El fútbol profesional, en ocasiones, ofrece paradojas muy difíciles de entender. Como por ejemplo la que le está tocando vivir al Deportivo Alavés. Cuando la concentración de partidos es máxima dentro de unos calendarios cada vez más cargados que penalizan hasta el extremo a los futbolistas, El Glorioso se ha encontrado nada más arrancar la temporada con un inesperado parón. Nada menos que de algo más de tres semanas. Y es que ese es el tiempo que el combinado de Javi Calleja acumulará sin ninguna comparecencia oficial.

Todo se debe, evidentemente, al aplazamiento del encuenro correspondiente a la cuarta jornada de Liga que debía disputar este sábado en el estadio del Villarreal. Al caerse de la programación esta cita, la escuadra del Paseo de Cervantes no volverá a disputar un partido con los tres puntos en juego hasta el día 18, cuando Osasuna visite Mendizorroza a las nueve de la noche. Teniendo en cuenta que su anterior comparecencia se produjo el lejano viernes 27 de agosto para abrir la tercera jornada del campeonato en Valencia, pasarán nada menos que 22 días que los jugadores se sometan al examen de la competición.

Una inesperada pretemporada que está por ver el efecto que puede tener sobre el conjunto albiazul. En principio el parón por las selecciones ofrecía un valioso espacio a Javi Calleja para trabajar en la corrección de los muchos errores cometidos en las citas previas y acoplar a los últimos en llegar pero al prolongarse tanto, no es descartable que provoque una pérdida de ritmo en los profesionales. Para tratar de evitarlo, el club ha programado un amistoso esta tarde en el Sánchez Pizjuán ante el Sevilla.