El curso deportivo en Primera División acaba de finalizar y, como en el caso de los estudiantes, llega el momento de recibir las calificaciones al trabajo desarrollado durante los últimos meses. Y en el caso del Deportivo Alavés la nota final no puede ser otra que un aprobado raspado. Muy justo. Solo el hecho de que la reacción en el epílogo del campeonato haya permido alcanzar el objetivo inicial de la permanencia salva al equipo de un suspenso al que ha opositado con insistencia desde el arranque del ejercicio el pasado mes de septiembre.

El rendimiento de la plantilla albiazul ha ofrecido, desgraciadamente, muchas más sombras que luces y, salvo contadas excepciones, todos sus integrantes han estado varios puntos por debajo del nivel que se esperaba de ellos. Tanto los componentes de la vieja guardia como los nuevos en el vestuario de Mendizorroza han exhibido una regularidad preocupante -por lo negativo-, dando lugar a largos períodos de actuaciones grises que a punto han estado de enturbiar la celebración del centenario del Glorioso con un fatídico descenso a la categoría de plata.

Por fortuna, la llegada de Javi Calleja al banquillo el pasado mes de abril permitió reaccionar a tiempo y reactivar a algunos jugadores claves que han tirado del carro en este notable final de curso para certificar la ansiada salvación con una jornada de antelación. Varios nombres propios han brillado con luz propia en este tramo y, en líneas generales, han sido de los pocos que han salvado los muebles durante toda la temporada.

Fernando Pacheco y Joselu han sido las dos columnas principales que han sostenido el edificio albiazul. Ambos han sido fundamentales para rescatar puntos de enorme valor y con sus paradas milagrosas y sus goles decisivos el madrileño y el gallego han sido la punta de lanza de un Alavés que necesita una profunda reconstrucción este verano para poder afrontar con un mínimo de garantías el próximo curso. Además de esta pareja, la confirmación de Luis Rioja, la verticalidad del joven Pellistri, o la recuperada consistencia de Battaglia y Pina en el centro han sido los otros argumentos para la permanencia albiazul.

A continuación, un análisis detallado de la plantilla por su rendimiento esta temporada.

Pacheco (3.349 minutos). Arrancó el curso con alguna duda pero en el tramo final volvió a exhibir el excelente nivel de sus mejores momentos. Intervenciones decisivas de enorme calidad para rescatar puntos claves para la permanencia.

Joselu (3.118 minutos). El sostén ofensivo del equipo. Trabajo y pelea incansables aunque demasiado solo durante mucho tiempo. Once goles en su cuenta particular por segundo año consecutivo que le confieren un valor incalculable para el Alavés.

Lejeune (3.117 minutos). Luces y sombras. Arrancó bien el ejercicio, pasó por un profundo bache y de nuevo elevó el nivel en el tramo decisivo. No ha terminado de ofrecer todo lo que se esperaba. Finalizada su cesión por el Newcastle, su futuro está en el aire.

Laguardia (2.792 minutos). Su año más irregular con diferencia como albiazul. Muy lejos de su mejor nivel, ha sufrido mucho a lo largo de toda la temporada. Con errores impropios de él y sin la seguridad de antaño, el equipo le ha echado mucho de menos.

Pina (2.675 minutos). De menos a más. Le costó mucho encontrar el ritmo y únicamente con la llegada de Calleja al banquillo comenzó a parecerse al futbolista sólido en el centro del campo de ejercicios precedentes. Notable en el tramo final.

Battaglia (2.636 minutos). Luces y sombras en un curso irregular. Mariscal del centro del campo durante algunas fases, mostró también mucha debilidad en otros momentos en los que perdió toda su presencia. El club intentará rebajarsu precio de compra.

Duarte (2.550 minutos). No ha tenido un año sencillo. En el arranque Machín apostó por reubicarlo como central, después actuó de carrilero y terminó ejerciendo de lateral clásico. Mermado por problemas físicos en diferentes fases, perdió seguridad defensiva.

Ximo Navarro (2.470 minutos). Demasiada irregularidad tanto cuando ejerció de central como de lateral. Muchos errores a lo largo de todo el ejercicio, lo que terminó minando su confianza y la de toda la línea defensiva. Mejoró en el tramo final de la campaña.

Edgar (2.206 minutos). Uno de los pocos cuya nota media sobrepasa el suficiente pelado. Alternó posiciones en ambas bandas y como segundo delantero y en todas ofreció un rendimiento aceptable. Potencia, velocidad y goles en su expediente.

Rioja (2.186 minutos). La gran revelación del ejercicio. Tras un estreno gris el año pasado, ha demostrado que es una pieza muy útil en la banda izquierda. Desequilibrio en el uno contra uno, velocidad, trabajo incansable y acierto ante la portería en el epílogo.

Martín (1.826 minutos). De menos a más. Empezó la temporada condenado al ostracismo tras no aceptar marchasrse cedido pero poco a poco se fue haciendo un sitio. Terminó siendo el elegido por Calleja en el lateral diestro en los partidos decisivos.

Lucas Pérez (1.756 minutos). La gran decepción del curso. Nada que ver con el excelente nivel que exhibió en el arranque del pasado curso. Desaparecido en muchos partidos y centro de la polémica con Abelardo por su supuesta falta de actitud. Solo un gol en jugada.

