Uno de los grandes problemas del Deportivo Alavés desde que arrancó la actual temporada ha sido su endeblez defensiva. Sus adversarios apenas necesitaban esforzarse para encontrar la recompensa del gol, lo que convertía en misión extremadamente complicada el objetivo de sumar los tres puntos en juego.

Los siempre fríos datos no dejan lugar a muchas dudas. Con nada menos que 52 tantos recibidos en las 34 jornadas que se han disputado hasta el momento, El Glorioso es el segundo peor conjunto de toda la Primera División en este apartado. Únicamente el Granada, con 55, le supera. Claro que el combinado de Diego Martínez ha sabido contrarrestar este déficit marcando quince goles que los albiazules.

Identificado el problema a la perfección, una de las primeras preocupaciones de Javi Calleja cuando se hizo con el timón del combinado del Paseo de Cervantes fue detener de inmediato esta hemorragia masiva, mortal de necesidad a todas luces. Un objetivo que logró -gracias fundamentalmente a la prodigiosa actuación de Fernando Pacheco- en su estreno en San Mamés. Repitió una jornada después ante el Huesca y el equipo disfrutó así por primera vez en mucho tiempo de dos encuentros consecutivos imbatido.

Ante Villarreal y Valencia, el Alavés mantuvo su buena línea aunque en ambos casos terminó encajando un gol. Una pequeña fisura que, desgraciadamente, terminó reventando el pasado sábado en Ipurua. En el derbi frente al Eibar recibió nada menos que tres tantos -el primero nada más comenzar el duelo- y volvió a mostrar una fragilidad extrema que parecía ya superada.

A falta únicamente de cuatro jornadas para la conclusión del campeonato y en plena batalla por eludir el descenso El Glorioso no puede permitirse nuevos accidentes de este calibre, por lo que recuperar la solidez defensiva que había aportado la llegada de Calleja al banquillo se antoja imprescindible. De no hacerlo, el cuadro vitoriano se acercara de manera cada vez más peligrosa al precipicio del descenso.

El primer examen para el cuadro gasteiztarra llegará este sábado frente al Levante. Una cita con un adversario que tiene la permanencia virtualmente garantizada desde hace tiempo y ante el que resulta fundamental sumar los tres puntos. Un objetivo que estará mucho más cerca para el Deportivo Alavés si logra que Pacheco no tenga que sacar el balón de su portería y recupera el cero más deseado por todos.

Con Calleja. El equipo ha recibido cinco goles en cinco partidos, aunque los tres últimos llegaron el sábado pasado en Ipurua.

Con Machín y Abelardo. 47 tantos encajados en 29 encuentros (1,62 de media), es el pobre balance albiazul en este período.

52

Goles ha recibido hasta el momento el Deportivo Alavés en las 34 jornadas de Liga que se han disputado, lo que le convierte en el segundo peor equipo de toda la Primera División en este apartado. Solo le supera el Granada con 55, aunque los andaluces han anotado quince más que los gasteiztarras.