Aunque nadie sabe por qué, la entrada de un nuevo año siempre es una oportunidad para comenzar con nuevos retos que, habitualmente, se han estado aplazando durante semanas o meses. Es como si el hecho de cambiar de dígito tuviera tras de sí una fuerza de motivación implícita capaz de empujar a muchas personas a cumplir sus propósitos. No obstante, ese ímpetu tan repentino muchas veces acaba desapareciendo a las pocas semanas, pero si se logra mantener, el resultado puede ser incluso mejor de lo esperado.

El propósito que se planteó el Real Betis para 2021 fue volver, tras dos temporadas de vacío y desilusión, a clasificarse para una competición europea y, gracias, en parte, a la labor de Manuel Pellegrini, va camino de ello. La escuadra verdiblanca ha sumado, desde que comenzó el nuevo año, 20 de los 27 puntos posibles y se ha posicionado, junto al Real Madrid, como el cuarto equipo -por detrás del Barcelona, Atlético y Sevilla- con mejor arranque. Ahora ocupa la sexta plaza en la tabla, que da acceso a la nueva Conference League -competición un escalón por debajo de la Europa League-, y con 39 puntos también tiene a tiro a la Real Sociedad.

LA MANO DE PELLEGRINI El Real Betis que se encontrará el Deportivo Alavés esta noche poco tiene que ver con el de temporadas anteriores. El técnico chileno, que se embarcó en el proyecto verdiblanco al final de la pasada campaña tras pasar por el West Ham United de la Premier League, ha dotado a la escuadra bética de algo inaudito en las dos últimas temporadas: regularidad -hasta cierto punto, eso sí-.

Esta característica era el ingrediente que le faltaba a un club donde la inversión económica siempre había brillado pero que, a pesar de tener buenos momentos a lo largo de cada campaña, no acababa de mantener una línea que le hiciera pelear por los puestos europeos. Sin embargo, no ha sido tarea sencilla llegar a esta situación.

Al Real Betis de Pellegrini le costó arrancar -mucho, además- y el primer tercio liguero fue poco más que un calco de lo que habían visto los aficionados verdiblancos en temporadas anteriores. A pesar de ello, el entrenador chileno nunca cambió de discurso en sus conferencias de prensa y mantuvo en todo momento que el objetivo de su equipo era acabar entre los seis primeros.

Este Betis de Pellegrini destaca, respecto al de años anteriores, por su notable trabajo defensivo -únicamente ha encajado ocho goles en nueve partidos-, el mayor rendimiento de los jugadores llamados a marcar diferencias, como Borja Iglesias, Nabil Fekir o Sergio Canales, y la labor de su banquillo. Buena muestra de esto último son los ochos goles -de 14 desde que comenzó el año- que ha metido a partir del minuto 75 y sus victorias frente al Huesca, Osasuna, Getafe y Cádiz. Todos ellos materializados en la recta final del encuentro.

En esta novedosa tesitura, piezas como Joaquín, Juanmi y Tello que, saliendo en el once no lograban marcar diferencias, se han convertido en revulsivos importantísimos para hacer daño al rival cuando las piernas de sus futbolistas comienzan a pesar. Lo mejor para evitar este arreón final que tiene la escuadra sevillana cada partido es sentenciar pronto el choque, pero, para ello, el Alavés tendrá que dar un paso al frente y agobiar a los de Pellegrini con una acumulación de ocasiones inaudita en las últimas semanas.

Tras un arranque irregular, con muchos problemas en las dos áreas, Pellegrini ha encontrado la fórmula para que su equipo carbure

Solo el Atlético, el Barça y el Sevilla han sumado más puntos en 2021 que un Betis decidido a regresar el año que viene a Europa