Uno de los deportistas alaveses más destacados la temporada pasada fue Adrián Mínguez. Pese a su corta edad, pues tan solo tiene 14 años, este atleta del Barrutia logró las mínimas para el Campeonato de España sub-16 -celebrado en Lleida el pasado mes de julio- y, aunque su inexperiencia en citas de tal calibre era nula, terminó en novena posición tanto en la prueba de triple salto como en la de salto de altura, dos modalidades en las que tuvo que medirse con auténticas promesas del panorama nacional.

Su actuación en territorio ilerdense, sin embargo, no fue la única noticia positiva del verano. Adrián, además de atletismo, también practica fútbol y, tras ocho años en el Aurrera, recibió la llamada del Deportivo Alavés para formar parte del Cadete A. "Al terminar el curso, el Glorioso me dio la oportunidad de hacer la pretemporada en Ibaia con el resto de su plantilla y, posteriormente, me ofreció unirme al equipo. Obviamente, en ningún momento dudé en aceptar la propuesta", afirma el vitoriano.

No obstante, la ocasión de vestir la camiseta albiazul no le ha hecho olvidarse del deporte que lleva practicando desde muy pequeño. En la actualidad, el canterano babazorro acude a la Ciudad Deportiva José Luis Compañón cuatro días a la semana y, cada miércoles, cuelga las botas para volver a las pistas de Mendizorroza. "Desde el club me pidieron que le dedicara más tiempo al balón que antes, pero en ningún momento me impidieron seguir entrenando y compitiendo con el Barrutia. Más bien todo lo contrario", explica.

Ahora bien, su exigencia ha aumentado esta campaña. Sobre todo, en lo relacionado con su faceta de estudiante. Aunque Adrián admite que todas las sesiones son "más intensas" y que, al contrario que en su etapa en Olaranbe, ahora no hay prácticamente ningún ejercicio en el que no necesite dar el máximo de sí, también comenta que tiene físico "para eso y más". Algo, eso sí, que no sorprende en exceso teniendo en cuenta que su aita trabajó durante muchos años como preparador físico para la entidad del Paseo de Cervantes. "Siempre me he caracterizado por mi resistencia y, además, es algo en lo que estoy mejorando aún más este año con la ayuda del Alavés. Lo que sí me está costando un poco es encajar el nuevo horario para cumplir con las tareas del colegio (San Viator)", añade.

Hasta el momento, el Cadete A ha disputado tres partidos de liga y el joven gasteiztarra solo ha podido participar en uno, pero eso ni mucho menos le ha hecho ser menos optimista: "Lo importante, tal y como me dicen los entrenadores, es apretar y seguir. El salto es notable y nadie dijo que fuera a ser fácil". En ese sentido, también tiene mucho que ver su adaptación a una nueva posición, pues Adrián ha llegado al conjunto alavesista para ser lateral izquierdo cuando, según él mismo comenta, se siente "más cómodo" jugando de central o mediocentro defensivo.

Por otro lado, aunque todavía no está preparado para decantarse por el fútbol o el atletismo porque ambos le gustan "por igual", lo que sí tiene claro es que quiere aprovechar la oportunidad que le ha dado el Glorioso. "Mi objetivo es crecer tanto defensiva como ofensivamente. Sin olvidar, además, la faceta personal. Ahora mismo no tengo ninguna prisa e iré asumiendo todo lo que vaya llegando", apunta.

Por último, lo que más le ha sorprendido a Adrián Mínguez desde su fichaje por el Alavés es el "trato profesional" que le ha dado el club en todo momento -en especial, durante su lesión- y, al preguntarle por un futbolista modelo, no duda en elegir uno con pasado albiazul. "Desde su etapa en Vitoria-Gasteiz, no puedo fijarme en otro que no sea Marcos Llorente. No hay mejor ejemplo a seguir que una bestia que se esfuerza a diario por ser el mejor en todos los sentidos", confiesa.