- Tras el inesperado frenesí de las últimas horas del mercado invernal, la tranquilidad regresó ayer paulatinamente al Deportivo Alavés. De esta manera el conjunto de Abelardo retomó el trabajo por la tarde en una sesión que registró, eso sí, novedades significativas. Por un lado la ausencia de Adrián Marín tras comprometerse con el Granada hasta junio de 2023. Y, por otro, la presencia sobre el césped de Ibaia de las dos últimas incorporaciones de la entidad albiazul, Facundo Pellistri e Iñigo Córdoba. El primero, no obstante, todavía tuvo que trabajar en solitario a la espera de que los resultados negativos de sus preceptivas pruebas PCR le permitan unirse al grupo.

Quien ya sí se ejercitó con absoluta normalidad a las órdenes de Abelardo fue el exjugador del Athletic, que completó la sesión sin ningún problema. Córdoba ha aterrizado en Vitoria en perfectas condiciones por lo que, si el preparador asturiano lo estima oportuno, podrá ser de la partida este viernes frente al Valladolid.

El encuentro que sin embargo no podrá disputar el extremo izquierdo vizcaíno es el que medirá al Glorioso con el Athletic en la trigésima jornada de Liga. La escuadra rojiblanca acostumbra a incluir la cláusula del miedo en sus cesiones y el caso de Córdoba no es una excepción, por lo que no podrá volver a pisar el césped de San Mamés en ese derbi.

Al margen del estreno de Iñigo Córdoba, la nota más destacada del entrenamiento vespertino de ayer fue la presencia sobre el césped de Lucas Pérez, que parece haber superado ya las secuelas del golpe que recibió la pasada semana. Laguardia, por el contrario, debió ejercitarse en el gimnasio y su presencia ante el Valladolid continúa siendo duda.