Tras la resolución que el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco tomó el pasado martes sobre el aforo permitido en los estadios de fútbol, el Deportivo Alavés ha decidido priorizar a sus abonados particulares por delante de los que se incluyen en paquetes o los retributivos, como los de escuelas, accionistas o los propios trabajadores del Paseo de Cervantes.

De esta manera, la entidad gasteiztarra quiere que parte fundamental del alavesismo pueda disfrutar in situ del emocionante derbi entre el conjunto babazorro y Osasuna del próximo sábado a las 21.00 horas. Algo impensable hasta ahora debido a las limitaciones de asistencia marcadas por el Gobierno Vasco, que comenzaron siendo del 20% en las dos primeras jornadas -ante el Real Madrid y el Mallorca- y aumentaron hasta el 30% antes de recibir el fallo del TSJPV, que lo equiparó anteayer con el límite del 60% establecido por el Consejo Interterritorial de Salud.

En consecuencia, el sorteo de entradas realizado previamente por la entidad del Paseo de Cervantes, que únicamente contaba con una capacidad de 5.952 personas, queda sin efecto para dar entrada a Mendizorroza a nada menos que a 11.904 abonados albiazules.

La última vez que todos ellos pudieron acceder sin límite de aforo, allá por el 6 de marzo de 2020, el feudo alavesista registró una entrada de 10.779 espectadores. Aquel día, el Glorioso se vio las caras con el Valencia y, gracias a un tanto de Edgar Méndez en la segunda mitad, pudo rescatar un importante punto antes de tener que parar toda actividad por el covid-19.