- Tras un extenso, triste y desesperante periodo de silencio, de un año, cinco meses y ocho días en concreto, ayer Mendizorroza volvió a tener voz, sentimiento y pasión en sus gradas. El avanzado progreso de la vacunación para combatir el covid-19 permitió que cerca de 4.000 albiazules agraciados -un 20% del aforo total- pudieran regresar a su segunda casa para alentar a su equipo y disfrutar in situ del arranque de la temporada 2021-22, que dio cita en el feudo babazorro al Deportivo Alavés de Javi Calleja y al Real Madrid de Carlo Ancelotti.

Pese al resultado desfavorable, pues los visitantes, entre los favoritos para alzarse con el campeonato, se llevaron el triunfo por 1-4, los alavesistas disfrutaron sobremanera del encuentro y alentaron con especial ímpetu al Glorioso para que este sintiera también el fervor de todos los aficionados que estaban siguiendo el choque por televisión. Lo hicieron, además, respetando las diferentes medidas sanitarias (uso de mascarilla, espacios delimitados, etc.) que, en un principio, podrían haber dificultado la creación de ese ambiente tan especial que finalmente sí se vivió en el Paseo de Cervantes.

Asimismo, para muchos de los asistentes fue imposible ocultar la emoción de regresar a Mendizorroza. Con aquel partido frente al Valencia (6 de marzo de 2020) aún en la cabeza -el último con público en el campo vitoriano-, las lágrimas fueron protagonistas antes, cuando algunos se acercaron a recibir a los jugadores, durante y al final del duelo ante el conjunto madridista. Una imagen que, sin duda, manifiesta la rudeza con la que ha golpeado esta pandemia y la alegría que genera volver, aunque sea muy poco a poco y en circunstancias diferentes, a disfrutar de antiguas costumbres como el fútbol en directo y, más concretamente, el Alavés.

Otra de las novedades, además de la propia presencia del público en el estadio, fue que este pudo escuchar y cantar por primera vez el himno del centenario en el graderío babazorro. El Alta la frente de Mikel Izal sonó por megafonía durante el curso pasado, pero ayer por fin la afición pudo darle el valor y el papel que realmente merece la obra de este músico navarro criado en Vitoria-Gasteiz. Un detalle que, ciertamente, no hizo más que dar rienda suelta a la imaginación de los seguidores albiazules, que no pudieron hacer otra cosa que fantasear con cómo sonaría esta canción con 19.840 voces entonándola. Sin embargo, pese a que en otros países ya es una realidad, para que ese escenario no sea un simple sueño aún habrá que esperar un tiempo.

Quien no estuvo, al menos como colectivo, ayer en Mendizorroza fue Iraultza 1921. El principal grupo de animación del Alavés siguió adelante con su decisión de no reaparecer en el feudo del Paseo de Cervantes hasta que las circunstancias sanitarias permitan realizar su actividad con total normalidad y cedió su lugar a otros alavesistas para que disfrutasen del partido.

Por otro lado, de acuerdo con el calendario de LaLiga, los aficionados del Glorioso tendrán la oportunidad de regresar al campo gasteiztarra el próximo sábado, cuando los pupilos de Javi Calleja midan sus fuerzas con el recién ascendido Mallorca. Esta vez, eso sí, tendrán preferencia los no agraciados en la primera jornada.