- Para que una receta alcance los niveles mínimos de cualquier crítico gastronómico necesita cumplir al menos con dos requisitos imprescindibles. El primero es contar con ingredientes de calidad y el segundo, si cabe todavía más importante, es que mariden a la perfección para que la mezcla pueda cuajar y ofrecer un resultado apetecible. Al margen de la cocina, esta filosofía puede aplicarse también a la perfección a muchas otras disciplinas. Una de ellas sería, sin duda, la competición de deportes de equipo. Pues bien, si se aplicaran al Deportivo Alavés los criterios anteriormente expuestos no habría discusión posible respecto a que El Glorioso ha hecho hasta el momento méritos más que sobrados para ser el primer expulsado -de largo- de cualquiera de los concursos culinarios tan en boga últimamente en la televisión.

Porque, desgraciadamente, la escuadra del Paseo de Cervantes ha suspendido con estrépito en las dos vertientes del examen. Por lo visto hasta ahora la calidad de los ingredientes albiazules se acerca bastante más a la de los productos low coast que a los gourmet y, para colmo, cuando se juntan se convierten en un revuelto sin sentido que lejos de potenciar las escasas virtudes mutuas las anula.

Una receta fallida en toda regla en definitiva. Y eso que el cocinero encargado del guiso no se ha cansado de probar todo tipo de combinaciones a la búsqueda de una fórmula que evite la indigestión. A lo largo de los cuatro compromisos oficiales que ha disputado hasta el momento El Glorioso, Javi Calleja ha movido infinidad de piezas pero resulta evidente que no ha conseguido dar con la tecla adecuada. En ninguna de las líneas del equipo además, lo que dibuja un panorama todavía más preocupante.

La única certeza parece estar en la portería, donde Fernando Pacheco cuenta un año más con los galones de titular indiscutible. Unas molestias en el codo, sin embargo, le obligaron a ceder su puesto el sábado a Antonio Sivera y habrá que ver si está en condiciones de jugar esta semana (miércoles y sábado) ante Espanyol y Atlético de Madrid.

Por delante del guardameta se sitúa una de las líneas que más quebraderos de cabeza está dando al Deportivo Alavés en los últimos tiempo. Una defensa que hace demasiado que no funciona como debería y que continúa sin recuperar la solidez deseada pese a las múltiples variaciones probadas. En los laterales, Martín fue titular en la derecha en la primera jornada y después ha cedido su puesto a Ximo Navarro mientras que Rubén Duarte parece inamovible en el izquierdo, aunque su expulsión ante el Mallorca provocó que el joven Javi López jugara de inicio en Valencia. Por lo que respecta a los centrales, Laguardia y Lejeune fueron la pareja elegida en las dos primeras citas. El aragonés cedió su sitio a Miazga en la tercera y unas molestias en el tobillo hicieron descansar al francés frente a Osasuna. Muchos movimientos pero un mismo denominador común, excesiva debilidad y nada menos que diez goles encajados en cuatro partidos.

Los ensayos en la receta albiazul no se han limitado ni mucho menos a la retaguardia. También el centro del campo y la delantera se han convertido en campo de experimentación aunque el resultado ha sido igual de pobre. Javi Calleja optó de inicio por un esquema que situaba a Tomás Pina de ancla en el centro del campo guardando las espaldas de Pere Pons y Manu García con Luis Rioja y Edgar Méndez de extremos en ambas bandas acompañando a Joselu como hombre más adelantado.

Las sucesivas derrotas encajadas en Mendizorroza ante Real Madrid y Mallorca llevaron al entrenador madrileño a explorar nuevas vías y en la visita al Valencia se registró una primera revolución en el once inicial. Así, el Alavés se presentó en Mestalla con un 4-4-2 clásico con Pina y Loum formando el doble pivote. Manu García se desplazó a la banda izquierda mientras que el joven Pellistri recibió la alternativa en la derecha. También la vanguardia registró el estreno como titular del otrora defenestrado Guidetti para acompañar a Joselu. Muchas variaciones pero el mismo desenlace que en los duelos precedentes.

Una decepción que se repitió el sábado tras un nuevo ensayo. Frente a Osasuna Calleja dio la alternativa a Toni Moya e Iván Martín en el centro del campo y optó por Sylla como pareja de Joselu en la delantera además de recuperar a Luis Rioja en la banda izquierda. Otra receta que tampoco funcionó y una vez más ofreció como resultado un plato incomestible.

Resulta evidente a estas alturas, por lo tanto, que la mezcla que se prepara en el vestuario local de Mendizorroza no cuaja y se abre un preocupante horizonte repleto de interrogantes. Porque, al menos hasta la reapertura del mercado en el mes de enero, la reglamentación impide al Glorioso enriquecer su guiso con ingredientes de mayor calidad. No le queda otra que arreglárselas con las existencias que ahora mismo tiene en su despensa, por limitadas que sean. En consecuencia, la única vía para mejorar la nota pasa por encontrar la manera de presentar estas viandas en su proporción más equilibrada para potenciar al máximo su sabor y extraerles todo el jugo.

Un camino en el que se ha esforzado Javi Calleja en las últimas semanas sin que se hayan apreciado signos de evolución. Y teniendo en cuenta que el fútbol profesional es igual de despiadado que los fogones, la opción de cambiar de cocinero gana enteros a medida que se acumulan los platos fallidos.

De esta manera, la semana que arranca hoy se antoja fundamental para el futuro de la cocina albiazul. Con los compromisos ante Espanyol y Atlético de Madrid a la vuelta de la esquina, el entrenador está obligado a dar de inmediato con unos ingredientes que demuestren un buen maridaje y, sobre todo, ofrezcan un rendimiento automático. De lo contrario, la mezcla seguirá cortándose y correrá serio peligro de acabar en un cubo de la basura del que resulta casi imposible escapar.

Posible sanción. Después de visitar el miércoles al Espanyol, el Deportivo Alavés afrontará el sábado la séptima jornada de Liga en Mendizorroza. Y lo hará recibiendo al vigente campeón del torneo de la regularidad, el Atlético de Madrid. Un compromiso en el que la escuadra rojiblanca puede contar con una baja importante. Porque todo apunta a que una de sus grandes estrellas, el portugués Joao Felix, será castigado con varios partidos de sanción tras su expulsión del pasado fin de semana ante el Athletic. El colegiado Gil Manzano le amonestó en el minuto 78 por "golpear a un contrario con el brazo de manera temeraria después de haber sido objeto de falta" e inmediatamente después le mostró la segunda tarjeta amarilla por "dirigirse a mi con el dedo índice en la sien en señal de disconformidad tras haber sido amonestado". Además, el árbitro añadió que "una vez expulsado y cuando se dirigía al túnel de vestuario, golpeó con su pie un balón lanzándolo a la grada en señal de disconformidad". Unos actos que, salvo sorpresa, le costarán varias jornadas de sanción a Joao Felix.

Los cambios han afectado a todas las líneas del equipo, ya que tanto la defensa como el centro del campo y la delantera hacen aguas