- Julen Lopetegui no se fía lo más mínimo del Alavés pese a que se lo va a encontrar en incuestionables horas bajas y se esforzó al máximo por trasladar este mensaje a sus discípulos en su comparecencia pública de ayer. En este sentido destacó que el conjunto vitoriano es “un buen equipo, con buenos futbolistas, un equipo agresivo que va a explotar sus armas”, por lo que espera un “partido complicado, de picar piedra y trabajar mucho, como todos”, ya que considera que “hay poca distancia entre todos los equipos”, relató.

Además, el preparador guipuzcoano significó que el relevo en el banquillo albiazul puede tener incidencia en el choque. “Abelardo es un buen entrenador y conoce el club donde va, porque ya estuvo anteriormente y con éxito. Sabe dónde va. Ya veremos cómo salen, pero seguro que nos van a obligar a hacer un buen trabajo, que es lo más importante. Con diez futbolista le empataron a la Real Sociedad, lo que da una idea de su carácter competitivo pero nosotros vamos a todos los campos con la intención de ganar”, argumentó.

Lopetegui se refirió también al positivo de última hora en coronavirus de su jugador Diego Carlos. “Todo lo que ha pasado es ya inevitable y nos tenemos que centrar en nuestro trabajo. Lo que no está bajo nuestro control hay que asumirlo y trabajar para superar las dificultades, que son muchas desde el principio, pero lo asumimos con naturalidad. Tenemos confianza en el equipo y nos centramos en el Alavés. Él está bien y asintomático, es fuerte”, reflexionó.

Por último, el entrenador del Sevilla no quiso referirse a las ofertas que en este mercado invernal llegan por algunos de sus pupilos -caso de En-Nesyri, por el que el West Ham ha ofrecido 25 millones de euros- y resaltó la dificultad de “competir en todas las competiciones, en un contexto histórico, jugando desde el 18 de septiembre cada tres días”.