Después de la decepcionante derrota frente a Osasuna, el Deportivo Alavés visitará este lunes (21.00 horas) el Benito Villamarín en busca de un resultado positivo que le sirva para dar un vuelco a su decadente dinámica. Lo curioso -y preocupante- es que, siete meses más tarde de su última visita al feudo bético, la situación del conjunto albiazul continúe siendo la misma.

El Glorioso jugó el pasado 16 de julio en Sevilla una final por la permanencia que, por fortuna, cayó del lado albiazul. Aquel día, el equipo dirigido por Juan Ramón López Muñiz venció (1-2) con tantos de Joselu y Ely al Real Betis y aseguró su continuidad una temporada más -la del Centenario, además- en la máxima categoría.

No obstante, el hecho de cumplir el objetivo por cuarta campaña consecutiva parece que tapó o dejó en un segundo plano todas las carencias de un Alavés que, desde que se reanudó la competición liguera pausada por el covid-19 y hasta su visita al Villamarín, había perdido siete de los nueve partidos que había jugado.

Más de medio año después, el conjunto babazorro sigue, aunque con más actitud por parte de la plantilla, acusando esa decadencia futbolística que con tanta urgencia necesitaba una regeneración. Regeneración que no llegó en verano -y tampoco en invierno- por el limitado tope salarial del equipo gasteiztarra debido a la bajada de ingresos por la pandemia y a la continuidad de varios jugadores que deberían haber dejado Vitoria hace años.

La dirección deportiva intentó arreglarlo con varios fichajes en ambas ventanas de traspasos, pero, a día de hoy, ya se puede decir que esas incorporaciones han sido simples parches -alguno defectuoso, además- para un problema de base mucho mayor.

Sin embargo, no sirve de nada seguir lamentándose de no haber hecho los deberes, es muy tarde para eso. El Alavés sabe lo que tiene -y de lo que carece- y la única opción es seguir adelante comenzando por el partido del próximo lunes.

A pesar de las tres derrotas consecutivas que acumula el Glorioso en la actualidad, lo cierto es que el feudo bético siempre ha sido una visita bastante prolífica para los intereses albiazules desde que ascendió a Primera División. Salvo en la temporada 2017-18, en la que la escuadra gasteiztarra -con De Biasi en el banquillo- cayó por 2-0, los otros tres enfrentamientos han acabado con puntos en las arcas alavesas.

En las 2016-17, con Mauricio Pellegrino como entrenador -y cuatro semanas antes de la final de Copa en el Vicente Calderón-, los babazorros vencieron por 1-4 con tantos de Krsticic, Sobrino, Santos y Katai y una gran actuación de Vigaray, que asistió en dos de los cuatro goles. Dos campañas después, ya con Abelardo en el banquillo y con el Gloriosose empató a uno con Maripán como protagonista, que marcó su primer gol con la camiseta del Deportivo Alavés y, finalmente, la temporada pasada, como ya se ha comentado, se logró la permanencia en un partido disputado en el que, además, los albiazules terminaron con un jugador menos por la expulsión de Rodrigo Ely.

Asimismo, si se echa la vista un poco más atrás, concretamente a la temporada 2014-15, se puede encontrar otra victoria, pero en Segunda División. Aquel día, la escuadra alavesista de Alberto López, entrenador en la taquicárdica permanencia de Jaén, venció por 1-2 -con dianas de Juli y Raúl García- a un Real Betis imperial que acabaría siendo campeón de la División de Plata.

No obstante, es importante advertir que el rival que se encontrará el Deportivo Alavés en el Benito Villamarín tendrá poco que ver con el de enfrentamientos anteriores. Manuel Pellegrini, que se embarcó en el proyecto verdiblanco al final de la pasada campaña, ha dotado a la escuadra bética de algo inaudito previamente: regularidad -al menos hasta cierto punto-.

Esta característica, tan poco presente en etapas anteriores, era el ingrediente que le faltaba a un club donde la inversión económica siempre había brillado pero que, a pesar de tener buenos momentos a lo largo de cada temporada, no acababa de mantener una línea que le hiciera pelear por los puestos europeos. Más bien, todo lo contrario-.

Pellegrini ha otorgado al Real Betis cierta estabilidad y, desde que comenzó este 2021, han sumado 20 de 27 puntos posibles

Los albiazules, con Muñiz en el banquillo, aseguraron en el templo bético la salvación de la temporada pasada con tantos de Joselu y Ely