El parón de selecciones, unido al regusto dulzón que dejó el equipo con su buena actuación en el Wanda Metropolitano, le ha servido al Deportivo Alavés para apaciguar los diferentes murmullos creados a raíz de su difícil situación clasificatoria. No obstante, tras la calma viene la tempestad y, a falta de diez jornadas para finalizar la temporada, LaLiga está de vuelta con un nuevo choque trascendental que no puede ni debe tener un desenlace que no sea una victoria del conjunto albiazul.

Los pupilos del Pitu Abelardo, que han sumado cinco puntos -de 30 posibles- desde que el técnico asturiano volvió a tomar las riendas del Glorioso, reciben este mediodía (14.00 horas) en Mendizorroza al Celta de Vigo. Lo hacen, además, como colistas provisionales de la categoría después de que el Huesca venciera al Levante (0-2) el pasado viernes en el Ciutat de Valencia y apretara aún más la pelea por la permanencia, que la sigue marcando el Elche con 25 puntos. La última vez que los gasteiztarras ocuparon la posición más baja de la tabla fue en la cuarta jornada con Machín al frente, pero hasta ese momento no lo habían hecho desde la campaña 2017-18 con el argentino Luis Zubeldía y el italiano De Biasi.

Tanto los jugadores como el propio entrenador albiazul han dejado claro en sus diferentes comparecencias a lo largo de las últimas semanas que lograrán la salvación si siguen en la línea de juego ofrecida hasta ahora, pero el tiempo para las palabras ya se ha terminado. El Alavés necesita hechos, necesita puntos, y el partido de hoy es una buena opción para ello. Más allá de la más que conocida baja de Rodrigo Ely y, asimismo, la del canterano Mahmoud Abdallahi, que tendrá que cumplir con el protocolo sanitario tras su estancia en el continente africano con la selección de Mauritania, Abelardo tendrá a su disposición la plantilla al completo a excepción de Deyverson, ausencia de última hora por una gastroenteritis. Sin embargo -y pese a su condición de sorpresa-, la participación del delantero brasileño había disminuido en las últimas jornadas y, por tanto, no será una pérdida relevante de cara al choque.

El Celta, por su parte, habita en la zona tranquila de la tabla. Con 34 puntos en su haber, los gallegos no tienen prácticamente opciones de lograr una plaza de competición europea, pero tampoco de descender, algo que en los últimos años sí había sido una preocupación. La mejoría de la escuadra viguesa con Eduardo Coudet, que sustituyó a Óscar García en el banquillo el pasado mes de noviembre, ha sido clara y así lo demuestra la escalada de su equipo -al que cogió en descenso- en la clasificación. En la anterior jornada, cayó por 1-3 frente al Real Madrid en un duelo en el que Benzema fue decisivo para los blancos.

Por otro lado, en el apartado de bajas, el técnico argentino vive una realidad muy diferente a la del asturiano. Entre lesiones y castigos impuestos por el club, el entrenador celeste se ha quedado con 17 integrantes del primer equipo para su visita a Mendizorroza. El primer grupo de ausencias -lesionados- lo componen Rubén Blanco, Néstor Araújo, Augusto Solari y Sergio Álvarez; el segundo, el de los futbolistas con los que no cuenta la entidad, está formado por David Costas, Jorge Sáenz y Emre Mor.

Finalmente, un detalle llamativo en el historial de enfrentamientos entre Alavés y Celta es que los gallegos no saben lo que es ganar en el feudo albiazul en Primera División. El balance como local para los vitorianos es de nada menos que nueve victorias y dos empates. La última visita de los vigueses a Vitoria-Gasteiz acabó 2-0, con tantos de Magallán y Lucas Pérez, y el último enfrentamiento entre ambos conjuntos terminó con el mismo resultado, pero en Balaídos y con doblete de Brais Méndez.

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El Celta no sabe lo que es ganar en Mendizorroza, al menos en Primera División. El balance es de nueve victorias y dos empates para el Alavés.

Deyverson es baja de última hora por una gastroenteritis y se une a las ausencias de Ely y Abdallahi para el choque contra los celestes