De la grada de General a lucir el brazalete de capitán sobre el césped de Mendizorroza el año que El Glorioso cumple su primer siglo de vida. Ese es el apasionante camino que ha completado Manuel Alejandro García Sánchez desde que viera la luz el 26 de abril de 1986 hasta hoy. La ilusión de todo niño y el trayecto soñado por cualquier aficionado albiazul. Un recorrido muy probablemente irrepetible que arrancó el 11 de julio de 2012 cuando pisó el césped del Paseo de Cervantes para ser presentado como nuevo integrante de la escuadra vitoriana y que ayer, 26 de mayo de 2021, escribió su punto final.

Porque Manu García no volverá a vestir la camiseta del Deportivo Alavés. Tras nueve temporadas y 308 partidos en los que ha vivido el ascenso del Glorioso, el vitoriano pone punto final a su larga y exitosa etapa en la entidad del Paseo de Cervantes precisamente el curso centenario.

El contrato del centrocampista gasteiztarra con el club albiazul concluía el próximo 30 de junio y, tras certificar la permanencia un año más en la máxima categoría y cerrar un curso extremadamente complicado en todos los aspectos, llegó el momento de que ambas partes se sentaran para hablar del futuro. Una reunión que tuvo lugar el martes y en la que la dirección deportiva transmitió sin ambages a Manu García que no entraba en el nuevo proyecto del equipo.

Ya por la mañana, durante el acto en el que se ratificó la renovación de Javi Calleja hasta 2023, tanto el entrenador como Sergio Fernández calificaron al gasteiztarra de "leyenda vida del club" pero también advirtieron de que su caso no sería "diferente" al resto y se tomaría una decisión "pensando en lo mejor para el club". Horas después, trasladaron personalmente al capitán albiazul su decisión. Pese a que su deseo era prolongar su estancia en el vestuario albiazul y se veía en condiciones de poder hacerlo, no tuvo más remedio que asumir la inevitable separación de caminos.

Antes del anuncio oficial de la salida de Manu García del Glorioso, que tuvo lugar poco antes de la una del mediodía de ayer, el jugador vitoriano mantuvo una nueva reunión -en este caso con Josean Querejeta y Alfonso Fernández de Trocóniz- en la que le trasladaron el agradecimiento de la entidad por los muchos servicios prestados y se dejaron las puertas abiertas por ambas partes a un posible reencuentro en el futuro. Porque lo que el centrocampista tiene claro es que no desea todavía cerrar su etapa como jugador profesional, por lo que a partir de ahora buscará un nuevo destino en el que poder seguir gozando del fútbol en activo.

Alavesista hasta la médula, Manu García ha podido disfrutar en primera persona del poco habitual tránsito de pasar de animar al equipo de su corazón desde la grada a defender su escudo y portar el brazalete de capitán sobre el césped y en la máxima categoría. Tras formarse en el San Viator y en las categorías inferiores de la Real Sociedad, inició su periplo profesional y pasó por diferentes equipos hasta llegar a Mendizorroza en el verano de 2012 procedente de la U.D. Logroñés con el objetivo de ayudar al Glorioso a volver a la categoría de plata desde el pozo de la Segunda B.

A lo largo de estos años se ha convertido en uno de los jugadores más emblemáticos de la historia del club. Vivió el ascenso a Segunda División y la agónica primera permanencia con el Jaén como rival en ambos casos. También el regreso a Primera en 2016 de la mano de Bordalás. Ya en la máxima categoría, tuvo el honor de anotar el primer gol albiazul en la Liga de las estrellas con su inolvidable zapatazo en el Vicente Calderón. Y fue igualmente uno de los hombres importantes en la flamante campaña en la que el Glorioso disputó la final de la Copa del Rey -la única de su centenaria historia- frente al Barcelona.

Muchos de los goles más recordados en la historia reciente del club han llevado su firma, como el de Lasesarre para ganar al Bilbao Athletic o el cabezazo que sentenció al Real Madrid en Mendizorroza sobre la bocina hace dos cursos. Sus 308 partidos como albiazul (144 de ellos en Primera División) le convierten en el segundo jugador con más encuentros a sus espaldas en la historia del Deportivo Alavés, solo por detrás de Martín Astudillo (346). A lo largo de este tiempo ha marcado 19 goles y ha sido, sobre todo, un ejemplo de lucha y entrega sobre el terreno de juego.

Capitán durante las cinco temporadas que ElGlorioso acumula en Primera, Manu finaliza su etapa dejando al equipo en lo más alto, a las puertas de una histórica sexta campaña consecutiva entre los mejores, algo nunca logrado antes por el club. Algo en lo que ha tenido mucho que ver. Porque incluso en esta temporada en la que ha tenido menos protagonismo -mermado por una pertinaz lesión al inicio y por el coronavirus mediado el curso- ha sido decisivo en el momento de la verdad. Sin ir más lejos en la trascendental victoria sobre el Elche de la 36ª jornada en la que disputó los noventa minutos.

El Deportivo Alavés agradeció ayer públicamente al gasteiztarra "la inmensa profesionalidad, el ejemplar compromiso y la implicación que ha demostrado por estos colores". Esta tarde tendrá lugar la rueda de prensa de despedida del capitán, acompañado por Sergio Fernández y el presidente Alfonso Fernández de Trocóniz. Así mismo, cuando la situación sanitaria lo permita, la entidad albiazul homenajeará a Manu en Mendizorroza y le otorgará la insignia de oro y brillantes del club.

Se incorporó al equipo en 2012 en Segunda B y lo deja tras jugar una final de Copa y batir el récord de cursos consecutivos en Primera

Estaba dispuesto a continuar en Mendizorroza, pero el club le comunicó el martes que no contaba con él para el nuevo proyecto

Recibirá la insignia de oro y brillantes pero su deseo es seguir en activo, por lo que a partir de ahora buscará un nuevo destino