La comprensible y lógica alegría por la salvación certificada el pasado fin de semana no puede ni debe tapar la realidad de que la temporada del Deportivo Alavés ha estado repleta de sombras que han puesto en máximo riesgo su continuidad entre los mejores en la máxima categoría. El listado de problemas y errores graves es casi interminable y únicamente la milagrosa aparición de Javi Calleja en este tramo final del curso ha conseguido dar la vuelta a una situación que amenazaba seriamente con terminar en tragedia.

Así lo refleja una clasificación en la que los puntos escasean en el casillero albiazul. Los 38 que ahora mismo ha obtenido el conjunto del Paseo de Cervantes son la cifra más baja en una temporada en Primera División -desde que las victorias se premian con tres- que no haya terminado en descenso. De esta manera, El Gloriosopara no cerrar la campaña con el peor registro númerico de su historia.

La marca negativa vigente en la actualidad pertenece, precisamente, al pasado ejercicio. Entonces, con Asier Garitano y López Muñiz en el banquillo, la escuadra albiazul sumó 39 puntos, uno más de los que tiene ahora. Por lo tanto, en caso de derrota en el Pizjuán empeorará el registro y si firma tablas en el feudo hispalense lo igualará.

En el ejercicio 2005-06 el Alavés que entonces se movía bajo los antojos de Dmitry Piterman también acabó el curso con 39 puntos pero en esa oportunidad esa cifra le condenó al descenso a Segunda División. Algo similar ocurrió en la campaña 2002-03, cuando ni Mané ni Txutxi Aranguren consiguieron enderezar una nave albiazul que terminó perdiendo la categoría con 35 puntos.

En el resto de ocasiones en las que el conjunto vitoriano ha militado en Primera División siempre ha cerrado el curso con un expediente más brillante que el actual. El récord positivo son los 61 puntos del ejercicio 1999-00 y le siguen los 55 del 2016-17, los 54 del 2001-02, 50 en el 2018-19, 49 en el 2000-01, 47 en el 2017-18 y los 40 del 1998-99.