicados como las anecdóticas victorias ante Real Madrid y Atlético, más aquellos duelos frente a los equipos, a priori, del mismo nivel.

De hecho, el porcentaje de puntos que el Alavés ha logrado en su condición de local ha aumentado desde el reestreno en la 2016-17. En aquella temporada, los puntos en Mendizorroza supusieron el 52% de los 55 con los que terminó la temporada, mientras que en la 2019-20, los 27 puntos adquiridos haciendo valedora su condición de local supusieron el 69% de los 39 con los que el conjunto vitoriano cerró la temporada. Para el presente curso y con el regreso absoluto de los aficionados, se espera que Mendizorroza vuelva a vestirse como en sus mejores galas, que las bufandas vuelvan a teñir la grada de azul y blanco y que la unión entre el equipo y la afición permita al jugador número 12 tener un papel destacado en el transcurso del partido.

Temporada 2016-17. El Alavés consiguió 55 puntos en total: 29 en Mendi y 26 de visitante.

Temporada 2017-18. El Alavés consiguió 47 puntos en total: 28 en Mendi y 19 de visitante.

Temporada 2018-19. El Alavés consiguió 50 puntos en total: 29 en Mendi y 21 de visitante.

Temporada 2019-20. El Alavés consiguió 39 puntos en total: 27 en Mendi y 12 de visitante.

Temporada 2020-21. El Alavés consiguió 38 puntos en total: 24 en Mendi y 14 de visitante.