l Celta, rival del Alavés mañana en Balaídos, es otro desde la llegada a su banquillo de Eduardo Coudet (Buenos Aires, Argentina, 12-IX-1974), apodado el Chacho. El técnico bonaerense, a los mandos del conjunto celeste en las dos últimas jornadas de liga tras la salida del club de Óscar García Junyent, ha reactivado a base de trabajo y alegría en su fútbol a un equipo que asomaba sumido en una profunda depresión. Con un solo triunfo, cuatro empates y otras tantas derrotas en los nueve primeros compromisos ligueros, los gallegos deambulaban por los campos de Primera División como en los últimos años para lamento de una hinchada que volvía a frotarse los ojos ante el nulo impacto futbolístico de jugadores como Iago Aspas, Nolito, Denis Suárez, Santi Mina o Brais Méndez. A todos ellos, a fin de recuperar su mejor versión, ha dado cabida en sus planteamientos iniciales el nuevo inquilino del banquillo celtiña, quien de manera sorprendente no ha dudado en apostar a lo grande para reconducir la nave. Y va camino de conseguirlo al fin.

Después de plantar cara y de qué manera al Sevilla en su debut, cita en la que el Celta acabó mordiendo el polvo en los minutos finales por un 4-2 que no reflejó lo ocurrido sobre el verde, Coudet repitió fórmula para intentar superar al siempre aguerrido Granada en Balaídos. El resultado, esta vez sí, acompañó al preparador argentino, que celebró ver desde la banda cómo sus hombres arrollaban al cuadro nazarí, remontada incluida, por 3-1. Con Iago Aspas de vuelta a su mejor versión, los celestes sonrieron y cosiguieron dar continuidad a su plan enlazando tres victorias más, 0-2 contra el Athletic, 4-0 contra el Cádiz y, la última, 0-5 en Copa contra el Llanera.

Con contrato hasta junio de 2022, Coudet, un auténtico obseso del fútbol, ha logrado de primeras que el Celta haya marcado 16 goles en sus cinco últimos partidos, diez más que en los nueve encuentros anteriores. El peculiar sistema de juego 4-1-3-2 que impulsa el argentino ha sentado de maravilla a un equipo al que el de Buenos Aires trata de impulsar en la clasificación para demostrar así por qué estaba considerado como uno de los técnicos de moda en el fútbol sudamericano antes de su aterrizaje en Vigo. Debutante en los banquillos al frente de Rosario Central en diciembre de 2014, donde dejó un dulce sabor de boca al clasificar al equipo para la Copa Libertadores dos años después y disputar dos finales de la Copa Argentina (2015 y 2016), su único lunar corresponde a su breve paso por el Club Tijuana de México, donde entrenó sin éxito entre mayo y octubre de 2017.

Se redimió, no obstante, en su regreso al fútbol argentino en diciembre del mismo año, cuando aceptó dirigir a un Racing de Avellaneda que no tardó en notar su mano con jugadores como Lautaro Martínez y Lisandro López a sus órdenes. Coudet, que cotizaba al alza de nuevo, hizo campeón a Racing de la Superliga en el curso 2018-19 y del trofeo de Campeones en 2019, año en el que tomó las riendas del Inter de Porto Alegre brasileño, al que mantenía como líder en el Brasileirao y clasificado para octavos de final de la Libertadores antes de comprometerse con el Celta.

El bonaerense, tras arreglar su salida del club brasileño, no dejó pasar el pasado 19 de noviembre la oportunidad de estrenarse como entrenador en Europa en el mismo equipo en el que lo hizo como jugador en 2002. El Celta, sin ir más lejos, también le dio entonces la oportunidad de dar el salto al viejo continente, aunque su paso por la entidad resultó efímero tras disputar solo nueve partidos.

En el presente, como entrenador amante de un fútbol ofensivo sustentado en la férrea disciplina, lidera a un equipo con energías renovadas en el que ha caído de pie al ganarse a la velocidad de la luz el respeto de jugadores consagrados como Nolito, quien llegó a manifestar días atrás en una entrevista que "está bien que nos meta el dedo en el culo para que nadie se duerma". Muy despierto, así las cosas, recibirá el Celta al Alavés, que se encontrará mañana un rival ultraofensivo y al alza con Coudet como nuevo jefe de operaciones.

El técnico bonaerense ha aterrizado en Balaídos convertido en uno de los entrenadores de moda del fútbol sudamericano

El 4-1-3-2 que emplea ha servido para dar cabida en el Celta a todos los hombres de ataque con Aspas como líder natural