El Deportivo Alavés registró su tercera derrota en tres encuentros de liga y lo hizo de una manera contundente, cayendo 3-0 ante un Valencia que se mostró muy superior y sin apenas tener capacidad de plantar cara a uno de los equipos más débiles de la pasada temporada. La situación comienza a ser preocupante y nada parece haber cambiado respecto al curso anterior.

Calleja intentó cambiar la tendencia de las primeras dos jornadas revolucionando el once y dejando de lado la formación de 4-3-3 para regresar al 4-4-2 tan utilizado por el Alavés en los últimos años. Además, dejó a Pere Pons, Edgar y Rioja en el banquillo para introducir a Loum, Pellistri y Guidetti, aparte de la ya conocida titularidad de Javi López por la sanción de Duarte. Sin embargo, todo el planteamiento del técnico madrileño se vino abajo cuando el Valencia abrió el marcador con solo dos minutos de juego disputados. Una pérdida de balón del Alavés en campo contrario propició el contraataque de los de Bordalás, que encontraron a Cheryshev en profundidad y este asistió a Wass con un centro raso a la espalda de la defensa que el danés empujó al fondo de las mallas. El VAR dio por buena la decisión del juez de línea, que aún con la repetición arrojó como mínimo muchas dudas.

Legal o no, el tanto subió al marcador y a partir de ese momento el Valencia se encontró muy cómodo, presionando en bloque en tres cuartos de campo y aprovechando cada error del Alavés para salir disparado hacia la portería de Pacheco mediante las llegadas de los laterales y la velocidad de un inspiradísimo Guedes. De hecho, el atacante portugués estuvo a punto de marcar el segundo a los siete minutos de partido, cuando le ganó la espalda a Lejeune y a Javi López y se quedó solo contra Pacheco. Afortunadamente para los intereses albiazules, su disparo, algo escorado, golpeó en el palo.

El Alavés, muy descolorido durante todo el encuentro, no logró hilar posesiones largas, ya que Pina y Loum apenas aparecieron y Manu García no se encontró cómodo en ningún momento jugando por la banda izquierda. De hecho, solo chutó una vez entre los tres palos en toda la primera parte, y lo hizo sin excesivo peligro mediante una chilena de Guidetti que atrapó Mamardashvili sin complicaciones. El 1-0 parecía el menor de los males al borde del descanso, pero en el último suspiro del descuento Soler marcó el segundo con un fantástico remate de espuela después de que Guedes introdujera en el borde del área pequeña un centro pasado que no acertó a despejar Javi López.

Al regreso de vestuarios, Calleja introdujo a Rioja en sustitución de Manu García, con la intención de abrir el campo y dotar de mayor profundidad a las bandas. Con la variante, el cuadro gasteiztarra se mostró más agresivo y vertical, logrando introducir algún centro al área del Valencia. En el minuto 55, en un balón colgado por Rioja de libre directo, Miazga estuvo a punto de recortar distancias de cabeza, pero Mamardashvili resolvió con una buena estirada. Cuando mejor estaba el Glorioso, sin embargo, llegó un jarro de agua fría en forma de tercer gol del Valencia. Maxi Gómez le ganó la posición a Lejeune en el área, bajó al tapete un balón en largo ante la pasividad de Miazga y asistió a Guedes, que esta vez sí acertó en la definición y batió a Pacheco por abajo, acabando con cualquier esperanza de remontada para el Alavés.

Poco más de sí dio el resto del encuentro, que se convirtió en una fiesta para una afición che . El Alavés intentó sin éxito recortar distancias y terminó pidiendo la hora para que terminase su pesadilla. La mejor noticia en estos momentos es que los de Calleja tendrán ahora, aprovechando el parón de selecciones, dos semanas para trabajar en Ibaia, corregir errores e intentar redirigir el rumbo del barco albiazul. La peor, que tras tres jornadas el Glorioso ocupa la última posición de la tabla sin haber logrado ningún punto y empieza a dar síntomas de naufragio.