- En el partido contra Osasuna al Alavés sufrió con un futbolista más sobre el terreno de juego y el conjunto rojillo tuvo incluso más ocasiones de llevarse los tres puntos a pesar de jugar con diez jugadores durante casi todo el partido. Tras ello, parece que el conjunto gasteiztarra quiso invertir la situación contra el Atlético de Madrid y quedarse con diez jugadores para así poder llegar a portería rival y empatar el partido, aunque finalmente dejó escapar el punto. La historia del Glorioso con las tarjetas rojas esta temporada está siendo digna de ser analizada por Iker Jiménez, ya que parece haberse abonado a terminar sus partidos con un jugador menos.

El Alavés es actualmente el equipo que más tarjetas rojas recibe de toda la Primera División. En 17 jornadas ha visto cómo expulsaban a cinco de sus futbolistas. Las consecuencias, sorprendentemente, no se han notado en exceso, ya que solo ha perdido uno de esos cinco duelos, el del pasado domingo contra el Atlético, y lo hizo en los minutos finales por un desajuste defensivo. Los siguientes equipos más perjudicados por las expulsiones son el Betis y Osasuna, con cuatro cada uno, seguidos del Valencia, el Getafe y el Eibar, con tres.

La primera vez que el Alavés se vio en situación de inferioridad fue contra el Athletic Club, en la quinta jornada, cuando Rubén Duarte recibió dos amarillas en un minuto y tuvo que dejar el terreno de juego en el minuto 86. El Athletic no tuvo tiempo de aprovecharlo y el Glorioso terminó llevándose el gato al agua por 1-0. En la visita del Barcelona, la expulsión de Jota por doble amarilla le costó la victoria al Alavés, que recibió un gol de Griezmann justo después. En cualquier caso, un empate contra el Barça es un buen resultado. Contra el Levante sufrió una de las expulsiones más surrealistas de la temporada, cuando Edgar Méndez recibió la segunda amarilla por introducir un segundo balón en el campo, mientras que Battaglia vio una roja directa contra la Real Sociedad por llamar "ciego" al colegiado. En ambas ocasiones, el encuentro terminó en empate.

La más polémica hasta el momento es la de Laguardia, fruto de un aviso del VAR por considerar que su falta cortaba una jugada manifiesta de gol. Sean justas o no las expulsiones, el caso es que al Alavés le está tocando remar continuamente a contracorriente. Por ahora no le ha ido del todo mal, pero no resistirá mucho más tal lluvia de cartulinas.