El capitán del Alavés, Manu García, señaló este jueves que desde que está en el Alavés han dado por descendido al equipo muchas veces pero siguen en Primera División y mandó un mensaje de tranquilidad a los seguidores albiazules, a pesar de que el equipo se encuentra en puestos de descenso.

Cuando la escuadra vitoriana pasa por momentos complicados, es ya habitual que aparezca el líder de vestuario albiazul en sala de prensa para apaciguar y amansar las aguas revueltas de una afición a la que le pueden entrar las dudas sobre su equipo, después acumular cuatro derrotas consecutivas que le han colocado en la zona baja de la tabla clasificatoria.

Para Manu García "el partido frente a Osasuna era fundamental y la derrota fue un palo" y admitió que le afectó más aquel partido ante los rojillos, que el último ante el Betis, porque el equipo hizo un "buen partido" en Sevilla. "Con lo que hicimos, muchas veces nos ha dado para sacar los tres puntos", remarcó el vitoriano, consciente de que hay que darle la vuelta a la dinámica del equipo.

"Un entrenador de baloncesto me dijo una vez que cuando vienen estos momentos hay que ser un yunque, aguantar las hostias y seguir hacia delante", afirmó el babazorro, convencido de que lo que le da tranquilidad es "la forma de entrenar y de reaccionar a estos vaivenes".

"Volvemos a empezar, estamos muy unidos y eso me da fuerza", trasladó Manu García, que aseguró que si son capaces de aguantar así, lograrán esa victoria que les hará ver "todo muy diferente".

Repitió en varias ocasiones que quedan doce partidos y se encuentra a solo dos puntos de la salvación. "Hay que estar preparados para 12 partidos muy importantes en los que vamos a tener que sufrir probablemente hasta el final, pero tenemos todas las opciones para conseguir el objetivo sabiendo que la situación nos va hacer pelear hasta el final", subrayó.

Desveló que a diez minutos del final estaba convencido de que conseguirían superar al Betis porque "el equipo aguantó de pie, estuvo bien y fue el azar que hay en el fútbol" el que hizo que perdieran. "Hay que lidiar con eso", asumió Manu.

"Estamos en un momento difícil, el equipo sufre anímicamente en los momentos duros, pero tiene fuerza y actitud y necesitamos ese resultado que nos haga ver todo con una sonrisa", consideró el alavesista.

Se mostró disconfome con la teoría de que el equipo arrastra la tendencia de la campaña pasada y destacó que "lo común con la temporada pasada es que falta la gente y sabemos que condiciona los partidos, al rival y a los arbitrajes, donde tampoco estamos teniendo suerte".

El centrocampista vasco reconoció que con el cambio de entrenador no han conseguido resultados, pero matizó que se ha visto una evolución en el equipo que espera que les permita ganar partidos.

Sobre el partido contra el Cádiz dijo que "es un partido es muy importante, pero no es definitivo, igual que los anteriores". "Nos sentimos muy responsables de cara a este partido porque cuanto antes consigamos cambiar la dinámica será mejor y este partido probablemente marque el devenir de la temporada", reflexionó el jugador.

"Ahora es el momento de aguantar de seguir hacia adelante, de seguir unidos, de trabajar y tener perspectiva", demandó el capitán, que opinó que tienen que evitar que les hagan muchos goles porque su gente de arriba tiene "calidad y capacidad y van a dar puntos".

Manu García dejó fuera de toda duda que el vestuario está unido para sacar adelante la situación y expresó que está en su mano darle la vuelta.

Preguntado por el Cádiz, analizó que está haciendo una temporada muy regular y donde "el colectivo prima sobre las individualidades". "Espero un partido con ellos replegados soltando a sus delanteros, con juego directo a nuestras espadas y el que haga el gol tendrá mucha ventaja", expuso.