Jota (1.488 minutos). Muy lejos de las expectativas que generó su fichaje. Nunca terminó de encontrar su sitio en el equipo y en demasidas ocasiones su estado físico le hizo quedar retratrado sobre el césped. Solo pequeños destellos muy puntuales.

Pons (1.275 minutos). Bien al principio y al final. Con Machín recuperó la confianza y gozó de la continuidad que le faltaba pero una inoportuna lesión en el pie le tuvo en el dique seco varios meses. Calleja le reactivó en los encuentros finales.

Manu García (1.236 minutos). Temporada gris para el futbolista gasteiztarra, con poca presencia sobre el césped en líneas generales. Pese a ello continuó trabajando en la sombra y sosteniendo el vestuario para ser fundamental en el triunfo vital sumado en Elche.

Tachi (1.028 minutos). La lesión de Ely y los problemas del resto de centrales le abrieron la puerta del equipo pero no terminó de aprovechar la irregularidad. Alternó buenas actuaciones con errores de consideración. Necesita continuidad para dar el salto definitivo.

Deyverson (973 minutos). Tuvo un papel residual como tercer delantero con todos los entrenadores que pasaron por el banquillo y cuando le dieron la alternativa tampoco ofreció argumentos para reclamar una mayor cuota de minutos de juego.

Borja Sainz (609 minutos). Tras su irrupción el pasado curso, ha visto frenada su progresión. Fue perdiendo protagonismo con el paso de las jornadas hasta terminar casi relegado al ostracismo. Necesita jugar con asiduidad para no quedarse estancado. Se le buscará una cesión.

Pellistri (540 minutos). La gran noticia del mercado de invierno. Su verticalidad y descaro le convirtieron en una pieza muy útil pese a su juventud. Problemas musculares le privaron de jugar más. El club tratará de prolongar su estancia en Vitoria otro curso.

Ely (468 minutos). Su gol en el derbi ante el Athletic fue lo único positivo de un curso para olvidar. Lejos de su mejor nivel casi siempre y con errores de bulto, la grave lesión de rodilla que se produjo en Vigo le tiene en el dique seco desde diciembre. Acaba contrato.

Javi López (394 minutos). Se estrenó en el primer equipo y tuvo un inicio esperanzador siendo un revulsivo habitual para Pablo Machín desde el banquillo. En la segunda vuelta, sin embargo, solo ha jugado un partido. Mucho margen para crecer pero necesita jugar.

Guidetti (393 minutos). Una temporada más sin apenas presencia en el equipo. No encontró acomodo en otro destino ni en el mercado estival ni en el invernal y apenas contó para los técnicos. Dos goles en la Copa y otro importante en Liga para puntuar en Mestalla.

Sivera (341 minutos). Un curso más a la sombra de Pacheco. Marcado por los graves errores en la eliminatoria copera frente al Almería, no volvió a jugar hasta la última jornada de Liga en Sevilla, en la que tuvo que ser sustituido por molestias en el gemelo.

Adrián Marín (303 minutos). Presencia testimonial en las jornadas iniciales de la primera vuelta y en las eliminatorias de Copa. Muchos nervios y sin consistencia defensiva, terminó abandonando el club en el mercado invernal para unirse al Granada.

Tavares (240 minutos). Una de las apuestas fallidas del pasado mercado estival. Se le incorporó como gran proyecto joven para potenciar el carril derecho pero apenas dispuso de oportunidades y tampoco demostró gran cosa. Se fue en enero.

Iñigo Córdoba (214 minutos). Fue uno de los refuerzos del mercado invernal con los que el Alavés buscó la reacción con Abelardo todavía en el banquillo. Arrancó con fuerza para ir apagándose y terminar pasando por el quirófano para operarse de la rodilla.

Abdallahi (66 minutos). Fue titular en la primera jornada de Liga pero después los problemas para cerrar la renovación de su contrato le tuvieron apartado muchos meses del equipo. Será miembro de pleno derecho de la primera plantilla la próxima temporada.

Burgui (58 minutos). Presencia testimonial en las dos eliminatorias de Copa del Rey frente al Rincón y el Deportivo y en el derbi liguero contra la Real Sociedad. Sin ninguna incidencia. Abandona el club sin pena ni gloria tras acabar su contrato.

Sergi García (24 minutos). La falta de efectivos en el centro del campo en el arranque de la temporada le dio la oportunidad de disfrutar de algunos minutos de juego. Con la llegada de los fichajes de última hora, regresó a su sitio habitual en el filial albiazul.

Keller (16 minutos). Fue el recurso de emergencia de Pablo Machín en su último partido al frente del equipo cuando la expulsión de Tachi en el Ramón de Carranza dejó en cuadro la defensa albiazul. El canterano cumplió en su estreno profesional.

Solo convocados. Pepe Blanco, Aritz Castro, Abqar, Robert, Eneko y Hugo. Todos ellos han ido convocados con el primer equipo en alguno o varios encuentros de la temporada pero no han llegado a debutar todavía en la máxima categoría con 'El Glorioso'.